Kesaria Abramidze fue apuñalada hasta la muerte en su apartamento en Tbilisi. Un sospechoso ha sido detenido cuando trataba de salir del país.
LUIS VILLAJOS / El Español
La modelo transgénero más famosa de Georgia, Kesaria Abramidze, fue asesinada el miércoles, tan solo un día después de que el Parlamento de ese país aprobara una polémica ley contra la propaganda LGTBI pese al rechazo de Occidente. Un sospechoso ha sido arrestado por este asesinato.
La víctima, de 37 años, era una bloguera y modelo con medio millón de seguidores en redes sociales, además de ser la mujer transgénero más célebre de Georgia.
Kesaria Abramidze fue apuñalada hasta la muerte en la noche del miércoles en su apartamento en los suburbios de Tbilisi, según informó el Ministerio del Interior de Georgia.
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La Policía detuvo al presunto asesino, un joven de 26 años identificado como Beka Dzhaiani, en el aeropuerto de Kutaisi, la segunda ciudad georgiana, cuando se disponía a abandonar el país. Al parecer el individuo mantenía una relación con la modelo.
Abramidze fue una de las primeras figuras públicas transgénero del país. En 2014 anunció su cambio de sexo y cuatro años después participó en el concurso de belleza Miss Trans Star Internacional en España.
Su asesinato se produjo tan solo 24 horas después de que el Parlamento georgiano aprobara en tercera y definitiva lectura la controvertida ley de ‘Valores familiares y la protección de menores’, que prohíbe la propaganda de relaciones no tradicionales.
A favor votaron 84 diputados de la formación gobernante Sueño Georgiano, en una votación boicoteada por la oposición.
La norma prohíbe en particular los matrimonios entre personas del mismo sexo y la adopción de niños por parte de parejas homosexuales.
También establece una pena de prisión de entre uno y cuatro años por cirugías de cambio de sexo.
Por la propaganda de relaciones homosexuales en instituciones educativas se establece una multa de hasta 4.000 lari (unos 1.500 dólares). Mientras, la distribución de materiales sobre el cambio de sexo o relaciones homosexuales conllevará multas de hasta 3.000 lari (unos 1.100 dólares).
También se prohíben las reuniones públicas o manifestaciones a favor de la comunidad LGTBI.
Como argumento para defender esta norma anti LGTBI, el líder de la mayoría parlamentaria, Mamuka Mdinaradze, sostuvo, sin prueba alguna, que «en aquellos países donde la ideología pseudoliberal es especialmente fuerte, según sondeos internacionales, hasta el 20 por ciento de las personas entre 18 a 25 años tienen una orientación sexual no tradicional».
Bruselas lamentó previamente los planes de las autoridades de aprobar la polémica ley de manera «apresurada» y sin consultar con la sociedad.
Se trata de la segunda ley censurada por Occidente y aprobada en Georgia en los últimos cuatro meses tras la ley de Transparencia de Influencia Extranjera, que sus detractores comparan con una normativa similar de Rusia para acallar a la disidencia.