El voto encabeza la lista de medidas climáticas de los principales científicos del clima en el mundo.
Damian Carrington / The Guardian
En la lista de medidas climáticas que sugieren los principales científicos del clima del mundo, en un año en el que miles de millones de votantes acuden a las urnas, es el voto el que la encabeza.
Muchas personas, ante el agravamiento de los efectos de la emergencia climática, quieren saber qué pueden hacer personalmente para luchar contra el calentamiento global. The Guardian pidió su opinión a cientos de los mejores científicos del clima del mundo.
¿Cuál es la acción más eficaz que podemos emprender como individuos?
La mayoría de los expertos (76%) respaldan votar por políticos que prometan medidas enérgicas contra el cambio climático, siempre que se celebren elecciones justas. La recomendación cobra fuerza en un año en el que los votantes de países como Estados Unidos, Reino Unido, India, la Unión Europea, México y Sudáfrica, entre otros, acuden a las urnas.
“Creo que la razón de la falta de respuesta hasta la fecha es el nerviosismo de los políticos”, afirma el profesor Bill Collins, de la Universidad de Reading (Reino Unido). “Las encuestas sugieren que, en realidad, los votantes están más dispuestos a que los gobiernos adopten medidas climáticas más contundentes”. Otro experto destacó el peligro para la acción climática de una segunda presidencia de Donald Trump.
La encuesta buscó la opinión de cada autor principal y editor localizable de los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático desde 2018, con 380 de los 843 que respondieron. En general, los científicos se mostraron extremadamente pesimistas sobre las perspectivas de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los objetivos acordados internacionalmente.
“La ciencia está ahí, pero la falta de voluntad de los políticos de todo el mundo está retrasando actuar contra el cambio climático”, dijo el profesor Alexander Milner, de la Universidad de Birmingham en el Reino Unido.
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¿Y reducir los vuelos?
Según los expertos, la segunda opción de acción individual más eficaz es reducir los vuelos y el transporte impulsado por combustibles fósiles en favor del transporte público y eléctrico. Esta opción fue respaldada por el 56% de los encuestados, y dos tercios afirmaron haber reducido su propio número de vuelos.
Volar es la actividad más contaminante que puede realizar un individuo y constituye una gran parte de la huella de carbono de los ricos. En todo el mundo, es una pequeña minoría de personas la que provoca las emisiones de la aviación, ya que sólo 1 de cada 10 vuela. Los “superemisores” que vuelan con frecuencia, que representan sólo el 1% de la población mundial, causan la mitad de las emisiones de carbono de la aviación, y los pasajeros aéreos estadounidenses son, con diferencia, los que dejan la mayor huella de carbono entre los países ricos.
¿Puede ayudar comer menos carne?
La producción de carne tiene un enorme impacto en el medio ambiente. La mayoría de los habitantes de los países ricos comen más carne de lo que es saludable para ellos y más del 60% de los científicos afirmaron haber reducido su propio consumo de carne. Casi el 30% de los expertos afirmaron que comer menos carne era la medida climática más eficaz, mientras que una proporción similar se mostró partidaria de reducir las emisiones procedentes de la calefacción o refrigeración de los hogares, instalando bombas de calor, por ejemplo.
¿Ir a las marchas es una forma eficaz de acción por el clima?
Casi una cuarta parte de los científicos afirmaron haber participado en protestas por el clima, como ciudadanos profundamente preocupados por el calentamiento global. Entre ellos había científicos de todos los continentes, incluidos los de Estados Unidos, Argentina, Alemania, Bangladesh, Kenia y Australia.
¿Qué más?
El 12% de los expertos apoyó la idea de tener menos hijos, pero muchos hicieron otras sugerencias. Según uno de ellos, todo el mundo debería “hablar del clima como la principal amenaza existencial para la estabilidad de la sociedad”. Varios expertos también mencionaron la posibilidad de desviar los ahorros o los fondos de pensiones de las inversiones en combustibles fósiles a inversiones verdes.
La profesora Vanesa Castán Broto, de la Universidad de Sheffield (Reino Unido), sugirió una medida contundente para un grupo concreto: “Dejar de trabajar para la industria de los combustibles fósiles”. Y un científico de Camerún abogó por evitar los productos responsables de la deforestación, como parte de la carne de res, la madera y el cacao.
¿Realmente ayudan las acciones individuales?
Muchos de los expertos tenían claros los límites. “Sólo se puede llegar hasta cierto punto. Se necesitan reducciones profundas y rápidas de las emisiones de carbono procedentes del petróleo y el gas, así como de otros sectores como el transporte, que están fuera del control del individuo promedio”, afirmó la Dra. Shobha Maharaj, científica especializada en impactos climáticos de Trinidad y Tobago.
Para el profesor David Wrathall, de la Universidad del Estado de Oregón (Estados Unidos), “las medidas individuales no pueden ser más que una gota de agua en el mar; sólo bastarán cambios sistémicos”. Pero el profesor Hiroyuki Enomoto, del Instituto Nacional de Investigación Polar de Japón, afirmó que, aunque las acciones individuales tienen un impacto pequeño, son importantes para aumentar la concientización colectiva sobre el problema.
¿Hablan los científicos en serio?
Sí. Muchos prevén niveles catastróficos de calentamiento global y están desviando su atención de la física del sistema climático hacia la acción que desacelera el calentamiento global y el trabajo que protege a las personas contra los impactos climáticos que ahora ven como imparables.
“Yo trabajo más en proyectos con comunidades vulnerables para que mejoren su adaptación al cambio climático, cuyos impactos ya experimentamos y que aumentarán en el futuro”, afirmó la profesora Carolina Vera, de la Universidad de Buenos Aires (Argentina).
Numerosos científicos afirmaron haber prestado su tiempo como peritos en casos judiciales sobre cambio climático y otros dijeron estar ayudando a grupos a desarrollar nuevas políticas climáticas.
Maharaj opta ahora por dedicar al menos la mitad de su tiempo a convertir la ciencia en acción, como directora científica de una empresa que lleva a cabo una reforestación responsable. “Hay tanta gente en el terreno a la que le importa y que quiere marcar la diferencia; eso es realmente alentador y me motiva”, afirma.