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Aguacates catalanes: luces y sombras de un cultivo que abandera el kilómetro cero desde Tarragona | Comer

Hace años que esta fruta subtropical se produce en el sur de Catalunya, pero los activistas defienden que eso no la hace más sostenible 

Aguacates producidos en Terres de l’Ebre a la venta en un supermercado catalán Iker Morán

IKER MORÁN / COMER

“Aguacates kilómetro cero”, reza un cartel de la sección de frutería de una conocida cadena de supermercados catalanes. A 1,59 euros la unidad, a priori suena un poco optimista llamar así a los de Málaga, pensamos antes de leer el resto de información donde aseguran que su origen es Catalunya. 

¿Aguacates catalanes? Efectivamente, de las Terres de l’Ebre, indica cada una de las piezas. Aunque sea algo bastante desconocido, en realidad hace ya unos años que Tarragona también se ha apuntado a la moda de los aguacates. Con las consiguientes dudas que este cultivo siempre genera sobre su sostenibilidad, claro.

El proyecto de La Calafa en Alcanar fue uno de los pioneros en el cultivo de aguacates en Tarragona. Una finca familiar y trabajada en ecológico en la que, según explica Agustí Grau, su padre ya tenía aguacates plantados antes de 2012. Fue ese año cuando, junto a su mujer, Meritxel Vidal, tomaron el relevo y comenzaron a producirlos y venderlos por la zona.

Cultivo en Catalunya 

Hace más de 10 años que se plantan aguacates en el municipio de Alcanar

“Según iban muriendo naranjos y mandarinos, algunos de 1926, iba probando diferentes árboles subtropicales. Y el que mejor sobrevivía y producía fue el aguacate”, recuerda Grau respecto a la idea original de su padre. Aunque pueda sorprender que el aguacate se dé bien en esta zona, asegura que no es tan raro «Tenemos clima subtropical y una alta humedad. En el suelo del que disponemos, aunque no es el ideal, crecen bastante bien. Forma parte del grupo de subtropicales que en Levante se ha intentado virar (aguacate, kaki, etc.)», explica.

Roger Catà es uno de los mayores expertos en el cultivo de aguacate en esta región. Este ingeniero agrónomo trabaja para Alvo.cat, que cultiva aguacates en la provincia de Tarragona desde 2018, y también cuenta con un molino donde se elabora aceite de aguacate.

En su web Alvo.cat venden directamente estos aguacates “de kilómetro cero” a todo el país. Además, al final de temporada, los más pequeños o menos bonitos se aprovechan para hacer aceite en el molino Mas Montseny de la propia empresa. “El aceite de aguacate no es muy conocido, pero es igual de saludable que el virgen extra de oliva, además tiene muchas propiedades beneficiosas para la piel, de ahí también su uso cosmético”, defiende Catà.

Aceite de aguacate
Aceite de aguacate producido en el molino Mas Montseny Alvo.cat

Productividad y precio

“Buscábamos alternativas a los cultivos tradicionales que estaban bajando sus producciones o por los bajos precios, como es el caso del avellano en Camp de Tarragona o los cítricos en el sur de Catalunya”, señala Roger Catà. Viajó a Canarias, Málaga y Valencia para visitar campos, hablar con productores de aguacates y estudiar el cultivo para preseleccionar las variedades que mejor se adaptan al terreno arcilloso y calcáreo de la región.

En Valencia está más implantado desde hace años y ya hay quienes hablan de un paulatino desplazamiento de los cítricos a favor de esta fruta, mucho más rentable. Y que su cultivo se vaya desplazando hacia el norte no debería sorprender y muchos lo vinculan al cambio climático, aunque su adaptación no es tan sencilla.

Buscábamos alternativas a los cultivos tradicionales que estaban bajando sus producciones o por los bajos precios

Roger CatàIngeniero agrónomo de Alvo.cat

Además de esta plantación en El Morell, en total hay unas 15 fincas más en toda Catalunya que están empezando a plantar a pequeña escala, indica Catà. Él les asesora, porque adaptar una planta subtropical al Mediterráneo requiere tener en cuenta las heladas puntuales y el tipo de terreno más compacto que, según explica, retiene el agua y hace que el trabajo sea diferente al de otras zonas.

El caso es que la imparable demanda de aguacate es evidente. También que se pagan mucho mejor que otros productos de la zona. “La alta rentabilidad es cierta, se pagan muy bien, son fáciles de manejar y tienen una venta muy fácil”, asegura Grau. Durante unos años fue bastante bien, reconoce, y vendían desde Vinaròs hasta Cardedeu, a clientes particulares, asociaciones, grupos de consumo y tiendas ecológicas.

