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ESCÁNER: Habanos, historia y su ejército de fumadores  | PL

ROBERTO F. CAMPOS / PRENSA LATINA

La Habana, (Prensa Latina) Pasaron más de 500 años desde que Cristóbal Colón conociera el tabaco en América Latina, al observar a hombres y mujeres aspirar humo de unos cilindros de hojas secas, que a su vez eran empleados con diversos usos.

El 28 de octubre de 1492,a la llegada del explorador a la costa noreste de la isla de Cuba, Holguín, el uso de la planta ya estaba extendido por todo el continente, y ya casi todas las tribus tenían contacto con el tabaco.

Lo utilizaban en sus ceremonias mágicas y religiosas, los chamanes para entrar en trance y ponerse en contacto con el mundo de los espíritus; en medicina hacían cataplasmas para curar afecciones de la piel e incluso algunas tribus lo consumían como alimento.

Se cree que la Nicotianatabacum es originaria de la zona del altiplano andino y su llegada al Caribe se remonta a unos dos mil a tres mil años antes de Cristo.

Es una planta de la familia de las solanáceas, y existen unas 50 especies conocidas, pero sólo dos se cultivan comercialmente: Nicotianatabacum y Nicotiana rústica.

Fruto del intenso contacto de los aborígenes con el tabaco, los españoles se encontraron con un sinfín de palabras que designaban al mismo, cada una en una lengua o dialecto diferente: yoli, petum, picietl, cumpai, y tobago.

Según investigaciones, las primeras hojas de tabaco fueron llevadas al continente europeo por el gobernador español de la isla de Santo Domingo Hernández de Oviedo (1478- 1557).

Otros estudios indican que, al parecer,la difusión del tabaco se debe al embajador francés en Lisboa, Jean Nicot, (1530-1600) al aconsejar su uso a Catalina de Médicis para curar sus migrañas, quien además proclamaba beneficiosas propiedades medicinales que no estaban demostradas.

Con el tiempo se puso de moda entre las clases acomodadas debido a infinidad de propiedades curativas y casi milagrosas que se le atribuyeron, pero aun no era consumido en forma de cigarro, sino en un fino polvo para esnifar.

Pero no es hasta el siglo XIX cuando realmente despega la primera industria tabaquera, la de Cuba. Surgen multitud de Chinchales (pequeños talleres de torcido de cigarros) y durante la segunda mitad del siglo empiezan a consolidarse las grandes marcas clásicas.

A partir de 1889 comienza la fabricación de los cigarros de forma mecánica, introducida por el nuevo Sistema de prensado Farias de tripa corta.

La evolución de las marcas fue continua, y aun sigue, surgen unas y desaparecen otras antiguas hasta que en 1959, con el triunfo de la Revolución Cubana, se reorganiza la industria tabaquera.

Estos son algunos orígenes de esa hoja que sin lugar a dudas tiene su reinado en Cuba, considerada por expertos de todo el mundo como los mejores puros Premium del mundo.

GALERÍA DE FAMOSOS FUMADORES DE HABANOS

Mentes encumbradas resolvieron sus soledades o momentos de meditación junto a un habano. De ello dan buena muestra retratos históricos que exhiben a políticos, artistas, militares, comerciantes o incluso deportistas muy reposados disfrutando un puro y, en particular, un tabaco cubano.

El humo del tabaco acompaña a muchas celebridades en sus momentos más íntimos, en sus meditaciones y hasta en sus éxitos, pues algunos declararon oportunamente que los puros le ayudaron a resolver enigmas y problemas, o simplemente a crear.

El amor de un actor estadounidense por Cuba

Algunos casos quedaron para la posteridad, desde un Samuel Clemens, el genial Mark Twain de la literatura norteamericana hasta el más emblemático de todos, Sir Winston Churchill, quien fuera primer ministro británico y dijera que siempre llevaba parte de Cuba en los labios, país que visitó en una oportunidad.

Sigmund Freud, el controvertido psicoanalista, aún enfermo gravemente jamás abandonó los puros; Lord Byron, Víctor Hugo o Charles Baudelaire le siguieron los pasos a la hora de echar humo, junto a coterráneos más modernos a quienes hemos visto fumar en La Casa del Habano de Partagás como el actor francés Gerard Depardieu.

Al mítico guerrillero cubano-argentino, Ernesto Che Guevara, siempre se le vio o retrató con un habano en los labios, por lo general ya gastado hasta el tope, pero compañero inseparable de sus acciones.

Por supuesto, un fumador de relevancia lo fue el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro.

Y que decir de Henry James, Charles Dickens y Honore de Balzac, o la simbólica George Sand, destacando así la libertad de la mujer. Pero sigamos por los pintores como Pierre-Auguste Renoir, Edouard Monet o Pablo Picasso.

De músicos está llena la galería con Frannz Liszt, George Bizet y Maurice Ravel o los científicos Albert Einstein y Thomas Alva Edison.

Los políticos son muchísimos desde los estadounidenses John Quincy Adams o  John F. Kennedy, quien mandó a su ayudante a recopilar todos los habanos posibles antes de dictar su ley de prohibirlos en Estados Unidos, hasta Bill Clinton.

Humos al por mayor emanaron del cine con Charles Chaplin, Groucho Marx, Jean Paul Belmondo, o Arnold Schwarzenegger, quien estuvo en Cuba hace varios años para fumar habanos de verdad.

Y si buscamos, pues  Orson Welles, Alfred Hitchcock, Francis Ford Coppola, Robert De Niro, Robert Duval, Pierce Brosnan, el anterior 007,  y hasta mujeres como Demi Moore y Whoopi Goldberg.

Pero sin par resultó la visita de Jack Nicholson a Cuba, quien todas las tardes de sus cuatro días de estancia en La Habana, las pasó en La Casa del Habano de Partagás fumando sus cigarros cubanos preferidos.

La lista es enorme, buenos y malos, piratas y justicieros, gente de los siete mares, antiguos y modernos, todos unidos por la gracia de una galería de famosos, bendecidos por el tabaco, sobre todo, el cubano.

may/tdd/rfc

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/2023/09/08/escaner-habanos-historia-y-su-ejercito-de-fumadores-fotos-info

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