- El nuevo Gran Museo Egipcio, cerca de las Pirámides de Giza expondrá piezas de la tumba que llevan décadas sin verse
- La causa de la muerte del faraón, su biografía, y el emplazamiento de la tumba de Nefertiti todavía siguen discutiéndose
RTVE
Aproximadamente a las 10 am descubrí, debajo de casi la primera cabaña atacada, los primeros rastros de la entrada de la tumba”. Howard Carter anotó en su diario del 4 de noviembre de 1922 lo que ya anticipaba como la tumba de Tutankamón. Lo primero que hizo fue avisar a Lord Carnarvon. No fue hasta el 27 de noviembre cuando excavaron una brecha en la tumba sellada. “Hubo breve suspenso para los presentes que no podían ver, cuando Lord Carnarvon me dijo ‘¿Puedes ver algo?’. Le respondí que sí, es maravilloso”.
Una tumba cerrada y oscura era el medio esencial para que el faraón viviera eternamente. En el caso de Tutankamón, dos factores favorecieron que permaneciera 3.300 años encerrado sin ser asaltado por los ladrones de tumbas que asolaron el Valle de los Reyes: su irrelevancia histórica y su condición de ‘hereje’ como hijo de Akenatón. Así, un faraón breve que falleció con 19 años, enterrado apresuradamente con una colección de objetos menor a la acostumbrada, se convirtió en el gran símbolo del esplendoroso arte funerario egipcio.
Su brillo sigue intacto y, coincidiendo con el aniversario, en Madrid se inaugura la exposición Tutankamon, la exposición inmersiva, que recrea los tesoros descubiertos por Carter a escala real. Además, el documental Tutankamón: el último viaje se estrena en los cines con la voz de Iggy Pop narrando el descubrimiento de Carter y mostrando el proceso de restauración de los objetos que pueden contemplarse en el Museo Egipcio de El Cairo.
Los objetos que no se han visto en décadas
Carter, un excavador inusualmente meticuloso para su época, organizó durante 10 años la conservación, documentación y conservación de los más de 6.000 elementos de la tumba de cuatro cámaras de Tutankamón. Algunos, como la máscara funeraria de oro de Tutankamón son absolutamente icónicos, pero muchos otros han estado almacenados y fuera de la vista durante décadas.
Pero eso está a punto de cambiar. Cerca de 5.400 de los muebles bien conservados de la tumba de Tutankamón están programados para exhibirse pronto cuando se inaugure el nuevo Gran Museo Egipcio, cerca de las Pirámides de Giza. Un monumental proyecto concebido hace ya 20 años y que tendrá su ansiada apertura este mismo año.
El mito del faraón débil
El egiptólogo Bob Brier desafía en su último libro la imagen de Tutankamón como un joven frágil que cojeaba. Algunos investigadores sospechan que un sistema inmunitario débil causó su muerte prematura, pero Brier, conocido como ‘Mr. Momia’, opina que el joven faraón podría incluso haber participado en la guerra. Carros militares, armaduras de cuero y equipo de tiro con arco enterrados con Tutankamón indican que quería ser visto como un cazador y un guerrero, en su opinión.
Su supuesta debilidad física parte del descubrimiento de una deformidad en el pie izquierdo de Tutankamón, junto con 130 bastones encontrados en su tumba. Pero los funcionarios del antiguo Egipto a menudo se representaban con bastones como signos de autoridad, no de enfermedad, según Brier. Y las opiniones de los investigadores varían sobre si las imágenes de los huesos de Tutankamón revelan deformidades graves.
Un nuevo examen realizado en 2009 indicó que Tutankamón tenía una deformidad en el pie izquierdo generalmente asociada con caminar sobre el tobillo o el costado del pie. El radiólogo del equipo, Sahar Saleem, de la Universidad de El Cairo en Egipto, dice que las imágenes muestran que Tutankamón experimentó un pie zambo izquierdo leve, muerte del tejido óseo en los extremos de dos huesos largos que se conectan con el segundo y tercer dedo del pie izquierdo y la falta de un hueso en el segundo dedo del pie izquierdo.
Cojease o no, la causa de la muerte de Tutankamón a los 19 años sigue siendo esquiva. En un análisis de 2010 del ADN extraído de la momia del faraón, Hawass y sus colegas sostuvieron que la malaria, así como el trastorno óseo que destruye los tejidos citado por Saleem de las imágenes de la tomografía computarizada, aceleró la muerte de Tutankamón.
Pero otros investigadores, incluido Brier, no están de acuerdo con esa conclusión. Otros estudios de ADN antiguo que utilizan nuevas y poderosas herramientas para extraer y probar material genético de la momia podrían ayudar a resolver ese misterio.
Las dos entradas a la tumba anteriores a Carter
Carter encontró pruebas de que, después de haber sido sellada, al menos dos veces se entró a la tumba, pero no eran ladrones de tumbas porque no se llevaron objeto alguno. ¿Por qué? La teoría más extendida es que su nombre, de alguna manera, era ignominioso para los propios egipcios. Akenatón, padre de padre de Tutankamón, está considerado como uno de los primeros reformadores religiosos de la historia: impulsó una especie de fin politeísta para colocar a Atón como prácticamente único dios.
Ese pseudomonoteísmo fue contestado por la sociedad egipcia, que tras la muerte de Akenatón y Tutankamón procedieron a eliminar cualquier vestigio de los faraones ‘herejes’ en templos e inscripciones.
Los faraones posteriores omitieron de los registros escritos cualquier mención de kenatón y Tutankamón y la tumba de Tutankamón fue tratada con igual desdén. Las cabañas de los artesanos que trabajaban en la tumba del rey Ramsés VI casi 200 años después de la muerte de Tutankamón se construyeron sobre la escalera que conduce a la tumba cercana, mucho más pequeña, de Tutankamón y las astillas de piedra caliza de la construcción cubrían el emplazamiento. Las cabañas permanecieron en su lugar hasta que apareció Carter.
¿Dónde está la tumba de Nefertiti?
Incluso la tumba de Tutankamón puede no ser lo que parece. El egiptólogo Nicholas Reeves, de la Expedición Egipcia de la Universidad de Arizona en Tucson, ha argumentado desde 2015 que el lugar de enterramiento del niño rey estaba destinado a Nefertiti porque, argumenta, sucedió brevemente a Akenatón como gobernante de Egipto.
Nadie ha encontrado la tumba de Nefertiti todavía. Pero Reeves predice que una pared de la cámara funeraria de Tutankamón bloquea el acceso a una tumba más grande donde yace Nefertiti. Escenas pintadas y escritos en esa pared representan a Tutankamón realizando un ritual en la momia de Nefertiti, afirma. Y la estructura cuadriculada de esas pinturas fue utilizada por artistas egipcios años antes del entierro de Tutankamón, pero no en el momento de su entierro.
Pero cuatro de los cinco estudios de teledetección realizados dentro de la tumba de Tutankamón no han encontrado evidencia de una tumba oculta y Nefertiti sigue siendo el gran misterio de Egipto.
Fuente: https://www.rtve.es/noticias/20221104/tutankamon-tumba-cien-anos/2407862.shtml