Expertos consultados por La Silla Rota coincidieron en que las reformas constitucionales presentadas por el presidente de la República esconden un trasfondo electoral, más que beneficios sociales con metas alcanzables
ARIEL RODRÍGUEZ / MARCO A. MARTÍNEZ / LA SILLA ROTA
A unas cuantas horas de que el presidente Andrés Manuel López Obrador revelara que su paquete de iniciativas de reformas constitucionales para el último tramo su sexenio conlleva un total de 20 puntos claves –entre los cuales destaca una reforma al Poder Judicial, la desaparición de organismos autónomos y una reforma electoral– expertos destacaron que la maniobra legislativa del Ejecutivo tiene más tintes electorales que de beneficios sociales. Lo anterior, de cara a las elecciones del 2 de junio, donde estarán en disputa la Presidencia de la República, 8 gubernaturas y la Jefatura de Gobierno; y los 500 escaños y 128 curules de la Cámara de Diputados y el Senado de la República.
“Es un tema más ‘electorero’ que realmente el buscar el bienestar social del país”, dijo a La Silla Rota el abogado fiscalista y contador público, Mauricio Trahyn Bautista, quien además es integrante del Colegio Nacional de Abogados.https://d-1129365765230424656.ampproject.net/2401191523000/frame.html
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Por su parte, el Dr. Rogelio Rodríguez Garduño, catedrático en el postgrado en la rama constitucional de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que “Lo que el Presidente está haciendo es marcar la agenda de la discusión electoral. Esto que hoy vimos parece más un discurso de toma de protesta de acciones o el discurso de un candidato a la presidencia. Está marcando la agenda”.
Adelantó incluso que este paquete de reformas se convertirán en el eje central de los deportes de las aspirantes a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” y Xóchitl Gálvez de la coalición “Fierza y Corazón por México”.
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Por otra parte, el abogado postulante, Tulio Salanueva, titular de la firma jurídica Salanueva y Asociados e integrante del Colegio Nacional de Abogados, dijo a La Silla Rota que con este paquete de reformas “hay una voluntad de hacer una reforma social”.
“Creo que es una iniciativa que en lo general pareciera pugnar por un Estado más social, pugnar por la Democracia, por el bienestar social, por el bienestar público”.
El paquete de “reformas electorales” ya fue entregado por parte de la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, esta tarde del 5 de febrero a la Cámara de Diputados, en donde se iniciará con los debates en comisiones.
Entre las propuestas destacan las reformas al Poder Judicial, que pretende reducir de 11 a 9 los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, además de que vayan a elecciones a 2025; una reforma en materia electoral, que propone reducir el gasto para campañas y la elección directa de consejeros y magistrados electorales; y la eliminación de organismos autónomos como el INAI y la Cofece. Pero también se proponen varias reformas en temas sociales; por ejemplo, reafirmar el derecho a la pensión de adultos mayores a partir de los 65 años y aumentar le monto año con año, y lo mismo para personas con discapacidad que recibirán pensión de carácter universal.
Las reformas “son muy buenas a mi parecer. La reforma a las pensiones es una reforma muy buena porque se busca el bienestar social de los mexicanos, y uno de los principales motivos de los estados es distribuir el gasto social en una parte igualitaria. Entonces, las pensiones son parte importante del bienestar social. El problema es la economía del país. Entonces, nos encontramos en una disyuntiva: se busca el bienestar social, ¿pero a base de que o en contra de quien? La economía del país no tiene la capacidad para fomentar el gasto que pretende el Ejecutivo en esta reforma de pensiones”, opinó Trahyn Bautista.
Largo camino
Los expertos recordaron que, al tratarse de reformas constitucionales, la apuesta del Presidente conlleva más que mucho esfuerzo por parte del Congreso de la Unión. Para empezar, se requerirá de la aprobación de la mayoría calificada, es decir, dos tercios o tres cuartas partes del número total de los legisladores presentes en cada cámara, además de el aval de, al menos, 17 de las 32 legislaturas locales de la República.
