Las autoridades han definido el incidente como un «atentado terrorista» y están investigando si la explosión ha sido causada por un artefacto o una granada
ENRIQUE CASTILLA / LA RAZÓN
Una bomba yihadista estalló durante una misa universitaria en la Universidad de Mindanao en Marawi, Filipinas, dejando al menos cuatro personas muertas y cuarenta y dos heridas, en su mayoría estudiantes. El ataque ocurrió solo horas después de un terremoto en la misma región. Las imágenes tomadas por estudiantes mostraron la evacuación caótica de los heridos, transportados en tuktuks o triciclos motorizados. Las autoridades definieron el incidente como un «atentado terrorista» y están investigando si la explosión fue causada por un artefacto o una granada, así como su posible conexión con una reciente operación antiyihadista.
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El presidente filipino, «Bongbong» Marcos, condenó el atentado y lo describió como «horrendo y sin sentido«. También agradeció la rápida respuesta y el apoyo a las víctimas por parte de las autoridades del gobierno regional de la Región Autónoma de Bangsamoro en Mindanao Musulmán. Marcos envió fuerzas adicionales y llamó a mantener la calma, instando a evitar la desinformación que podría aprovechar el atentado para avivar tensiones religiosas en Mindanao. La ciudad de Marawi había sido tomada por yihadistas en 2017, en un episodio que dejó la ciudad en ruinas.
La explosión del domingo se investiga como una posible represalia a una operación antiyihadista llevada a cabo el día anterior, que resultó en la eliminación de once militantes, incluido su líder. La situación en Mindanao se vuelve más tensa en un momento en que se anuncian conversaciones de paz para la disolución condicional de la guerrilla comunista más antigua de Asia. El episodio coincide con la presidencia de Ferdinand Marcos hijo y el levantamiento de la alerta de tsunami en Mindanao después de un terremoto de 7,6 grados que golpeó el nordeste de la isla.