El deterioro de la capacidad de expresión y comprensión del lenguaje puede tener diferentes causas, una de ellas se encuentra en la atrofia de una parte del cerebro. Además, la genética y las enfermedades circulatorias son el origen en muchos casos
EVA CARNERO / ALIMENTE+
Alrededor de 400.000 personas en España tienen dificultades en alguna de las capacidades relacionadas con el lenguaje, como la expresión, la comprensión o la repetición de palabras, y también en la lectura y la escritura. Un conjunto de indicios que se agrupan bajo el término médico de afasia. De hecho, acotar el número total de personas con esta patología no es sencillo, ya que «la afasia, como síntoma, suma múltiples causas de enfermedad cerebral con afectación de las áreas implicadas en el lenguaje (ictus, epilepsia, tumores, encefalitis…)», aclara el doctor Javier Camiña, vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN), quien, a pesar de este apunte, estima que la población afectada de afasia oscila entre los 350.000 y 400.000 casos.
Un síntoma con origen en la demencia
Con la intención de conocer un poco más acerca de la afasia y de su vinculación con la demencia frontotemporal, el experto distingue diferentes tipos en función del síntoma y de la enfermedad asociada: «Por un lado, podemos hablar de la afasia motora, referida a la capacidad de emisión de palabras, y la sensitiva, que afecta a la capacidad de comprensión. Asimismo, la afasia global implicaría la afectación de ambas. Y, por otro lado, si nos fijamos en la patología desencadenante, existen tres formas clínicas que ayudan a entender la causa subyacente y que permite definir mejor el pronóstico. Son las variantes agramatical o no fluente, la semántica y la logopénica».
En función de cada uno de esos tipos de afasia, Camiña refiere diferente sintomatología. Así, la agramatical se caracteriza por la simplificación de las estructuras gramaticales y un habla muy interrumpida, vacilante e inconsistente; en la semántica, se aprecia dificultad en la nominación de objetos y la comprensión de palabras aisladas alterada; y en la logopénica, se muestra una alteración en la recuperación de palabras en el habla y dificultad para la repetición de frases.
Volviendo a la afasia primaria progresiva, enfermedad neurodegenerativa que padece el actor Bruce Willis y que hizo pública hace unas semanas, «se trata de un subtipo de demencia frontotemporal», aclara Camiña. Y añade: «Este tipo de afasia supone entre un 20-40% de los casos estimados de demencia frontotemporal, que globalmente afecta al 0,25% de la población mayor de 65 años. Este porcentaje, en España, podría representar a unas 10.000 personas».
La respuesta está en la genética
Probablemente, cada una de esas personas con dificultades para emitir o comprender palabras se preguntará acerca de la causa de su enfermedad. En el caso de la afasia primaria progresiva, dentro de la demencia frontotemporal, el experto señala que la carga genética es un factor especialmente relevante, siendo mucho más poderoso que en otras enfermedades neurodegenerativas. «Entre un 10-25% de los pacientes con demencia frontotemporal presenta un patrón hereditario autosómico dominante, y hasta otro 40% adicional puede presentar antecedentes de otras enfermedades neurodegenerativas o psiquiátricas», puntualiza el doctor.
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Además de la herencia, otras causas que pueden provocar afasia son «los ictus (tanto isquémicos como hemorrágicos), los traumatismos craneoencefálicos, las enfermedades neurodegenerativas, las infecciones, como las encefalitis, o los tumores», completa.
La carga genética juega un papel muy importante en la afasia primaria progresiva
Relacionados con algunas de estas causas, el experto indica ciertos factores de riesgo que incidirían directamente sobre la enfermedad origen de la afasia, como los ictus, los factores de riesgo vascular como la hipertensión, diabetes, colesterol, tabaquismo, sedentarismo o alcoholismo.
Alzhéimer, clave en el desarrollo de la afasia
Si bien la demencia frontotemporal es una de las enfermedades más frecuentes detrás de la afasia primaria progresiva, se sabe que «hasta un tercio de los pacientes con este síndrome padecen alzheimer«, apunta el experto, quien describe la demencia frontotemporal como «un conjunto de síndromes neurodegenerativos que comparten la afectación del funcionamiento y la atrofia focal de los lóbulos cerebrales frontal y temporal».
Esta enfermedad agrupa «varias presentaciones, siendo las más habituales la variable conductual -que afecta fundamentalmente al lóbulo frontal e implica alteraciones del comportamiento- y la afasia primaria progresiva -que afecta fundamentalmente al lóbulo temporal, siendo el lenguaje la tarea cognitiva más dañada-«, remarca.
Sin tratamiento farmacológico específico
Estamos ante dos patologías, la afasia primaria progresiva y la demencia frontotemporal, para las que no se dispone de una medicación concreta. Eso sí, «se pueden usar medicamentos para el tratamiento de síntomas asociados, especialmente referidos a la conducta (fundamentalmente antidepresivos y, solamente en casos de agresividad, antipsicóticos)», asevera el doctor.
Asimismo, «de manera más enfocada a la afasia primaria progresiva, se suele emplear tratamiento con logopedia y terapia del lenguaje para mejorar la capacidad léxica de los pacientes y mantener o preservar durante el mayor tiempo posible las capacidades lingüísticas y de comunicación del paciente». Además, aunque con menor evidencia, «también se aplican algunas técnicas de estimulación magnética transcraneal«, apostilla.