La trazabilidad del pulpo maya impulsa el valor del producto, beneficia a la Península de Yucatán y garantiza que su extracción sea sustentable.
Kenia Robles / Causa Natura / La-Lista
El pasado 25 de agosto de 2024, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) otorgó la Indicación Geográfica Protegida (IGP) al pulpo maya de la península de Yucatán, y la convirtió en la primera pesquería mexicana considerada un bien nacional. Expertos aseguran que el distintivo potenciará la sustentabilidad y el valor del producto en los mercados.
Los productos del pulpo maya con una IGP poseen características atribuidas a su origen geográfico. De esta cuenta la pesca del Octopus Maya sólo se puede realizar en la plataforma continental de la península de Yucatán.
Este molusco se halla en esta región de México y es una de las pesquerías de pulpos más importantes a nivel mundial con aproximadamente 30 mil toneladas de producción anual.
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Obtención de la Indicación Geográfica Protegida
La pesquería del pulpo maya obtuvo la Indicación Geográfica protegida gracias a un esfuerzo conjunto de diversas cooperativas, empresarios y entidades gubernamentales.
José Luis Carrillo Galaz, presidente de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas (Conmecoop), lleva más de 45 años trabajando dentro de las cooperativas y formó parte del comité técnico de elaboración del decreto y la propuesta.
“Formé parte del comité técnico de elaboración del decreto y la propuesta, y no fue en específico las cooperativas las que hicieron una propuesta, en general fue el sector completo alrededor de la pesquería de pulpo el que la hizo, tanto cooperativas como empresarios, como instituciones de gobierno, que regulan esa actividad hicimos la propuesta”, explicó Carrillo Galaz.
Este proceso incluyó la elaboración de una propuesta técnica que fue presentada el 8 de diciembre por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural al IMPI, a través del Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentables (Imipas), y fue aprobada el 25 de agosto por el IMPI.
Raúl Aarón Rosado Castillo es director de finanzas sustentables de la empresa HulKin S.A. de C.V. Su empresa se dedica a la exportación de pescados y mariscos desde 1986. Actualmente son líderes en el proyecto de sustentabilidad del pulpo maya y exportan a 15 países.
“Con esta iniciativa se incluye el pulpo maya como producto emblemático del país, acompañando al tequila, al mezcal, a la miel, generando una propuesta importante para el consumidor internacional y en este caso, reconociendo al pulpo maya de la península de Yucatán como un producto que actualmente cumple con ciertas consideraciones”, enunció Aarón Rosado.
Ejemplo de pesca sustentable
La Indicación Geográfica del pulpo maya representa un hito importante para la sostenibilidad de la pesca en México, ya que promueve prácticas responsables y se exhibe reconociendo la calidad del producto en el mercado internacional.
Para obtener la IGP del pulpo Maya fue indispensable contar antes con un manejo sustentable de la especie y, una vez obtenida la indicación, mantenerlo a través del tiempo para no perder ésta.
“Esto nos genera una mayor responsabilidad ya que el cuidado de esta certificación trae consigo evitar actividades o actos que vayan en contra del mismo recurso, como artes de pesca prohibidas, pesca ilegal, comercio injusto”, dijo José Luis Carrillo.
El Octopus Maya se captura mediante técnicas como gareteo y jimba, que son reconocidas por su menor impacto ambiental y su capacidad de preservar la biodiversidad, promovidos por la asociación civil Alianza por el Pulpo de Yucatán.
La técnica de gareteo consiste en la colocación de dos varas de bambús llamadas jimbas, de entre cuatro y cinco metros de alto, a las cuales se atan 16 cordeles donde es amarrada la carnada (jaiba y cangrejo araña).
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Refugios pesqueros como el de Celestún ayudan a proteger las áreas de reproducción del pulpo maya, lo que asegura la sostenibilidad de la especie a largo plazo.
Estas prácticas mejoran la calidad y el valor de su producto, como también contribuyen a la conservación del medio ambiente y a la sostenibilidad de la pesca en la región.
“Además, esta iniciativa no sólo beneficia a los pescadores, sino que también busca generar una derrama económica que impacte positivamente en la comunidad local”, dijo Rosado.
FIP y trazabilidad
Entre los beneficios económicos de la IGP del pulpo maya se hallan: el reconocimiento de calidad, similar a otros productos emblemáticos como el tequila y el mezcal aumentando su valor en el mercado; acceso a nuevos mercados más amplios y lucrativos; mejores precios, ya que la demanda por productos sustentables y de calidad puede permitir a los pescadores cobrar precios más altos por su producto, mejorando su rentabilidad, enlistó Rosado.
El Proyecto de Mejora Pesquera (FIP, por sus siglas en inglés) y las cooperativas juegan un papel crucial en la organización y promoción de la pesca sustentable del pulpo maya.
La asociación Alianza Por El Pulpo En Yucatán, impulsada por el FIP, apoya a los productores en la transición hacia prácticas de pesca sustentable, lo que a su vez fortalece la propuesta de la IGP y asegura que más pescadores adopten métodos responsables.
A través del FIP se busca la certificación del Marine Stewardship Council (MSC), que garantiza que los productos de pulpo maya sean capturados de manera sustentable.
Este es un estándar más de calidad, reconocido en Europa, que les permitiría tener mayor acceso al mercado europeo.
“Hay áreas de oportunidad para desarrollar identificaciones para poder saber cuál es un producto sustentable y cuál no. En este caso, en Europa. Actualmente, la Iniciativa del FIP de pulpo aspira a la Certificación del MSC, que es el Marine Stewardship Council, la cual busca una marca que a su vez certifica que los productos que son capturados bajo esa certificación cumplen con una serie de cadenas de custodia, las cuales aseguran que el producto fue capturado de manera sustentable”, explicó Rosado.
La trazabilidad del pulpo maya es crucial para quienes lo comercializan y consumen, sepan de dónde viene y bajo qué condiciones se obtuvo. Además garantiza que el pulpo que se vende es sustentable y proviene de fuentes responsables.
“La trazabilidad del producto es un aspecto clave, permitiendo a los consumidores conocer el origen del pulpo que consumen, lo que ayuda a combatir la pesca ilegal y no controlada”, explicó Rosado.
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Esta cadena de rastreo también busca una conciencia del consumidor.
Un ejemplo de trazabilidad es la empresa HulKin donde cada especie que se comercializa tiene un sello distintivo que identifica el nombre de la especie, el origen de la misma, su talla, el peso, área de captura, método de captura, producción, empaque, fecha sugerida para consumir, el lote y su registro sanitario.
“Cuando se habla de una pesquería con una Indicación Geográfica ya certificada por parte del IMPI, es que nos va a dar un valor agregado al mismo producto y que nos va a permitir también tener una identificación única, evitando así la clonación de algún pulpo que por malas prácticas de otros países le pongan pulpo maya y también el tema de la acuacultura, el día de mañana que quieran hacer el cultivo del pulpo maya sin la autorización de los productores y del gobierno mexicano”, explicó el director de finanzas sustentables de la empresa HulKin S.A. de C.V.
Este texto fue originalmente publicado en Causa Natura Media.