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Amin Maalouf explora la crisis de Occidente… y del mundo entero | La Lectura

En ‘El laberinto de los extraviados’ el escritor recorre la dispar historia de las cuatro grandes potencias del siglo XX y se pregunta si estamos asistiendo al declive de la civilización occidental: «Sí, pero sus enemigos están todavía peor»

El escritor francolibanés Amin Maalouf. SERGIO ENRÍQUEZ-NISTAL

Daniel Capó / La Lectura

En estas últimas décadas, pocos escritores han encarnado la esencia del desarraigo y a la vez la del encuentro como Amin Maalouf. Nacido en Beirut en 1949 y afincado en Francia, Maalouf ha construido un universo literario en el cual explora las complejidades del choque y de la fusión de culturas. En sus libros, el hilo conductor de la historia no se representa como una línea recta, sino como un laberinto de destinos entrelazados y de testimonios olvidados que reclaman la urgencia de ser atendidos.

EL LABERINTO DE LOS EXTRAVIADOS

Amin Maalouf

Traducción de María Teresa Gallego y Amaya García Gallego. Alianza. 376 páginas. 23,50 € Ebook:12,99 €

Este viaje en búsqueda de una identidad se refleja de un modo maravilloso en su primera novela, León el Africano. Con ella, Maalouf adquirió relevancia internacional. Su protagonista, Hasan, se convierte en el cronista de su propia falta de raíces. A través de los ojos de este erudito del siglo XVI, el autor nos transporta desde Granada hasta Tombuctú revelando un mundo donde las identidades son fluidas. Frente a los nacionalismos de mirada estrecha, la obra narrativa de Maalouf -Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2010 y Secretario perpetuo de la Academia Francesa– patentiza que nuestra identidad no es un principio inmutable, sino una construcción en incesante movimiento. Se diría que somos hijos de una pluralidad no siempre armónica.

UN DECLIVE GLOBAL

Su nuevo libro, El laberinto de los extraviados. Occidente y sus adversarios, un ensayo punzante acerca de las rivalidades entre las grandes potencias emergentes del último siglo y medio -Japón, China, Rusia y Estados Unidos-, nos recuerda que a lo largo de la historia los enfrentamientos nos han definido tanto o más que los pactos y los acuerdos. No hay, en efecto, una línea recta ni un único discurso que esclarezca el sentido de la marcha de la humanidad.

En parte, la crítica a este libro radicaría en que opta por una interpretación demasiado previsible de los acontecimientos históricos. Lo cual no excluye los notables valores de una obra construida como un breve relato del ascenso al poder de las cuatro potencias que han definido el siglo XX y parte del XXI, así como sus respectivas crisis contemporáneas que explican la incertidumbre y el malestar de nuestro tiempo.

La pregunta que recorre el libro es si estamos asistiendo al declive definitivo de Occidente, a la que decididamente responde autor: «Sí, el declive es real y adquiere a veces la apariencia de una auténtica quiebra política y moral; pero todos cuantos combaten a Occidente y cuestionan su supremacía, por razones buenas o malas, se hallan en una quiebra más grave que la suya. Mi convicción, en este asunto, es que ni los occidentales ni sus numerosos adversarios son hoy capaces de conducir a la humanidad fuera del laberinto en el que anda perdida«.

UN PASADO POCO ALENTADOR

De prosa limpia y articulada, de lectura sencilla y amenaEl laberinto de los extraviados se erige como una estupenda historia paralela de cuatro naciones que, en su camino hacia el imperio, colisionaron entre sí en lugar de unirse y cooperar frente a los enormes riesgos globales. En una era nuclear como la actual y ante los desafíos del cambio climático, Maalouf se interroga acerca del laberinto del enfrentamiento y sus alternativas.

«Me he ocupado en este ensayo de cuatro grandes países -escribe- cuyos singulares recorridos han contribuido a la construcción del mundo tal y como lo conocemos en este siglo. […] Estuvieron mucho tiempo intentando destruirse entre sí y no siempre han superado sus recelos, sus temores y sus resentimientos. Si el día de mañana decidiesen seguir sus peores instintos, como a veces les ha sucedido en los últimos cien años, las consecuencias serían devastadoras«. Nadie puede ponerle un pero a esta conclusión.

Fuente: https://www.elmundo.es/la-lectura/2024/05/30/664e0096e9cf4a404b8b4577.html

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