Aguacates
Los aguacates son más rentables para los agricultores que otras frutas autóctonas Getty Images/iStockphoto

Pese a ello, en La Calafa hace años que dejaron de venderlos. “Los aguacates han perdido su productividad y queremos repensar su cultivo en particular”. Además, el embarazo de su pareja y la imposibilidad de mantener el cultivo él sólo, también tuvieron que ver en esta decisión. “Es una finca pequeña, casi un jardín, y nunca nos ha dado para vivir de ello, así que cada uno teníamos nuestro oficio y seguimos con ellos”, explica.

El agua y el kilómetro cero

Mejor comer aguacates producidos cerca que unos traídos de la otra punta del mundo. Además de la huella de carbono de su transporte, también está la calidad, puesto que los que llegan de lejos se recogen verdes y se maduran durante el trayecto marítimo de más de 30 días. “Nunca podrán competir con un aguacate de Km 0 producido en Catalunya, tiene más sabor porque lo recolectamos en su punto, esperamos hasta que tenga toda la grasa buena para enviarlo a domicilio”, defienden desde Alvo.cat.

Algunos expertos ponen en duda que los aguacates autóctonos sean sostenibles
Algunos expertos ponen en duda que los aguacates cultivados en España sean sostenibles Getty Images

Algo que tiene mucha lógica, pero que no convence a todo el mundo. Ferran García, investigador de Justicia Alimentaria, invita a hacer una lectura más amplia del tema y cuestiona la idea de kilómetro cero tal y como se entiende muchas veces. “Es un concepto que no sólo se refiere a una proximidad kilométrica, sino desde el punto de vista ambiental, ecosistémico y cultural. Es la razón de ser de los sistemas alimentarios locales”, explica.

Esta ONG publicaba recientemente un informe muy crítico con los cultivos tropicales en la Axarquía malagueña, centrado sobre todo en el mango y recordando que esta región andaluza sufre “un estrés hídrico insoportable” a causa de cultivos como el de esta fruta en auge o del aguacate desde hace más de una década.

Un oso polar en el zoo de Barcelona también es local, pero no tiene sentido

Ferran GarcíaInvestigador de Justicia Alimentaria

“Un oso polar en el zoo de Barcelona también es local, pero no tiene sentido”, apunta, mientras recuerda que, aunque la distancia influye, es casi el factor menos importante en este tema.

“Es verdad que también influye, pero de los impactos ambientales y sociales que genera el aguacate, la parte menos importante es la del trayecto. Tiene que ver con modelos de producción, pero no con los kilómetros. Hay diferencia, pero no es lo importante que venga de Sudáfrica, de Málaga o del Maresme”, defiende García mientras reivindica alternativas locales, igual de sanas, aunque no estén tan de moda.

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Desde Justicia alimentaria defienden que de los impactos ambientales y sociales que genera el aguacate, la parte menos importante es la del trayecto Getty

El consumo de agua es otro de los temas recurrentes cuando se habla del aguacate, y los estudios al respecto no invitan a ser muy optimistas. La sequía de los últimos años, especialmente grave en Catalunya, ha agravado la situación. Roger Catà, de todos modos, matiza este dato respecto a los aguacates. “Es una planta exigente en nutrición, pero no en agua como se piensa, para producir un kilo de aguacate ahorramos tres veces más que para producir uno de avellana, por ejemplo”.

“Hay una demanda generada artificialmente y, como surge la polémica de que vienen de la otra parte del mundo, entonces enseguida aparecen iniciativas de kilómetros cero para supuestamente resolver los problemas de impacto”, defienden desde Justicia Alimentaria.

Riesgo de sequía

La producción de aguacates con menos agua es posible, pero disminuye los resultados

La visión de La Calanda, que durante años produjeron aguacates ecológicos en Tarragona, es igualmente muy interesante. El consumo de agua es evidente, reconocen, pero su pequeña finca les permitió experimentar con el tema. “Probamos a regarlos menos de lo que piden, para igualarlos a los mandarinos y no desequilibrar la finca. Y lo mismo con el fertilizante. Y sí, se puede producir, pero menos”, explica.

“Los agricultores, la gente para la que el campo es su cultura y familia, sabe que no cuadra un cambio tan drástico en el agua consumida. Así que presupongo que no será un cultivo mayoritario. Algo que, a mi entender, es motivo de orgullo y responsabilidad”.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/comer/materia-prima/20240423/9600578/aguacates-catalanes-luces-sombras-cultivo-abandera-kilometro-cero-plantaciones-tarragona.html

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