THEO FARRANT / EURONEWS
La universidad de California en Davis ha acalarado que la tumba, de 2000 años de antigüedad y que poseía una espada y un espejo, pertenecía a una mujer guerrera.
Un estudio pionero dirigido por Historic England, ha desvelado un misterio de décadas en torno a un enterramiento de 2000 años de antigüedad en las islas Sorlingas.
Un enterramiento descubierto en la pintoresca isla de Bryher en 1999 había desconcertado a los arqueólogos durante décadas debido a su singular contenido: junto a los restos humanos se encontraron un espejo y una espada.
Por lo general, las espadas se asociaban a los enterramientos masculinos y los espejos a los femeninos durante el mismo periodo en la Europa occidental de la Edad de Hierro.
Pero esta tumba contenía ambos…
El gran avance en la resolución de este enigma se debe a los últimos avances científicos, sobre todo a una sofisticada técnica desarrollada por expertos de la Universidad de California en Davis, que en última instancia apunta a una respuesta convincente: el individuo enterrado era probablemente una mujer.
Un entierro único que desafía las normas de género
El equipo de Historic England recurrió al esmalte dental, la sustancia más dura y resistente del cuerpo humano, que contiene proteínas relacionadas con el cromosoma X o el Y. Al extraer restos de estas proteínas de minúsculos trozos de esmalte dental superviviente, los investigadores calcularon un notable 96 % de probabilidades de que la persona enterrada fuera una mujer.
La solidez de este resultado, a pesar del estado degradado de los huesos, abre las puertas a nuevas exploraciones de otros enterramientos muy deteriorados.
El profesor Glendon Parker, reputado toxicólogo medioambiental de la Universidad de California en Davis, expresó el carácter innovador de los hallazgos, aludiendo a las posibles revelaciones ocultas en otros yacimientos arqueológicos.
«Dado el estado de degradación de los huesos, es sorprendente obtener un resultado tan contundente. Nos hace preguntarnos qué se podría descubrir volviendo a visitar otros enterramientos muy degradados», afirma el profesor Glendon Parker, toxicólogo medioambiental de la Universidad de California en Davis.
La importancia de esta nueva revelación
Además de zanjar el antiguo debate en torno a la ocupante del enterramiento, este descubrimiento ofrece una visión poco frecuente del papel de la mujer en la Gran Bretaña de la Edad de Hierro, una época marcada por los conflictos y las guerras entre comunidades.
Durante esta época, la guerra consistía principalmente en incursiones por sorpresa en asentamientos enemigos, y el contenido de la tumba ofrece valiosas pistas sobre la posible participación de la mujer en tales actividades.
Los espejos, además de sus aplicaciones prácticas, estaban imbuidos de un significado simbólico, ya que servían como herramientas de señalización y comunicación durante los ataques. También tenían importancia ritual, ya que permitían la comunicación con el reino sobrenatural para garantizar el éxito de las incursiones o purificar a los guerreros que regresaban.
La Dra. Sarah Stark, bióloga especializada en esqueletos humanos de Historic England, subraya la importancia del contenido del enterramiento para comprender el papel de la mujer guerrera durante la Edad de Hierro.
«Aunque nunca podremos conocer por completo el simbolismo de los objetos hallados en las tumbas, la combinación de una espada y un espejo sugiere que esta mujer tenía un estatus elevado dentro de su comunidad y pudo haber desempeñado un papel de mando en la guerra local, organizando o dirigiendo incursiones contra grupos rivales», afirma.
Stark añade: «Esto podría sugerir que la participación femenina en incursiones y otros tipos de violencia era más común en la sociedad de la Edad del Hierro de lo que habíamos pensado hasta ahora, y podría haber sentado las bases de las que surgirían más tarde líderes como Boudica».
La espada y el espejo desenterrados en el enterramiento de Bryher están expuestos en el Museo de las Islas Sorlingas.