WALTER SÁNCHEZ SILVA / ACI PRENSA
Mons. Leopoldo González González, Arzobispo de Acapulco (México) expresó su cercanía con los afectados por el huracán Otis en México, pidió ayudarlos y recordó que cada uno es “mano providente de Dios” para colaborar con los más necesitados ante la emergencia iniciada el 25 de octubre.
En un comunicado que leyó este 29 de octubre en un video publicado en la cuenta de Facebook de la Arquidiócesis, Mons. González agradeció la preocupación del Papa Francisco por lo ocurrido.
Tras agradecer a la Conferencia del Episcopado Mexicano por la campaña emprendida para colaborar con los afectados, el Arzobispo recordó que en este momento “cada uno somos manos providentes de Dios para nuestros hermanos en necesidad. Tal vez nos parezca poco lo que podemos hacer para tender la mano, pero no dejemos de hacerlo, es muy valioso”.
Que “en estos momentos de crisis y dificultad surja lo mejor de cada uno para bien de todos”, exhortó.
El Prelado también manifestó su solidaridad con los familiares y amigos de los fallecidos, resaltando que con la comunidad reza “por su eterno descanso y por la paz de ustedes, sus familiares y sus amigos”. “Con especial afecto pido por quienes no han sabido de alguno de sus seres queridos”, agregó.
MÁS EN AMÉRICA
El Papa Francisco reza por las víctimas del huracán Otis en México
El Arzobispo de Acapulco también expresó su cercanía para quienes han perdido sus hogares y pidió al Señor “por su fortalecimiento para salir adelante, apoyados por lo previsto para estos casos en nuestra sociedad y por nuestra solidaridad fraterna”.
Mons. González también lamentó “el destrozo causado en muchos templos en nuestras comunidades parroquiales. Muchos son muy grandes: el destrozo en el Seminario y en algunas casas religiosas”.
La destrucción del huracán Otis en Acapulco y Guerrero
En la madrugada del 25 de octubre, el huracán Otis, de categoría 5, impactó la ciudad de Acapulco y avanzó hacia otras regiones del estado de Guerrero, dejando tras de sí una estela de devastación.