AURORA VILLASEÑOR / LA JORNADA DE ORIENTE
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) se encuentra 54 kilómetros más lejos que la terminal Benito Juárez, lo que implica un recorrido de mínimo tres o más horas a esta obra desde Puebla capital, por dos vías distintas. Hasta el momento no están asignadas corridas de autobuses, de modo que no hay servicio entre la capital poblana y la base aérea de Santa Lucía.
Llegar de Puebla capital al AIFA puede tomar de una a dos horas más que en acceder al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), pues la distancia de 120 km a este último requiere aproximadamente dos horas, con tránsito fluido, a diferencia de las tres o casi cuatro horas -dependiendo el tránsito- en recorrer los 174 km hacia la nueva terminal aérea; por lo que que un carro de cuatro cilindros consume en promedio 500 pesos de gasolina en concretar los viajes de ida y vuelta.
El costo de ambos viajes varía de los mil 100 a los mil 400 pesos dependiendo el camino que se elija. Conviene seguir la ruta del Arco-Norte porque representa únicamente el pago de dos casetas, la de San Martín y la del Arco que suman 294 pesos, elevando a 588 pesos el monto por los dos recorridos. Mientras que acceder a Santa Lucía por el Circuito Exterior Mexiquense, también conocido como la Mexiquense, implica atravesar seis casetas de ida y siete de vuelta, haciendo un total de 926 pesos.
El costo total de viajar por el Arco Norte es de mil 88 pesos: 588 de casetas y 500 en promedio de gasolina en un auto de cuatro cilindros. Por el Circuito Mexiquense la cifra asciende a mil 426 pesos: 926 de peajes y 500 de combustible. Ir por el Arco y regresar por la Mexiquense cuesta mil 300 pesos: 786 de tarifas y el mismo monto de gasolina.
Alternativas de Transporte
Próxima a la inauguración de uno de los megaproyectos del presidente Andrés Manuel López Obrador, las principales líneas de autobuses, como son Estrella Roja y Autobuses de Oriente (ADO), no cuentan por ahora con corridas que conecten a Puebla con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Los trabajadores en ventanilla de las centrales de autobuses afirman que no han recibido información sobre alguna ruta.
En días recientes Isidro Pastor Román, titular de la paraestatal que administrará el AIFA, dio a conocer en conferencia de prensa que se autorizará a una sola empresa transportista para ofrecer salidas al nuevo aeropuerto desde el Valle de México y el estado de México, pero nada se habló sobre corridas desde otros estados cercanos.
También aseguró que Uber y Didi no podrán recoger pasajeros en Santa Lucía para transportarlos a otros destinos, pero los usuarios sí podrán llegar a través de este servicio.
De acuerdo con Arturo Balderas, director de la asociación de transportistas Corresponsabilidad en el Transporte, las firmas ADO, Estrella Roja y Grupo Estrella Blanca, que actualmente llegan al AICM, ya han tenido acercamiento con encargados del aeropuerto para analizar la posibilidad de concretar corridas desde Puebla, Querétaro y Pachuca, aunque oficialmente no han informado nada al respecto. Se intentó localizar a los gerentes generales de estas transportistas sin obtener respuesta alguna.
La ruta económica al AIFA: México-Puebla, Arco Norte, México-Pachuca
Siguiendo por la México-Puebla la primera caseta por pagar es la de San Martín, con un costo de 44 pesos. Una vez próximos al Arco Norte se atraviesa la plaza de cobro de Texmelucan y es hasta unos kilómetros más adelante, en la caseta Arco Norte Pachuca donde se paga una cuota de 250 pesos.
Dejando atrás el Arco el camino continúa por la México-Pachuca hasta la altura del entronque hacia Tizayuca en el estado de Hidalgo por una curva que redirecciona hacia la salida a Zumpango.
La entrada a este municipio nos conduce por un tramo de dos carriles, uno de ida y otro de vuelta a lo largo de un cruce de terracería bastante transitado; sin embargo, no parece un sitio amable para pasar de noche o de madrugada, pues carece de alumbrado y no hay más que terrenos baldíos a los costados, lo que lo vuelve solitario.
Finalmente queda seguir por la carretera hacia México por Tecámac a través del camino a San Jerónimo, complejo de conectividad que el gobierno federal llamó “acceso oriente”. En este punto se encuentra la entrada a la zona de carga y partir de ahí en un trayecto de 12 kilómetros por fin se llega al aeropuerto.
Continuando derecho por San Jerónimo se encuentra la conexión de la zona militar. La ampliación de este camino a cuatro carriles, dos en cada sentido que se unen con la Mé-xico-Pachuca, además de los respectivos entronques de acceso, son apenas una de las tres obras de la vía que lleva este mismo nombre, de acuerdo con la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT) tuvieron una inversión de 690 millones de pesos.
Las vías de conectividad a Santa Lucía con mayor avance hasta el momento -de 99 por ciento- según la dependencia federal son estas de la México-Pachuca, cuyo tramo a la altura de Ojo de Agua fue ampliado a ocho carriles, cuatro de ida y cuatro de vuelta.
