Los Periodistas

¿Cuánto va a durar la pandemia?

Por Fernando Manzanilla Prieto

Durante los últimos meses, nuestra idea de cuánto iba durar la pandemia del Covid se ha venido modificando una y otra vez. Al principio muchos pensaron que solo duraría algunos meses. Luego, cuando se anunciaron las vacunas, todo mundo pensó que este año, o máximo en 2022, la pesadilla podría terminar y volveríamos a la normalidad. Sin embargo, con la aparición de nuevas variantes del virus, más resistentes y letales, este optimismo se ha venido desdibujando, al grado de que ya hay voces expertas que aseguran que, de plano, más vale aprender a vivir con el virus porque apenas lo estamos comenzando a conocer.

Y es que, ciertamente, desde el inicio de la pandemia era previsible que surgieran nuevas variantes del virus, más resistentes y difíciles de controlar. Así se comportan todos los virus. Sin embargo, lo que ha sorprendido a los científicos ha sido la rapidez con la que este Coronavirus ha logrado evolucionar, mutando en formas cada vez más contagiosas y letales. Tanto, que en varios países ya se habla de terceras dosis de vacunación como medida de refuerzo contra nuevas variantes e incluso, del desarrollo de nuevas versiones actualizadas de las vacunas, más efectivas y seguras.

Lo cierto es que cuando los expertos predijeron que la pandemia terminaría a mediados de 2022, nadie tenía en el radar esta carrera entre nuevas variantes y nuevas vacunas. Ahora, ante esta nueva situación, algunos afirman que, si todo va bien, es probable que este año los países desarrollados puedan superar la emergencia, en tanto que las economías intermedias, como la nuestra, lo harían en 2022. El problema, como ya lo he mencionado en otras ocasiones, serán los países pobres que, seguramente, seguirán en estado de alerta por un par de años más. Lo que, a final de cuentas, nos obligará a todos, a mantener la guardia en alto, es decir, a vivir con virus una vez que se convierta en una enfermedad endémica, como la influenza.

Pero si las cosas no van del todo bien, es decir, si continúan apareciendo nuevas variantes que logren escapar a la inmunidad proporcionada por las vacunas, el virus seguirá provocando nuevas oleadas de contagios, así como nuevas campañas de refuerzo de vacunación. Lo que nos obligaría a aprender a vivir en estado de emergencia por varios años más, no solo porque va a costar más trabajo y tiempo contener las nuevas variantes, sino porque no sabemos hasta dónde pueda evolucionar el virus, ni tampoco si la ciencia será capaz de descubrir una cura eficaz que le ponga fin a esta carrera.

Sea uno u otro escenario, lo cierto es que mientras no logremos contener al virus a escala global —es decir que dos tercios de la población mundial sea inmune— todos tendremos que hacer un gran esfuerzo de adaptación. No queda de otra. Me refiero a que, de entrada, tendremos que replantearnos todo el esquema de vigilancia epidemiológica y prevención en cada rincón del planeta. A partir de ahora, el uso de cubrebocas, la aplicación aleatoria de pruebas y la secuenciación genómica en busca de nuevas variantes, se volverán prácticas comunes con las que todos tendremos que aprender coexistir.

También tendremos que desarrollar capacidades excepcionales de respuesta ante nuevos brotes en cualquier parte del mundo y será necesario modificar nuestros hábitos de viaje y de transporte. De igual forma, es previsible que surja una nueva cultura del uso de espacios de convivencia social y productiva que haga intensiva la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación a una escala nunca vista. Todo ello exigirá nuevas formas de cooperación y participación a nivel global sustentadas en una nueva civilidad más fraterna y solidaria.

En fin. Por eso, cuando me preguntan que cuánto tiempo más va a durar esta pandemia, siempre respondo: mejor preguntémonos, qué tenemos que hacer para adaptarnos a esta nueva realidad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio