El estado de Chiapas, al sur de México, se encuentra secuestrado por la violencia y el crimen organizado, obligando a sus pobladores a vivir con miedo y abandonar sus hogares. Estas son algunas de las iniciativas con las que la Iglesia y la población han buscando la paz
Majo Frías / Aleteia
El sábado 24 de agosto, pobladores de Chiapas, México, comenzaron una jornada de oración y ayuno en el municipio de Chenalhó para pedir por la paz en el estado, que desde 2021 ha vivido un constante aumento de la violencia e inseguridad.
Las Abejas de Acteal y las autoridades de Tzajalchen se unieron en una plegaria ecuménica para acompañar el dolor de las víctimas de la violencia en México y el mundo y pedir por la paz.
Además de realizar una oración, se leyó un comunicado en el que realizaron un llamado para acabar con esta situación y enunciaron las violencias que se viven en el territorio; recalcaron que, debido a ello, este año no habrá cosechas y, por consiguiente, se exponen a la hambruna.
«Hoy en Chicomuselo, Frontera Comalapa, Chenalhó, Pantelhó, entre otros, existen una gran violencia (…) estamos en el tiempo de tribulación por lo tanto hay que clamar por la paz como siervas y siervos del Padre, el único consolador es Jesucristo», dijeron.
Desplazamiento por violencia
En Chiapas, el fenómeno de desplazamiento por violencia es igualmente preocupante. Las familias no solo se han desplazado internamente, sino que muchas de ellas se han visto en la necesidad de cruzar la frontera con Guatemala.
Tan solo en abril de este año, cerca de 240 familias de los municipios de Chenalhó y Pantelhó abandonaron sus hogares debido a la violencia provocada por el crimen organizado.
Ante la inacción gubernamental, son las comunidades aledañas las que brindan resguardo y apoyo a las familias que arriban a otras poblaciones.
Las denuncias y actividades de la Iglesia católica
El sábado 24 también se realizó una peregrinación por la paz como parte de las actividades organizadas por la fiesta patronal de la parroquia de san Bartolomé apóstol (san Cristóbal de las casas), «ofrecida por los sufrimientos que están atravesando nuestros hermanos de Chicomuselo y Comalapa. Para que la justicia y la Paz se encuentren».
Durante la primera semana de agosto, diferentes parroquias de la diócesis de San Cristóbal comenzaron una jornada de ayuno en la que convocaron a los feligreses a unirse para pedir por el pueblo de México, que no vive en paz ni puede transitar por las calles y carreteras con seguridad.
El 21 de agosto -con motivo de los comicios que se vivieron este fin de semana en tres pueblos del estado después de que tuvieran que ser pospuestos por la violencia- cuatro obispos -dos de México y dos de Guatemala- se unieron para emitir un comunicado en el que se muestran preocupados por el derecho a la vida que no se respeta en estos territorios y recuerdan que la vida es sagrada. «Ante tanta violencia en nuestro Estado, la Iglesia, no puede ni debe quedarse callada», aseguraron.
Esto se suma al mensaje emitido el 24 de julio por el obispo emérito de Tapachula y Arzobispo electo de León, Jaime Calderón Calderón, quien señaló, con dolor y preocupación, el sufrimiento que provoca el crimen organizado en la zona de la sierra de Chiapas.
A través de las redes sociales, los pobladores continúan invitando a unirse a las cadenas de oración para pedir el cese de la violencia e inseguridad que se vive constantemente en Chiapas.
Para orar por la paz en México y en todas las naciones que viven guerras y violencia, puedes rezar la oración que aparece en el siguiente enlace:
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