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#ElRinconDeZalacain | Recomendaciones de cultivos y otras curiosidades del Calendario del Más Antiguo Galván en 2025

Los métodos para medir el tiempo son muy antiguos, comentaba Zalacaín al inicio del año y mostrando su tradicional calendario; el más antiguo se localiza en Escocia sobre un monumento mesolítico, fechado en el año 8 mil Antes de Cristo y aportaba información sobre las fases del sol y la luna, útiles para la agricultura.

Otro muy antiguo es el calendario egipcio, 3 mil años Antes de Cristo y con usos similares al escocés.

En términos generales el manejo del tiempo, el “fechar”, estuvo de alguna manera destinado a un uso muy exclusivo, de las clases pudientes y sobre todo de quienes, sabían escribir y leer.

La iglesia católica contribuyó al afianzamiento del calendario, principalmente cuando con las investigaciones del siglo XVI el Vaticano se dio cuenta de una imprecisión. El llamado Calendario Juliano fue reformado por el Papa Gregorio XIII quien, ayudado del alemán, jesuita, Christopher Clavius, creó el Calendario Gregoriano, vigente a la fecha.

En la Nueva España los calendarios eran caros, su uso estaba destinado a las clases pudientes y por tanto la información contenida también era una forma del ejercicio del poder.

Con la Independencia de México hubo una reforma en el uso de las imprentas y algunos editores iniciaron la actividad, convertida en moda, para tener en un solo libro, almanaque, el conjunto de fechas, santoral, fenómenos astrológicos, festividades de parroquias, ferias, etcétera y además de fácil transporte, surgieron así los libros de bolsillo, y en este rubro se inscribió el “Calendario del Más Antiguo Galván” cuya primera edición fue en 1826 gracias a don Mariano Galván Rivera.

Y Zalacaín por fin descubrió el documento, hasta ese momento boca abajo. Ese calendario lo adquiría cada fin de año para tenerle siempre desde el primer día del nuevo año, lo hojeaba y buscaba referencias de efemérides, días de descanso, y marcaba los días de santos y cumpleaños de sus seres queridos y amigos.

Y cada semana repasaba el santoral de los siguientes días para tenerlos presentes y felicitar a quien llevara ese nombre.

El Calendario del Más Antiguo Galván le servía al aventurero para documentarse también sobre las celebraciones con fechas móviles, como el Corpus Christi, el inicio de la Cuaresma, la Semana Santa, y por supuesto los días de descanso laboral conforme a las leyes mexicanas.

Y Zalacaín abrió su calendario Galván de 2025.  El 5 de marzo será el Miércoles de Ceniza, la Semana Santa del 13 al 20 de abril. Los amigos empezaron a preguntar sobre su santo y su cumpleaños, aniversario de bodas, y Zalacaín consultaba el calendario y leía el párrafo dedicado a ese día incluyendo los santos a celebrarse.

Otros datos curiosos aparecían en la página titulada “Notas Cronológicas”. Por ejemplo, Según el Martirologio el mundo se creó hace 7224 años; el Período Juliano inició hace 6738 años, el Diluvio Universal fue hace 4982 años; la Ciudad de México se fundó hace 700 años, la Aparición de la Virgen de Guadalupe fue hace 494 años; el teléfono fue inventado por Graham Bell hace 149 años; el fonógrafo de Edison apareció hace 148 años; la Basílica de Guadalupe fue erigida el mes de mayo de hace 121 años…

Un apartado le había despertado curiosidad a Zalacaín, se refería a los cultivos de bajo consumo de agua en México. El calendario explicaba “La escasez de agua a nivel mundial es un desafío creciente que afecta a millones de personas y amenaza la seguridad alimentaria… En ese contexto, la elección de cultivos que requieren poca agua es crucial para la sostenibilidad agrícola y la seguridad alimentaria del país”.

Y el Calendario del Más Antiguo Galván recomienda para este año la siembra del Nopal pues “Además de su bajo consumo de agua, el nopal es una fuente importante de nutrientes y tiene múltiples usos, desde alimentación humana hasta forrajera y medicinal”.

También del Agave, se adapta a climas secos, tiene un ciclo de vida largo y requiere de poco mantenimiento.

Le siguen las recomendaciones de sembrar Quinoa, Frijol y el Huizache, ese arbusto pequeño, espinoso, se usa como forraje en la alimentación de los animales, permite recuperar suelos, se usa para curtir pieles y en la producción de la goma y resinas.

Zalacaín se dispuso a poner en la agenda del inicio del año el consumo de más nopales, en casa de su abuela se acostumbraba a tenerlos muy a menudo, se hervían y se colocaban en un platón junto a cebolla recién rebanada y rábanos cortados en trozos pequeños, aceite de oliva, a veces se añadía orégano en polvo o perejil finamente picado, se usaban estos nopales como acompañamiento de otros platos.

Pero una de las recetas estrella, hasta la fecha consumida por Zalacaín eran los “Huevos revueltos con charales y nopales” en salsa verde de tomates asados, la costumbre venía de la dieta derivada de la Cuaresma cuando no se permite la ingesta de carne; al final acabaron formando parte de los desayunos del fin de semana en casa de Zalacaín, pero no iban solos, se acompañaban con un par de cucharadas de frijoles negros, muy negros, caldosos, los mismo usados, fríos, en la sopa de fideos, pero esa, esa es otra historia.

* Autor de “Orígenes de la Cocina Poblana” Editorial Planeta.

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