“Es un hecho que hoy no van a pasar y van a llegar a la siguiente Legislatura, si es que la legislatura siguiente las toma, y hay que ver cómo se conforma (…) Si no hay mayoría, pues se habrán quedado en buenas intenciones del Presidente”, dijo el catedrático de la UNAM, tras señalar que Morena y sus aliados no cuentan con la mayoría calificada requerida, solo la simple.
Además de la Presidencia de la República y las gubernaturas de nueve entidades federativas, incluyendo la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, este 2 de junio también se votará la renovación de los 500 curules y 128 escaños de la Cámara de Diputados y el Senado de la República. De lograr una mayoría calificada en la nueva legislatura que entra vigor en agosto, el Presidente tendría entonces lo necesario para aprobar sus reformas, pero el panorama electoral para lograrlo sigue siendo complicado en los ojos de los expertos.
“En este caso no se habla sobre la promulgación de nuevas leyes, se habla directamente sobre la reforma a la Constitución y efectivamente nuestra Constitución es de un régimen duro, es decir, que se requiere una mayoría calificada del Congreso de la Unión, de la Cámara de Diputados y Senadores, y además la aprobación de la mayoría de las legislaturas de los estados. Es una reforma que, si bien la ideología es la misma, pues ya no podría ser impugnada o discutida en cuanto al alcance de la Ley porque ahora lo que se pretende reformar es el texto constitucional, y en esa materia ya no cabría lugar a la revisión por parte de (la Suprema Corte de Justicia de la Nación)”.
Una bomba de tiempo
Jorge Márquez, investigador del Centro de Estudios Políticos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM consideró que las iniciativas de reformas presentadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su mayoría eran las esperadas.
El analista no recuerda que otro presidente haya presentado tantas y lo más cercano podría ser el caso de Enrique Peña Nieto cuando presentó las del Pacto por México, pero fueron a lo largo de varios meses. También observa que la forma en que el presidente las presentó, con una descripción breve y sintetizada, le permitió no ser específico. “Ayuda a que te critiquen menos”, dice el politólogo en entrevista con La Silla Rota.
Jorge Márquez se refiere a la propuesta de reforma de la eliminación de los órganos autónomos considerados onerosos. Resalta que el presidente López Obrador no explicó a cuáles se refería pero cuestiona si eliminar al INAI se puede comparar a lo que se ha gastado en Pemex sin tener productividad o al monto de la cancelación del aeropuerto de Texcoco.
Respecto a la reforma al Poder Judicial para que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sean electos, señala que eso solo haría que se destruya la división de poderes, pues participarían los partidos políticos que además le meterían dinero al proceso, además de que se imitaría la forma en que se eligen a los otros dos poderes.
Pero al proponerla al final de su sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador sabe que no tiene la mayoría para sacarlas adelante, pero el paquete servirá para apretar en la campaña con los temas ya puestos sobre la mesa.
“Tiene claro que la 4T no se concluyó en este sexenio y va a hacer un llamado a que se sepulte a los conservadores y es la bandera de la campaña que le hace a la candidata Claudia Sheinbaum”, añade Márquez.
Respecto a aumentar la pensión de adultos mayores y las becas para estudiantes, considera que es de las más terribles propuestas, porque esas quizá si pasen, ya que sería suicida electoralmente para la oposición decir no.
“Van a activar una bomba de tiempo, esas de regalar dinero pueden pasar y eso puede generar un problemón”, alerta.
Es viable con reforma fiscal
Ignacio Martínez, del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM, ve viable la reforma de las pensiones propuesta por el presidente.
Pero para ello es necesaria una reforma fiscal para ampliar la base de los contribuyentes, dice a La Silla Rota.
“Las plataformas por internet no pagan impuestos, como Uber u Airbnb, es ahí donde junto con esta serie de reformas habría que revisar a la reforma fiscal para ampliar el espectro de tributantes en México. El gobierno podría hacer más recursos, no solo es ver el fondo. Es viable con tabuladores medios que tienen trabajadores en el IMSS como el ISSSTE”.
La reforma fiscal -que no tributaria- también es necesaria para tener recursos para la de las becas y pensiones.
