En la cueva de Tautavel, en los Pirineos Orientales, han aparecido pruebas arqueológicas que demuestran que los europeos se servían de él hace 560.000 años
J. ORS / LA RAZÓN
La cueva de Tautavel es uno de los yacimientos arqueológicos que más sorpresas está dando en Francia. Allí se encontró, por ejemplo, el diente del que hoy es considerado el francés más antiguo. Pero, más allá de falsos nacionalismos, la realidad es que los arqueólogos están sacando una multitud de datos interesantes de estos sustratos. Desde que comenzó su excavación a principios de los años sesenta se han hallado multitud de herramientas procedentes del paleolítico y se han localizo más de 150 restos humanos. Una verdadera mina de datos que pueden despejar muchas incógnitas sobre ese periodo.
Ahora, el diario “Le Figaro” adelanta una exclusiva. Hasta el momento se consideraba que los europeos habían dominado el fuego hace unos 400.000 años. Una edad en donde nuestros antepasados ya podrían prender hogueras y, por tanto, dar un enorme salto para controlar sus vidas, dominar el entorno, mejorar la dieta y encontrar abrigo y seguridad en un entorno que presentaba innumerables riesgos. De momento, las pruebas más antiguas, en Europa, pertenecen a Inglaterra, en Beeches, donde hay restos de hace 414.000 años; Francia, en Menez Dregan, datados hace 400 000 años, y Alemania, en Bilzingsleben, donde se han encontrado pruebas de hace por los menos 370 000 años. En España las pruebas más antiguas provienen de Solana del Zamborino.
Pero las últimas investigaciones, que ha publicado la Academia de las Ciencias de Francia, han demostrado que esta fecha podría retrasarse. Y no precisamente poco, sino bastante, por lo menos 160.000 años, según se deduce de los restos de fuego que se han encontrado en Tautavel. Los científicos todavía están examinando las pruebas, según informa este diario francés. Todavía son muy prudentes a la hora de sacar conclusiones por adelantado, pero también muestran un evidente entusiasmo ante la posibilidad de que las conjeturas iniciales sean ciertas. ¿Cuál es su principal duda?
Es cierto que en el interior de Tautavel, en la parte central de la cueva, a una veintena de metros de la boca de la entrada, han encontrado rastros de carbón. Pero, teniendo en cuenta que parte de esta gruta está compuesta por material de hierro, han preferido ser más cautos. También conservan ciertas reservas respecto a cuál puede ser su origen. Si es natural, provocado por un fuego fortuito, o si procede del hombre. Y es más, si es natural, debido a un incendio, por ejemplo, que se hubiera desencadenado en un bosque, es muy posible que los habitantes de entonces se hubieran aprovechado de esa circunstancia accidental para traerlo al interior de Tautavel, lo que podría haber ocurrido perfectamente. La otra posibilidad es que este fuego se deba a que a esas alturas de nuestra historia, los hombres ya fuéramos capaces de generar fuego a nuestra voluntad y cuando más nos conviniera. En los dos casos, está claro que nuestros antepasados ya recurrían a él y lo utilizaban.
De momento, sobre lo que no existe ninguna duda, es que en este lugar había campamentos recurrentes si no estables y que, por lo visto, se trabaja la carne con bastante frecuencia, como han demostrado las armas descubiertas durante los trabajos de excavación. Ahora solo quedan esperar los resultados de estas nuevas pruebas, que se espera que lleguen a final de este año.
Fuente: https://www.larazon.es/cultura/20210925/hkms3cpjqvcfneaqn6mxg6zi3e.html