Si bien la opción del Arco es una ruta más económica, también lo es más angustiante, ya que hay mucho flujo de tráiler, así como de camiones doble remolque, y por momentos la vía se congestiona cuando estos vehículos aún siendo pesados, transitan a alta velocidad.
En lo que respecta a las condiciones de la carretera, los carriles están bien delimitados y el asfalto muestra su mantenimiento en los repetidos parches, de modo que no hay baches que pudieran ocasionar alguna volcadura o ponchar una llanta.
Por otro lado, en la primera mitad del Arco Norte solo hay una gasolinera para detenerse al baño, y tomando en cuenta que hasta este punto restan casi dos horas de camino más bastaría ser precavido con el consumo de líquidos, sin embargo, esta sugerencia resulta difícil de acatar considerando que el calor después de las dos de la tarde obliga a la hidratación.
El regreso
Retornar de Santa Lucía a la ciudad de Puebla por el Circuito Exterior Mexiquense continuando por la México-Puebla cuesta 742 pesos: 492 de casetas y 250 de gasolina. Esto implica salir del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles por la ampliación de San Jerónimo y subirse a la carretera México-Pachuca para entrar a la Ciudad de México, cuya tarifa es de 58 pesos.
Aquí valdría señalar que, en caso de optar por el regreso a través del Arco Norte, inmediatamente pasando la caseta de la México-Pachuca uno se tiene que orillar a la derecha para tomar la salida hacia Lechería-Texcoco, tramo que es muy corto, de lo contrario la única vía por recorrer es la que conduce a la Mexiquense. Aunque son menos peajes, el tiempo estimado por el GPS de Google Maps en relación al circuito llega a incrementar de una a dos horas.
En lo sucesivo Google Maps conduce por la salida a la vía Morelos de Ecatepec-Texcoco, rumbo a Ecatepec-Lechería a través de una curva prolongada. Al salir, casi al instante hay una bifurcación hacia Pachuca y Ecatepec. En caso de seguir por Pachuca, se sale a la México-Pachuca hasta conectar con el entronque del circuito mexiquense.
En este punto se paga la primera cuota del mismo que es de 68 pesos y de ahí en adelante se cubren otras dos tarifas de 42 pesos, y una más de 98 pesos en Chalco. En este último punto hay mucha confusión de caminos encontrados, aquel que quiera llegar a Puebla deberá pasar por la rotonda y adentrarse al instante en una curva considerablemente cerrada en la que no hay señalética ni reflejantes.
Después queda subirse a la México-Puebla y cubrir la cuota de 140 pesos en San Marcos. El trayecto en relación al aeropuerto mismo resulta seguro si se considera que los principales peligros en realidad asoman en el estado de Puebla, pues al anochecer, en el tramo de esta caseta a la primera gasolinera, donde se ubica un McDonalds, los asaltantes ponen tabiques en medio del camino, por lo que resulta pertinente esquivarlos y no detener la marcha. Por último, se paga la caseta de San Martín cuya tarifa es de 44 pesos.
Periferia del acceso Oriente
La periferia que bordea al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles por el acceso oriente no es muy distinta a los cinturones de muchas ciudades mexicanas. A Santa Lucía la rodean negocios de ladrillos improvisados y pisos terrosos manchados de aceite; comercios de refacciones que se anuncian con llantas en la entrada, donde lo mismo inflan neumáticos a cambio de algo para el refresco, que arreglan el clutch, o ponen el aceite.
A menos de 20 días de que el AIFA eche a andar su primer vuelo, los jornaleros con chalecos anaranjados de orillitas antirreflejantes colocan el chapopote, hacen mejoras de la carpeta asfáltica, tienen prisa, son fuertes. Parecen hormiguitas a marcha forzada en el remozamiento de las vialidades de San Jerónimo.
Y la angustia del gobierno federal por terminar las obras antes del 21 de marzo cuando se inaugura la terminal aérea, se estrangula en el embotellamiento de combis, camiones y carros que poco pisan el acelerador durante dos horas hacia el entronque de la Zona Militar.
Mientras tanto los vendedores de congeladas de rompope a 15 pesos, de aguas a 10 y de cables para cargar el celular a 50, trabajan bajo el mismo semáforo voluble. Ellos sí avanzan y le dicen a los conductores que el tiempo en ese tramo se detuvo desde hace tres días, cuando los jornaleros llegaron en grupos gigantescos para terminar el viaducto, del que la federación anunció se extenderá por 650 metros para aumentar a 40 por ciento el aforo de carros que vengan por la México-Pachuca.
Algunas casas grandes se anuncian como hoteles. Sobre las banquetas unos cuantos muchachos comparten una caguama, un refresco. Son ellos mismos quienes comandan a chiflidos la circulación ante el fantasma de policías de tránsito, que nunca llegan. Extienden la mano con gesto de agradecimiento para que se respete el uno por uno. No piden monedas, acomodan las barricadas anaranjadas, algunos conductores les dan dinero. Se hace de noche, poco se avanza.
Fuente: https://www.lajornadadeoriente.com.mx/puebla/nuevo-aeropuerto-tres-horas-o-mas-puebla-54-kilometros-mas-aicm/