“Debe ir acompañado de la reforma fiscal porque lo que tenemos este año es un déficit de ingreso de casi 2 billones de pesos, no alcanza a cubrir los ingresos relacionados con egresos, que aumentan constantemente; si no se hace reforma fiscal vamos a tener aumento de egresos de manera constante”, prevé.
También se requiere que los grandes deudores paguen sus impuestos, y eso es lo que ha ido ocurriendo y ahora sólo queda pendiente de pagar la empresa de Ricardo Salinas Pliego, dice Martínez.
Electorales y fantasiosas
El analista José Antonio Crespo no cree que el presidente Andrés Manuel López Obrador tenga los números suficientes en el Congreso de la Unión para aprobar las reformas, pero le servirá para hacer campaña y mostrar lo que ofrece la cuarta transformación.
El también autor del libro AMLO en la balanza, expresa que en varias reformas está de acuerdo pero a otras las desaprobó, como la de hacer cambios en el Poder Judicial, así como la de eliminar a órganos autónomos y a los legisladores plurinominales, y recuerda que la reforma que presentó Pablo Gómez era quitar a los de mayoría, no a los uninominales.
Además, Crespo considera que quitar a los plurinominales significa generar una sobrerrepresentación en el Congreso con un porcentaje altísimo de curules para quien obtenga mayoría, mientras que las demás fuerzas están subrepresentadas.
Respecto a las reformas con aspectos positivos, menciona que son como una carta a Santa Claus, y las compara con el proyecto de López Obrador de 2018.
“Uno estaba de acuerdo en casi todo, ahora es igual con lo del 100% de las pensiones, a todo dar pero la mayoría de los analistas dice que no va a alcanzar. Al rato debe haber una reforma para ajustar lo que alcance, lo mismo que con otras, padrísimo, te lo firmo, pero ¿cómo le vas a hacer? Que este en la Constitución no quiere decir que sea por magia”, cuestiona.
“Va a pasar como con su proyecto de crecimiento de 6% pues no fue, o que no se vayan más mexicanos de México pero se fueron más, o que la salud sea como en Dinamarca, tampoco fue”.
Menciona que algunas son factibles, otras le llamaron la atención como esa de que campesinos y trabajadores sean dueños de sus viviendas.
“Si las compraron van a serlo, esa está rara”.
Coincidió con Márquez en que tienen un sentido electoral donde si la oposición decide ir en contra el presidente los va a culpar de no querer hacer cambios. Pero también es para mostrar al electorado lo que puede ofrecer Claudia Sheinbaum. “Les veo intención electoral y a otras las veo muy fantasiosas”.
Parece plan de gobierno
El profesor de Ciencia Política en la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey, Gustavo López Montiel comparó el paquete de 20 iniciativas del Andrés Manuel López Obrador con un plan de gobierno.
“Es un tipo de iniciativas que se presentan al inicio de gobierno, con lo que se ha planteado los últimos meses está poniendo las guías o el corral a quien sea presidenta o presidente, independientemente de que sea Sheinbaum, son los principios o elementos que la cuarta transformación requiere”.
López Montiel prevé que algunas iniciativas serán aprobadas y las que no serán usadas para hacer campaña.
Nota que hay iniciativas en las que el presidente insiste, como es el caso de la reforma judicial que implica hacer cambios en la SCJN.
“Ya sea que se apruebe o no en estos meses, sí pone el plan de gobierno para el siguiente”.
En su opinión entre las reformas inviables están la judicial, la de los órganos autónomos y la de las pensiones.
“Esta última pese a que plantea una especie de capital semilla es un plan inviable, se ha demostrado en otros países y en el país no hay estructura financiera para soportarlo”, advierte López Montiel.
Otras iniciativas son más sensibles y quizá sean aprobadas, como el tema de los grupos indígenas o afroamericanos. “Al final son temas electorales”. Sea cual sea el resultado, las reformas son una atadura para Claudia Sheinbaum. “Si gana Sheinbaum se va a ver obligada a cumplir estos temas, como el de los ferrocarriles como parte de su plan de gobierno, si no lo hace se echa encima a los grupos duros de la cuarta transformación”, concluye.