El anuncio del Gobierno egipcio de que la multinacional estadounidense patrocinará el encuentro ha generado una fuerte polémica, incluida una campaña internacional de firmas para pedir a la ONU que no lo acepte
JOSÉ LUIS GALLEGO / EL CONFIDENCIAL
Aun mes del arranque de la próxima cumbre del clima de la ONU (COP27), que tendrá lugar del 6 al 18 de noviembre de 2022 en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheikh, las autoridades del país han anunciado que Coca-Cola será uno de los patrocinadores principales del evento, junto a otras compañías como Vodafone o IBM.
En la firma del acuerdo, que tuvo lugar en el Ministerio de Asuntos Exteriores, el coordinador general de aspectos organizativos y financieros de la conferencia, Achraf Ibrahim, aseguró que un planeta en calentamiento es un gran desafío para todos y destacó el importante papel que desempeña el sector privado internacional en la promoción de modelos de negocio sostenibles para alcanzar los objetivos climáticos.
Coca-Cola argumenta que su apoyo a la cumbre se alinea con los esfuerzos de la compañía para alcanzar una reducción de emisiones de gases con efecto invernadero (GEI) del 25% en 2030 y seguir avanzando hasta lograr el objetivo de llegar a ser neutros en carbono a nivel mundial para 2050.
“Sabemos que desafíos globales como los desechos plásticos, la administración del agua y el cambio climático son demasiado grandes para que un solo Gobierno, empresa o industria los resuelva individualmente”, dijo Michael Goltzman, vicepresidente global de Políticas Públicas y Sostenibilidad de la compañía. “La COP27 nos brinda la oportunidad de continuar interactuando con los expertos, las organizaciones sin ánimo de lucro, la industria y los gobiernos para apoyar acciones hacia un cambio sostenible en toda nuestra cadena de valor”.
Por el contrario, las ONG ecologistas y algunos de los principales activistas climáticos han manifestado su indignación y desconcierto ante el hecho de que uno de los principales productores de plástico desechable del mundo patrocine uno de los eventos más destacados a nivel internacional en la lucha contra el cambio climático. El debate ha sido especialmente acalorado en las redes sociales.
Desde su cuenta oficial en Twitter, Greenpeace afirmaba de forma contundente: “Vergonzoso: Coca-Cola, el mayor contaminador por plásticos, patrocina la cumbre del clima COP27. El 99% de los plásticos está hecho de combustibles fósiles: esta colaboración socava el objetivo mismo del evento que patrocina”.
En opinión de la organización ecologista: “Reducir la producción de plástico y terminar con el plástico de un solo uso contribuye a mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados centígrados, por lo que si Coca-Cola quiere ayudar de verdad a resolver la crisis climática, debe cerrar el grifo a los plásticos de un solo uso”.
Por su parte, la activista medioambiental Naomi Klein afirmaba desde su cuenta en esta red social: “Superdivertido: tenemos una cumbre climática en un Estado policial patrocinada por Coca-Cola”.
ncluso se ha llegado a organizar una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma change.org para pedir a la ONU que rechace el patrocinio de Coca-Cola, pues, en opinión de sus impulsores: “Se supone que las conferencias de la COP son reuniones de líderes nacionales, comprometidos en negociaciones urgentes para prevenir el cambio climático, no una juerga multimillonaria para contaminadores corporativos”.
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La pregunta es si la acción de la compañía norteamericana debe ser tildada como una mera campaña de ‘greenwashing‘ o si, por el contrario, debería valorarse su apoyo a la cumbre y los esfuerzos que está haciendo para reducir su huella de carbono. La cuestión es si en plena situación de emergencia climática podemos permitirnos el lujo de renunciar a cualquier alianza con las grandes compañías, seguir acusándolas de ser parte del problema, no reconocer los cambios que veníamos exigiéndoles y que por fin están poniendo en marcha, y negarles cualquier intento de aproximación para sumar esfuerzos.
Porque lo que está claro es que sin la colaboración de todos, y muy especialmente de las grandes corporaciones, va a ser imposible eludir los peores escenarios climáticos. No olvidemos que, como dice el propio secretario general de la ONU, António Guterres, ante el avance que está mostrando el calentamiento global, “la humanidad ha entrado en tiempo de descuento”.
Fuente: https://www.elconfidencial.com/medioambiente/empresa/2022-10-05/coca-cola-patrocina-cumbre-clima-egipto_3500668/