El artista profirió insultos como «eres una guarra, tu cara no me gusta nada, te voy a sacar del avión con las piernas por delante»
EFE / LOC / EL MUNDO
El juzgado de Instrucción número 12 de Madrid condenó en 2004 al cantaor Diego El Cigala por una falta de amenazas a una azafata. El artista fue condenado a pagar20 días de multa a razón de seis euros diarios, e indemnizar a la azafata, M.J.M., con245 euros por los días que estuvo incapacitadapara trabajar, además de con 1.200 euros por las secuelas sufridas y con 2.520 euros por los gastos médicos,
En la sentencia también se condenaba al cantaor de flamenco a la prohibición de acercarse a la azafata a una distancia inferior a 200 metros durante un plazo de tres meses, y al abono de las costas del juicio de faltas.
Según los hechos probados, Diego El Cigala embarcó el 29 de marzo de 2003 en el aeropuerto de Barajas en el vuelo 9706 de Air Europa con destino a Tenerife y, tras situarse en su asiento, se dirigió a la azafata, a la que entregó una bolsa con un traje para que lo guardara.
La azafata le contestó que en dicho avión no había armarios y le indicó que podía colocar el traje en el compartimento situado encima de su asiento.
Diego Ramón Jiménez Salazar (nombre de pila del artista) «en un tono tremendamente exaltado y agresivo», comenzó a proferir expresiones contra la azafata como «eres una guarra, tu cara no me gusta nada, te voy a sacar del avión con las piernas por delante, te vas a acordar de mí, me cago en ti y en los de tu raza».
Ante este comportamiento, la tripulante se dirigió a la cabina del avión para informar al comandante del incidente y, en el momento de entrar en la cabina, el cantaor «intentó dar un manotazo a la azafata por la espalda, lo que no consiguió al cerrar ésta rápidamente la puerta».
Después, el comandante del avión llamó a la Guardia Civil del aeropuerto de Barajas, que procedió a desembarcar al pasajero.
La sentencia añade que, como consecuencia de estos hechos, la azafata sufrió una crisis de ansiedad, tuvo que ser tratada médicamente y estuvo impedida para sus ocupaciones habituales durante siete días, quedándole como secuela trastorno por estrés postraumático, y tuvo que hacer frente al pago de una factura por servicios médicos por importe de 2.520 euros.
Fuente: https://www.elmundo.es/loc/famosos/2021/06/10/60c1bd85fc6c83014c8b45f2.html