ENSÉÑAME DE CIENCIA
Los escorpiones o alacranes son artrópodos pertenecientes a la clase de los arácnidos, por tanto, se encuentran estrechamente relacionados con las arañas, ácaros y garrapatas. Se estima que existen alrededor de 2000 especies diferentes que se distribuyen en casi todo el planeta ya que pueden adaptarse y vivir en una gran variedad de hábitats como desiertos, bosques, selvas e, incluso, ambientes rurales o urbanos que les proporcionen las condiciones adecuadas para sobrevivir. Se reporta que en México existen aproximadamente 242 especies distribuidas dentro del territorio.
Pese al estigma y miedo que se les tiene a esto animales, se debe tener en cuenta que, aunque todos poseen veneno, no todos son tóxicos para el ser humano; se estima que alrededor de 30 o 40 especies contienen un veneno mortal para nosotros. Además, el hecho de encontrarnos con estos artrópodos dentro de nuestro hogar se debe a la invasión de sus hábitats por el hombre, así que al coincidir con estos pequeños animales recuerda que somos nosotros quienes hemos alterado su ambiente y evita hacerles daño.
De esta manera, como primer consejo se recomienda que, al percatarse de que un alacrán está en su vivienda, evite tocarlo o intentar agarrarlo con las manos sin alguna protección que pueda prevenir su picadura; a pesar de que solo algunos contienen veneno tóxico para nosotros, es mejor asumir que todos pueden causarnos daño mortal y evadir cualquier intento de manipulación innecesaria. Esto siempre para prevenir no estresar o lastimar al artrópodo a la vez que esquivamos que éste nos ataque.
Por su parte, si cuenta con medidas de protección adecuadas que asegure por completo que no va a ser picado por el animal, puede colocar el alacrán en un frasco y sacarlo de su hogar para mantenerse a salvo. Además, una vez que se detectó su presencia, es importante corroborar dónde está su nido en el cual se esconde éste y sus posibles compañeros e intentar deshacerse de él.
Debido a que estos animales tienen hábitos nocturnos, suelen salir a cazar solo durante la noche, mientras que en el día se mantienen escondidos. Dentro de nuestro hogar su nido puede encontrarse en lugares con poca luz como sótanos, túneles; resguardados dentro de los zapatos, cajones o estantes que no suelen utilizarse frecuentemente; en almohadas; grietas de techos, paredes o pisos; chimeneas o cualquier hueco oscuro que se encuentren a su paso. Asimismo, pueden hallarse en los escombros de alguna habitación o del jardín, debajo de cortezas de árbol, piedras o ladrillos.
De este modo, es indispensable hacer una revisión exhaustiva por toda la casa para retirar el escondite y evitar que este u otro alacrán ingresen y se alojen. Para ello se recomienda realizar aseo periódico en la vivienda y sus alrededores; evitar la acumulación de basura, escombros, leña, hojarasca, material de construcción, etc.; intentar reparar las grietas de pisos, paredes y techos; colocar mosquiteros en puertas y ventanas; así como sacudir la ropa de cama, prendas de vestir o calzado antes de usarse.
Fuente: https://ensedeciencia.com/2022/05/11/como-encontrar-un-nido-de-alacranes-si-aparecio-uno-en-tu-casa/