En los últimos dos años, los ataques de milicias chiíes a bases estadounidenses o instalaciones de la coalición militar que EE.UU. lidera en Irak han sido frecuentes
JAVIER ANSORENA / Nueva York / ABC
Joe Biden y sus altos cargos de defensa y seguridad nacional deliberaron durante diez días el momento, el objetivo y la amplitud del primer ataque militar de su Gobierno. El estreno de Biden como comandante en jefe en una operación en territorio extranjero era un asunto de la máxima delicadeza y que podría sentar el tono de su política exterior para los próximos cuatro años. Se producía en el polvorín de Oriente Medio, después de un ataque con misiles a una base militar de EE.UU. en el Norte de Irak perpetrado milicias chiíes apoyadas por Irán.
Biden llevaba menos de un mes en la Casa Blanca y necesitaba dar una respuesta a Teherán, en una relación que va a ser muy complicada, entre intentos de resucitar el acuerdo nuclear del que salió su antecesor, Donald Trump, y de contener a Irán en la región.
«Usted es el dueño del reloj», le dijo su secretario de Defensa, Lloyd Austin, según el relato de los hechos que ha desvelado ahora ‘The Walls Street Journal’. Era una manera de decir que la respuesta no necesitaba ser apresurada.
Después de infinidad de reuniones, se definió que el ataque sería en la madrugada del 25 de febrero, centrado en dos objetivos de milicias chiíes en Siria, cerca de la frontera con Irak, y de noche, para minimizar el número de víctimas.
Con los caza F-15E estadounidenses camino de sus objetivos, solo media hora antes del ataque, hubo un cambio de último minuto. Según el rotativo neoyorquino, una información de inteligencia determinó que había mujeres y niños en el segundo de los objetivos del ataque.
Biden tuvo que decidir con rapidez si cancelar el ataque o mantener la operación sobre el primer de los objetivos. Su secretario de Defensa, Lloyd Austin, le recomendó mantener el primer objetivo. Así se hizo, y cayeron los misiles sobre una de las bases de milicianos. Uno murió y dos resultaron heridos.
«Sabíamos que era la primera vez que íbamos a tomar una decisión como esta y que íbamos a estar bajo mucho escrutinio», aseguró uno de los altos cargos que dio detalles de las deliberaciones al ‘Journal’.
En los últimos dos años, los ataques de milicias chiíes a bases estadounidenses o instalaciones de la coalición militar que EE.UU. lidera en Irak han sido frecuentes. Tras uno de ellos, en los que murió un contratista estadounidense, Trump lanzó una serie de ataques aéreos, como en el que murió a comienzos del año pasado Qassem Soleimani, uno de los principales líderes de la Guardia Revolucionaria de Irán, y que tensó al máximo las relaciones entre Washington y Teherán.
La Administración Biden sabía que las milicias chiíes no tardarían en ponerles a prueba con ataques, como acabó ocurriendo. La información de inteligencia que llegó media hora antes del primer ataque de Biden permitió evitar un resultado menos favorable para el nuevo presidente.
Fuente: https://www.abc.es/internacional/abci-biden-cancelo-ultima-hora-segundo-ataque-siria-ante-presencia-civiles-202103042325_noticia.html