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El día que Pérez Prado abarrotó el salón Colonia, tras su deportación | La-Lista

Durante el tiempo que Dámaso estuvo en México logró formar parte de la idiosincrasia del mexicano. Su música logró penetrar los hombros, caderas y corazones de los jóvenes rebeldes que se contoneaban con su atrevido ritmo.

El día que Pérez Prado abarrotó el salón Colonia, tras su deportación
Pérez Prado murió en la Ciudad de México el 14 de septiembre de 1989. Foto: Orquesta Pérez Prado/Facebook.

El próximo miércoles 11 de diciembre es el natalicio de Dámaso Pérez Prado, el músico cubano que revolucionó el mambo y la vida de muchos mexicanos. Durante la década de los 50, el matancero llegó a la gloria de la música popular con una serie de mambos: el número 5, el número 8, el del Politécnico, el universitario, el de Lupita y muchos más.

Pérez Prado también conquistó el cine y diversos teatros, como el mítico Blanquita. Sin embargo, tuvo que dejar el país en 1953 por problemas migratorios. Según le contó Iván Restrepo al periódico La Jornada en una entrevista, el “cara de foca” tuvo problemas con un empresario, y como venganza, lo puso en la mira de las autoridades para que revisaran su estancia legal en el país.

Durante el tiempo que Dámaso estuvo en México logró formar parte de la idiosincrasia del mexicano, sobretodo del capitalino. Su música logró penetrar los hombros, caderas y corazones de los jóvenes rebeldes que se contoneaban con su atrevido ritmo. Ese cariño que implantó en los “defeños” perduro por varios años. ¿Cómo olvidar a quien le compuso un mambo a los ruleteros?

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Pérez Prado regresó a México 11 años después de su expulsión, según cuenta Restrepo. Corría la mitad de la década de los años 60 cuando ocurrió uno de los grandes reencuentros con el público mexicano. En aquel entonces, Simón Jara era un importante promotor y empresario del salón Colonia, uno de los centros de entretenimiento más importantes del Distrito Federal. Estaba ubicado en la calle Manuel M. Flores de la Colonia Obrera.

Jara, según me tocó en una entrevista hace algunos años, organizaba un festival de aniversario en el salón Colonia. En esa ocasión tenía preparado un cartel de lujo: la Sonora Santanera, Arturo Núñez y su orquesta, el Conjunto Africa, Acerina y su danzonera, la Danzonera Dimas, así como Pepe Luis y su orquesta Universitaria. Sin embargo, los salones que eran su competencia comenzaron a copiar el cartel y lanzaron eventos previos al suyo.

Ante este panorama, me relató que una semana antes de que se llevara a cabo el festival, un amigo lo contactó y le ofreció contratar a Pérez Prado. Jara sin pensarlo decidió traer al “Rey del mambo” sin antes consultarlo con sus tíos ni su padre, puesto que el salón Colonia era un negocio familiar. “Antes del evento me dieron la regañada de mi vida”, me confesó entre risas.

Cuando se abrieron las puertas del salón había dos enormes filas de gente: la de las damas que daba hacia el poniente llegaba hasta la avenida Niño Perdido (hoy, Eje Central), mientras que la de los caballeros doblaba hasta la calle Simón Bolivar. Para las 7 de la noche, la calle de Manuel M. Flores se tuvo que cerrar porque el tumulto de gente abarcó de banqueta a banqueta.

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“Yo me asomé por las ventanas, porque la gente se quería subir por ahí. Y en eso vi a alguien de blanco y cabeza negra: era Perez prado que no lo dejaban acercarse al Colonia”, explicó don Simón. Para que el músico matancero pudiera entrar al salón le tuvieron que dar acceso por una puerta trasera donde el público no lo viera.

La orquesta ya estaba montada, sólo estaban a la espera del “Cara del foca”, pero era tanta la fiebre de la multitud que estaba ávida por escuchar mambo que los músicos tuvieron que empezar su presentación, mientras Dámaso lograba entrar al recinto. Esa noche fue un éxito total, ya habían pasado 15 años desde el esplendor que el mambo en México y la gente todavía respondió con el fervor del siempre.

Pérez Prado no volvió a salir del país, murió en la Ciudad de México el 14 de septiembre de 1989. Sin embargo, su legado sigue vivo y presente para muchos citadinos. De tal suerte, que el próximo sábado 14 de diciembre le harán un baile homenaje en el salón Los Ángeles, el único sitio sobreviviente de aquella época de oro. ¡Larga vida a la memoria del rey del mambo!

Fuente: https://la-lista.com/opinion/el-dia-que-perez-prado-abarroto-el-salon-colonia-tras-su-deportacion

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