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Eslava Galán: «Occidente vivió el espíritu de la Ilustración y el islam no, por eso no evolucionan» | LD

El escritor repasa en su nuevo libro los hechos más significativos de la Revolución francesa y sus consecuencias.

Juan Eslava Galán, escritor | Javier Ocaña

LAURA GALDEANO / LIBERTAD DIGITAL

Sucedió hace más de dos siglos y en el país vecino, pero los españoles también somos «hijos de la Revolución francesa». Es lo que sostiene Juan Eslava Galán, que, con su peculiar estilo divulgativo (riguroso pero salpicado de humor), repasa uno de los «episodios más emblemáticos y determinantes de la historia de Europa». Son diez años, desde su inicio hasta la consagración de Napoleón como Emperador, que sintetiza con personajes españoles como hilo narrativo. «La historia se hace con grandes nombres. No se suele tener en cuenta cómo repercuten las decisiones de los poderosos en el pueblo. Yo tengo en cuenta sobre todo al pueblo.»En la Revolución francesa coindicen las tremendas injusticias que la provocaron y el horror desatado por las masas descontroladas

El libro comienza con un vistazo a esa Francia prerrevolucionaria, hambrienta y con un rey «pánfilo» que vive enclaustrado en Versalles. La mecha que prendió la Revolución, dice Eslava Galán, la encendieron las mujeres.

PREGUNTA. ¿La primera constitución francesa se consiguió a golpe de guillotina y sangre?

RESPUESTA. En cierto modo, sí. En la primera etapa, sencillamente lo que quieren es acabar con el Antiguo Régimen. Hay una aristocracia privilegiada que no paga y que se aprovecha absolutamente del sudor y de los impuestos del pueblo. Cuando acaban con el Antiguo Régimen y se declara que todos son ciudadanos, que ya no hay nobles y súbditos, se genera una conmoción en Europa porque todo son monarquías y se teme que la Revolución sea exportable. Se crean coaliciones y los revolucionarios se sienten amenazados por esas monarquías que tienen ejércitos de mercenarios. Tienen que acabar con la oposición interior e instauran la guillotina. Guillotinan a mucha gente y esa es su consecuencia negativa, pero hay que verlo en su contexto. Hay ejércitos que invaden Francia, entre ellos el español. La revolución francesa es como un parto y para que la criatura salga hace falta dolor y sangre.

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P. ¿Y cuál es la criatura?
R. El mundo moderno, el mundo occidental, el de las democracias.La nobleza no tuvo la predisposición de ceder derechos al pueblo y el pueblo quiso tomarlos por medio de la violencia.

P. ¿Se intentó revertir la situación sin violencia?
R. Se juntan varias cosas. Casi nunca se habla de la explosión de un volcán en Islandia, y es importante. Provocó que las cosechas sucesivas fueran penosas. Le faltaba pan al pueblo y las mujeres inician la Revolución, aunque luego no tienen mucho papel porque estaban muy subjuzgadas por el sistema familiar. Por otra parte, Francia tiene una deuda pública inmensa que la ha contraído para ayudar a los rebeldes americanos a luchar contra Inglaterra. Pesa mucho sobre la economía. La revolución la provocan esos dos hechos.

P. ¿Prende la mecha de los valores de la Ilustración?
R. Indirectamente, el XVIII es el siglo de la Ilustración, hay muchos intelectuales en Francia que también tienen ramificaciones en Europa. Defienden que hay que abolir un sistema antiguo que prima a unos pocos con privilegios y deja a un pueblo sin acceso a ellos.

P. Sostiene que la Revolución fue el mayor proceso trasformador. ¿Por qué?
R. 
Sin ninguna duda. Nosotros somos hijos de la Revolución francesa, pero sin lugar a dudas. La Revolución no acabó con todo ni lo arregló todo, a lo largo del siglo XIX hay sucesivas revoluciones que no son más que repeticiones del mismo cataclismo. La idea es que todo el mundo, por méritos propios, pueda acceder a los mismos puestos.

P. Luis XVI, ¿era un mal rey?
R. El monarca tenía pocos alcances, pero era un hombre bienintencionado. Estaba convencido de que estaba ahí por derecho divino, pero se daba cuenta de que el pueblo no se sentía cómodo. La nobleza no tuvo la predisposición de ceder derechos al pueblo y el pueblo quiso tomarlos por medio de la violencia. Fue débil y se necesitaba un rey fuerte, capaz de imponer cosas. Cuando los llevan a las Tullerías para que residan en París en lugar de Versalles, en realidad sigue en su burbuja, sin entender la rebelión. Está en contacto con las potencias extranjeras que quieren reponerlo como rey absoluto. Por eso lo van a matar. Es un ciudadano traidor.

P. María Antonieta tampoco tenía buena fama, amante del déficit.
R. Fue una mujer de una gran dignidad pero muy alejada del pueblo. La odiaban porque era extranjera, de Austria, la tradicional enemiga de Francia. Vivía en el lujo. Le imputan la frase de «si no tienen pan, que coman bizcocho» que no es cierta.José Bonaparte fue uno de los mejores reyes que ha tenido España. Venía con ideas ilustradas, de renovar y de ayudar al pueblo.

