Los Periodistas

Disminuir nuestra huella ecológica, una prioridad

Por Fernando Manzanilla Prieto

El 1 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Ecología y de los Ecólogos, ciencia que tomó su nombre en 1869, para recordar en todo el planeta la importancia de respetar las relaciones que existen entre los seres vivos y su medio, así como concientizar a las poblaciones sobre la trascendencia de mantener una relación armónica con el ambiente.

Hoy, más que nunca, es prioritario tener conciencia sobre el cuidado de nuestro planeta y la huella que dejamos en él, ya que el cambio climático avanza a gran velocidad.  La ecología ha adquirido mucha importancia debido a las evaluaciones sobre la desaparición de especies, la pérdida de los bosques tropicales, la regulación climática e hidrológica, la contaminación de las aguas, los suelos y el aire, entre otros.

Las investigaciones revelan que el daño ambiental y ecológico es cada vez mayor. Se relaciona con fenómenos como la desertización, el aumento de la temperatura, la erosión de los terrenos, la destrucción de la biodiversidad, la crisis mundial de los recursos hídricos, la contaminación ambiental y otras causas.

Por ello, reitero la urgencia de tomar un rol activo y consciente en el cuidado de los recursos naturales, para poder cambiar el paradigma económico hacia uno más amigable con el medio ambiente, considerando algunas medidas como las tres erres: reducir-reusar-reciclar para revertir nuestro paso por el planeta.

Esta fecha orientada a la ecología como disciplina científica y al trabajo de los ecólogos nos recuerda la necesidad de mantener una relación armónica con el ambiente y disminuir, en la medida de lo posible, nuestra huella ecológica.

La huella ecológica es un indicador para conocer el grado de impacto de la sociedad sobre el ambiente, concepto propuesto en 1996 por William Rees y Malthis Wackernagel. Es una herramienta para determinar cuánto espacio terrestre y marino se necesita para producir todos los recursos y bienes que se consumen.

Desde luego los resultados no han sido favorables, la huella ecológica de cada uno de nosotros es superior, utilizamos más espacio del que nos corresponde para cubrir nuestras necesidades, más de lo que el planeta puede darnos.

Sin duda, uno de los más grandes retos que enfrentamos hoy es el uso y optimización de los recursos naturales, de manera inteligente, para poder garantizar el bienestar y el crecimiento de nuestras sociedades de forma armónica.

Al margen de las estrategias y políticas públicas que puedan poner en marcha los gobiernos, debemos plantearnos ¿qué podemos hacer cada día desde nuestra trinchera? ¿qué medidas podemos adoptar de manera individual para cambiar nuestra relación con el medio ambiente?, es decir, poner en marcha algunas acciones para contribuir con nuestro granito de arena.

A continuación, comparto algunas medidas que podemos poner en práctica y compartir con nuestros grupos de amigos y trabajo, para expandir esta toma de conciencia en beneficio del planeta.

En la medida de los posible, generar la mínima cantidad de desperdicios, buscando un consumo responsable que elimine productos de un solo uso, poniendo especialmente atención a aquellos que contribuyen a la contaminación por plásticos y a los desechos tecnológicos.

Si es factible, cada día al desplazarnos a nuestros centros de trabajo o estudio, caminar, utilizar la bicicleta en lugar del transporte público, incluso por salud en estos tiempos de pandemia. Los gases de efecto invernadero producidos por los medios de transporte tradicionales hacen que el aire de nuestras ciudades se contamine.

Hacer un uso responsable del agua. ¿Cuánta agua se malgasta en casa al momento de bañarse o lavar el automóvil? ¿Cerramos el grifo a la hora de lavarse los dientes? ¿Tenemos fugas que no hemos arreglado?

Prestar atención a la energía que consumimos en nuestros hogares. Cambiar los focos y lámparas tradicionales por otras de bajo consumo, ya que no solo nos ayuda a ahorra dinero, sino que permitirá un menor uso de energía y emisiones de CO2. Desenchufar los equipos electrónicos que no se utilizan también es una medida que podemos tomar como hábito responsable.

Y desde luego las tres erres ya mencionadas. Reciclar debe ser la última medida después de reducir y reutilizar; además de la correcta separación de la basura, plástico, vidrio, papel y orgánicos.

Aunque sólo exista un día en el que se conmemora a lo largo del calendario anual, debemos tener presente la palabra ecología a lo largo de los 364 días restantes, ya que en un día no podemos borrar nuestra huella ecológica y el daño que hemos hecho a nuestro planeta desde hace tanto tiempo.

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