Oaxaca, Tlaxcala, Puebla, Colima e Hidalgo presentaron los mayores niveles inflacionarios durante la primera quincena de julio pasado.
RODRIGO A. ROSALES CONTRERAS / EL ECONOMISTA
La inflación anual en México, presionada por agropecuarios y energía, repuntó a 5.61% en la primera mitad de julio del presente año, que significó el mayor aumento de los precios al consumidor en las últimas 27 quincenas.
De las 32 entidades federativas, 14 se ubicaron por encima del resultado nacional, es decir, estos estados presentan una mayor presión en el consumo de sus hogares.https://geo.dailymotion.com/player/x9ws1.html?playlist=x7lrcy&mute=true
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de Oaxaca mostró el mayor aumento, con una variación anual de 6.95% en los primeros 15 días del séptimo mes del año en curso.
Al interior del INPC de la entidad que albergará, junto con Veracruz, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y sus polos de desarrollo, el chayote fue el producto que registró el alza más elevada, de 125.35% anual.
Le siguieron jitomate (95.51%), calabacita (66.83%), tomate verde (55.04%) y Guayaba (50.04%); de hecho, de sus 10 bienes y servicios con la mayor inflación anual, nueve superaron tasas de 40 por ciento.
Dinamismo económico
La segunda entidad con la inflación general más elevada corresponde a Tlaxcala (6.89%), mientras la tercera posición fue para Puebla (6.84%); estos dos estados, por su ubicación geográfica, conjugan en algunas actividades económicas, destacando en la industria textil.
El cuarto lugar de la mayor inflación anual se traslada hasta el estado de Colima, que obtuvo un indicador de 6.52%, cuyo dinamismo económico provino de la actividad portuaria de Manzanillo, lo cual presiona a los precios al consumidor.
Por su parte, Hidalgo completa el top 5 con una inflación anual de 6.48%; la presión de los precios deriva de que la entidad se colocó en la cima de ventas minoristas, principal indicador del consumo, por lo que ante una mayor demanda, suben los precios.
Otros incrementos altos del INPC se dieron en Chiapas, Zacatecas, Morelos, Veracruz, Michoacán, Yucatán y Jalisco.
Menor presión
En tanto, Baja California Sur mostró la menor inflación anual durante la primera quincena de julio pasado, de 3.65%, dando holgura a sus familias en términos de poder adquisitivo.
Al igual que la mayoría de las entidades del país, su genérico con mayor aumento en su precio fue el chayote (138.57%), pero a diferencia de Oaxaca, de sus 10 productos con las tasas más elevadas, sólo cinco superaron el nivel de 40 por ciento.
Además, de los bienes y servicios que exhibieron las caídas más pronunciadas en sus precios, se encuentran productos agrícolas, como el limón y la manzana, que tienen gran incidencia en el INPC de Baja California Sur, impactando a la baja en el índice general.
La inflación de 3.65% de la entidad fue la única que estuvo dentro del rango objetivo del Banco de México (Banxico), de 3% +/- un punto porcentual.
Comportamiento fronterizo
Los resultados de la inflación también manifiestan que los estados en la frontera norte de México obtuvieron niveles por debajo del indicador nacional. Las mejores, con una variación inferior a 5%, fueron Chihuahua, Sonora y Coahuila.
La dinámica de las entidades fronterizas difiere del resto de la República mexicana por su cercanía a Estados Unidos, es decir, son economías dolarizadas y binacionales -mayor relación económica con el sur de la Unión Americana-.
Su baja inflación se explica principalmente por dos motivos: la apreciación del peso frente al dólar, de 4.9% anual en el periodo de análisis (de 18.08 a 17.20 pesos por dólar), y la debilidad industrial de Estados Unidos (apenas un alza de 0.4% en junio).
En el primer caso, desincentiva los precios en el apartado de mercancías no alimenticias, que en su mayoría son importadas, mientras en el segundo, mediante una menor demanda fabril.
Panorama incierto
Ve por Más (BX+) estima que la inflación interanual exhiba cierta desaceleración en lo que resta del año, sin embargo, reconoce que el panorama todavía es incierto y recientemente se han agudizado algunos riesgos al alza.
Continúa previendo que un menor crecimiento económico en el segundo semestre contribuya a que se moderen algo más los precios. No obstante, advierte que el proceso no será lineal y estima que la inflación baje de 4% (límite superior del rango de tolerancia de Banxico) hasta el 2025.
“En primer lugar, es posible que la dilución de los choques de años pasados ya no contribuya al proceso de desinflación en mercancías. Segundo, la depreciación cambiaria observada en junio, de extenderse, ejercería algo de presión al alza en bienes importados. Tercero, si bien prevemos que cedan algo, los servicios mantendrán cierta renuencia a bajar, principalmente por el traspaso de las presiones salariales acumuladas, lo cual se agravaría si el próximo año se mantiene una agresiva política de salario mínimo”, señala BX+.
También añade que la latencia de tensiones geopolíticas y eventos climáticos adversos pueden mantener elevados los precios de productos energéticos y alimentarios, que los altos niveles de inflación por un periodo prolongado pueden ocasionar que las expectativas de precios se anclen en niveles superiores a la meta de 3% anual.