P. El cine y la literatura nos han dado tradicionalmente una versión muy frívola de ella.
R. Esos peinados tan elaborados y ese lujo responde a la realidad cotidiana que vivía la aristocracia, muy alejada del pueblo.

P. Usted dice que la Revolución es un Saturno que devora a sus hijos. ¿Por qué?
R. En esos diez años hay entre ellos una oposición sangrienta. Robespierre fue el que llevó todo al extremo y acabó en la guillotina.

P. ¿Esta idealizada?
R. Los franceses adoran su historia y la han idealizado por completo, sobre todo a Napoleón, que es un producto de la revolución francesa.

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Juan Eslava Galán, escritor | Javier Ocaña

P. ¿Se merece que le escriba un libro?
R. Y bien grueso. Es una figura fascinante. Él es un producto de la Revolución francesa, ilustrado, culto, pero impone todo lo contrario, impone una dictadura de un imperio. Pone a su hermano al frente de España. Es contradictorio.

P. José Bonaparte no fue bien recibido en España.
R. Fue uno de los mejores reyes que ha tenido España. Venía con ideas ilustradas, de renovar y de ayudar al pueblo. Pero era un rey impuesto por un ejército que nos había invadido.

P. ¿Qué hubiera sido de España si hubiera permanecido José I?
R. 
Los ilustrados son una especie de levadura que hace fermentar la masa. Son pocos y parece que no tienen importancia, pero traen la modernidad. Había ilustrados pero, desgraciadamente, como fuimos objeto de la invasión francesa, nuestros ilustrados se convirtieron en afrancesados y tuvieron que huir.

P. Goya, por citar alguno.
R. Pinta la sublevación del 2 de mayo, es un patriota, pero muere exiliado en Burdeos.

P. Francia conmemora todavía la toma de la Bastilla. Es un orgullo nacional a pesar de los incendios, las violaciones, los asesinatos, la anarquía…
R. 
La Bastilla era un símbolo del poder real. Era un castillo en medio de París, con torres muy altas y cañones que apuntaban, por ‘casualidad’, a los barrios obreros. La gente creía que allí el rey metía a todos sus opositores. Cuando asaltaron la Bastilla, solo había cuatro desgraciados y se inventaron a un revolucionario que llevaba 30 años. Años después demuelen piedra a piedra el edificio. Es un símbolo que no responde a la realidad. Le cortan la cabeza al comisario de la Bastilla, la ponen en una pica y la pasean. Luego se va a convertir en una costumbre.Los pueblos que no han participado de las ideas de la Revolución francesa son pueblos que no son libres, como el islam.

P. ¿La Revolución ha sido usada por los políticos de izquierda y de derecha?
R. Sí. Se ha manipulado mucho, se ha usado por la parte que tiene de sangrienta. Fue sangrienta porque se sentían agobiados por el cerco de la monarquía europea y tenían que eliminar la oposición interior porque entendían que eran unos vendidos. Después, otras revoluciones europeas han creído que todo se tenía que hacer a través de sangre, lo cual es injusto.

P. ¿Todas las revoluciones se hacen a cuchillo?
R. Por supuesto que no. El paso de la dictadura de Franco a un régimen constitucional fue un paso pacífico, aunque ahora cuatro descabezados quieren negarlo.

P. ¿Quién ganó la Revolución francesa?
R. Hemos sido los ganadores, todo Occidente le debe mucho. Son las ideas de los ilustrados del siglo XVIII que se exportan a Occidente. Ahora vivimos en una dicotomía. Por un lado, Occidente, que son las democracias y hemos deslindado delito de pecado; y luego, hay países subdesarrollados, donde la religión todavía importa y confunden delito y pecado, como el islam.

P. ¿Me dice que somos libres gracias a la Revolución francesa?
R. Actualmente, los pueblos desarrollados, que somos los cristianos occidentales, le debemos ese desarrollo y esa democracia a la Revolución francesa, con todos los defectos que tuvo en el inicio de nuestras libertades. Los pueblos que no han participado de las ideas de la Revolución francesa son pueblos que no son libres, como el islam. Occidente ha vivido el espíritu de la ilustración y el islam no, por eso no puede evolucionar. En Occidente hemos accedido a derechos para todos, la Revolución francesa no trajo la igualdad para las mujeres, pero si puso el germen. ¡Piensa cómo está la mujer en el islam! Y son el 50 por cierto de la población.

P. ¿Cuándo habrá solución para los pueblos islamistas?
R. Tendrían que dejar que la religión fuese una cuestión privada en lugar de una cuestión pública. Lo que vemos con Hamas, que van gritando «Alá es grande» mientras pasean cuerpos desnudos y ultrajados de mujeres. Nosotros nos hemos librado de todo eso. Si tú quieres ser cristiano, cojonudo, pero no me impongas tu ideología religiosa.

Juan Eslava Galán. La Revolución francesa contada para escépticos. Editorial Planeta.

Fuente: https://www.libertaddigital.com/cultura/libros/2023-10-11/eslava-galan-occidente-vivio-el-espiritu-de-la-ilustracion-y-el-islam-no-por-eso-no-evolucionan-7058091/

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