*El 22 de agosto se cumplieron 25 años de su fallecimiento
Por Raúl Torres Salmerón
El 22 de agosto, se cumplieron 25 años del aniversario luctuoso de la Dramaturga y Periodista Elena Garro, destacada escritora y guionista mexicana, que es recordada por su valiente exploración de la realidad social y su defensa de los derechos de las mujeres. En Puebla, nadie, ni las autoridades culturales, la recordaron.
Elena Delfina Garro Navarro, nació el 11 de diciembre de 1916 en Puebla y murió el 22 de agosto de 1998, en Cuernavaca, Morelos, a causa de insuficiencia respiratoria y cardiaca Es considerada como una de las máximas exponentes de la literatura fantástica de México. En su manera de narrar introdujo nuevas formas de concebir el tiempo y la geografía, ofreciendo una ventana a las complejidades de la sociedad y la psicología humana.
Su novela más importante es Los Recuerdos del Porvenir de 1963, obra cumbre según la Secretaría de Cultura federal, que funde realismo y elementos mágicos. En dicho texto, narra la historia de un pueblo durante la Revolución Mexicana, explorando la memoria colectiva y la distorsión del tiempo. Andamos Huyendo, Lola, escrita en 1980, es otro pilar en su legado literario, donde aborda temas de represión política y violencia.
No se aborda en este escrito la tormentosa relación de Octavio Paz con Elena Garro, a quien conoció en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en 1935 y dos años después contrajeron matrimonio, tuvieron una relación que duró más de 20 años, pero terminó por infidelidades por parte de los dos. Tuvieron una hija de nombre Helena.
La mejor descripción de la poblana es de Lucía Melgar, activista, Profesora, Traductora e Investigadora mexicana. Licenciada en Ciencias Sociales por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Maestra en Historia y Doctora en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Chicago.
Estas son sus consideraciones sobre Elena Garro:
-A 25 años de la muerte de Elena Garro, su legado literario constituye hoy un tesoro de belleza y lucidez, un mundo narrativo y dramático donde el poder de la palabra, la riqueza de la prosa poética se engarza con una visión lúcida y crítica de las turbulencias del siglo XX mexicano y, de manera más amplia, de la condición humana.
-Si la literatura tiene la potencia de abrirnos el horizonte, ampliar la imaginación y permitirnos trascender los límites y hasta la mediocridad del mundo en que vivimos, obras como Los Recuerdos del Porvenir, La Culpa es de los Tlaxcaltecas o Un Hogar Sólido, por sólo nombrar las más conocidas, confirman con creces esa magia.
-El valor y la vigencia de la obra de Garro se derivan primero de su prosa poética que, en sus mejores textos, despliega mundos de luz y sombra, donde la belleza del paisaje, el anhelo de felicidad, la ilusión liberadora, están amenazados por la mediocridad del rutinario tiempo cronológico, la sombra de la violencia, la ausencia de justicia y también, la falta de libertad para vivir, hablar, callar y soñar.
-Lejos de prescribir, en sus cuentos, novelas y piezas mejores, Garro sugiere con imágenes deslumbrantes o terribles, las posibilidades que abren las fisuras, duplicaciones o suspensiones del espacio– tiempo y que liberan.
-Como sabe quién haya leído Los Recuerdos del Porvenir, en los mundos de Garro, la violencia, soterrada o brutal, arruina el paisaje, mutila cuerpo y espíritu, asfixia la imaginación, apaga la ilusión. A 60 años de su publicación, la historia de Ixtepec no es sólo un testimonio literario de la ruina de una revolución traicionada. Es, tristemente, un “recuerdo del porvenir” que hoy vive Iguala, una premonición de la desgarrada geografía humana llamada Guerrero, Lagos de Moreno, Ciudad Juárez, Allende…
-Volver hoy a las páginas de esta extraordinaria escritora, una de las mayores creadoras en lengua castellana, no es, sin embargo, hundirse en la desesperación del pasado o atisbar la desesperanza del presente. Es una vivencia estética y ética.
-Con Garro redescubrimos el poder de la palabra y la imaginación, el placer de una historia obscura o luminosa, bien contada, la riqueza de la memoria, la potencia de una escritura que aspira a decir la verdad y a defender la libertad.
En fin, como escribió Elena Garro (Puebla, México, 1916-1998), en su poema Búsqueda:
Busco las tenues manchas
de los manzanos de la Normandía,
las jacarandas cubiertas
de sombrillas violetas,
el esplendor amarillo de las rosas,
la azul economía de las hortensias
y la perdida blancura de las margaritas.
No queda nada.
Se han esfumado los aromas.
raultorress@hotmail.com