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Coppola: «La restricción al aborto es terrible, pero más terrible es el posible regreso de Donald Trump» | El Mundo

A sus 83 años y tras celebrar el 50 aniversario de ‘El Padrino’, el director adelanta los detalles de su próxima película. «La he financiado vendiendo parte de mi bodega», afirma

El cineasta Francis Ford Coppola.VIVIEN KILLILEAGETTY

VALERIO CAPPELLI / Corriere Della Sera / EL MUNDO

Aquí llega este gran hombre que ha hecho historia en el cine, Francis Ford Coppola, este gigante de 83 años que ha dejado frases grabadas en Hollywood (con el que tiene una relación ambivalente, un pie dentro y otro fuera) como «Le haré una oferta que no podrá rechazar», de El Padrino, la película que cumple 50 años y que le valió tres Oscar. «Ha resistido el paso del tiempo, podría haber hecho historias de mafia durante otros 30 años, pero estoy en contra de los remakes o las series de televisión, que quitan recursos a los jóvenes y a los nuevos proyectos».

Tiene una nueva película en proyecto, Megalópolis, un coloso que empezará a rodar en septiembre con un gran reparto formado por Adam Driver, Forest Whitaker, Jon Voight y Oscar Isaac, una película a la que lleva dando vueltas desde hace más de 20 años.

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Se trata de la historia de un arquitecto que, tras una terrible catástrofe que destruyó Nueva York, quiere reconstruirla en clave utópica. «Mi alcalde recuerda a Cicerón y el arquitecto alemán Walter Gropius recuerda a Catilina» [el senador que se enfrentó a Cicerón]. Coppola, que luce calcetines llenos de pelotas y bates de béisbol, establece una conexión entre la ambición política y la codicia de la «antigua Roma, de la que se nutre el cine desde Ben-Hur hasta Gladiator, y la de la actualidad. Es la conspiración de Catilina en tiempos modernos. La República Romana rechazó la idea de tener un nuevo rey. Lo que ahora está viviendo Estados Unidos con las restricciones al aborto es terrible, pero más terrible aún es el riesgo de perder la democracia, con el posible regreso de Donald Trump».

No le parece una casualidad que el rechazo al aborto haya sido impulsado por los estados conservadores. Y recupera el relato sobre su película visionaria, que ha sacado del congelador. «La he financiado vendiendo parte de mi bodega. Había hablado del proyecto con Paul Newman y James Gandolfini, pero lo archivé cuando se produjeron los atentados del 11 de septiembre y mi optimismo no estaba en línea con el terrorismo islámico. Ahora estoy preparado para contar también la belleza de la Tierra».

¿Pero no era una película sobre la codicia del poder? «También es una historia sobre las consecuencias del poder». Y se mete en antropología: «El mundo patriarcal sólo se remonta a 10.000 años atrás, y ha destrozado las reglas. Quiero contar eso, la animosidad del hombre, y el anhelo de paz de la mujer. Antes había matriarcado y la igualdad de género estaba marcada por la armonía. Quiero dar una visión suave y generosa del futuro».

En definitiva, un coloso estrictamente personal: «La película tendrá un estilo absolutamente mío». ¿Es usted un utópico? «Siempre lo he sido, cada vez, desde Apocalypse Now hasta Drácula, nunca sé cómo hacer una película. La utopía de Megalópolis no es un lugar sino una conversación sobre una pregunta: ¿es la sociedad en la que vivimos la única posible?».

Y sobre el futuro del cine, ¿es optimista? «El cine es hijo del teatro, que existe desde Esquilo. Llevo 50 años oyendo hablar del streaming. Después de Avatar dijeron que sólo se harían películas en 3D. Ni eso ocurrió ni los cines desaparecerán. Pero hay que ser tan generoso con los jóvenes talentos como lo son Scorsese y Spielberg. Nos pasábamos notas, comentarios. Los directores italianos de la posguerra, aparte de Rossellini, no lograron transferir sus habilidades. ¿Y cuántos nombres quedan? Dos o tres». Lo dice con amor a sus raíces: «De niño en Estados Unidos si eras italiano no te vendían la casa, hoy están integrados y bien. Mis padres no querían que hablara italiano y por eso no hablo su idioma. Mi madre quería llamarme Francesco, pero eligió Francisco por comodidad».

Fuente: https://www.elmundo.es/cultura/cine/2022/06/28/62bb15c3fdddff594b8b45d9.html

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