Esta es la primera sentencia condenatoria en Puebla por violencia ácida y la segunda en México
Luego de cinco años, 16 audiencias y 30 operaciones para reconstruir el rostro de Esmeralda, pudo escuchar la sentencia de su agresor. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla
Alba Espejel / El Sol de Puebla
Fidel N., agresor de Esmeralda Millán, fue condenado a 42 años de prisión, 40 por feminicidio en grado de tentativa y dos años más por las lesiones que le ocasionó a la madre de la víctima cuando le aventó el ácido. Esta es la primer sentencia condenatoria en Puebla por violencia ácida y la segunda en México, así como América Latina, la primera fue por el caso de Carmen Sánchez.
Fue este 21 de marzo cuando se llevó a cabo la última audiencia en contra de Fidel N., en la cual, se determinó su sentencia condenatoria. Esto luego de cinco años, 16 audiencias y 30 operaciones para reconstruir el rostro de Esmeralda. La sesión comenzó a las 15:00 horas y terminó a las 18:00 horas.
Cuando terminó el encuentro en la Casa de Justicia de Cholula, Esmeralda habló con los medios de comunicación y confirmó la sentencia de 42 años en contra de su expareja. Si bien, se dijo contenta por los años que este hombre estará en el cárcel, lamentó que los otros tres hombres que ayudaron a su agresor, siguen libres e impunes.
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Agradeció a sus familiares por acompañarla en este largo camino y puntualmente a Carmen Sánchez (sobreviviente) y su organización, ya que gracias a ellos pudo operarse varias veces y ha tenido el apoyo que “lamentablemente”, las autoridades no le han brindado.
La jueza que encabezó la audiencia fue Rosalba Zárate, a quien se le pidió previamente que se mantuviera “congruente con su misión de procurar justicia, mantener estándares de perspectiva de género e imparcialidad”.
¿Qué fue lo que ocurrió?
Esmeralda Millán se separó de su expareja, Fidel N., porque su relación se tornó muy violenta. Este hombre la agredió de manera psicológica, verbal y hasta física, pero cuando tomó la decisión de dejarlo “fue muy tarde”. “Yo me quedé porque quería una familia para mis hijos, pero como fueron creciendo, mi hijo el mayor veía las agresiones y le gritaba a su papá que me dejara de pegar. Me di cuenta que yo no quería esa vida para ellos”, recordó.
Esmeralda se fue a vivir con su madre, pero este hombre halló la manera de encontrarla. La perseguía y acosaba constantemente. Una vez le preguntó que si estaba segura de su decisión y que si ya no volvería con él, ella respondió que sí y Fidel dijo lo siguiente: “¿Sabes qué Esme?, en su momento, te arrepentirás, si no eres mía, no serás de nadie”.
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Una semana después fue su ataque con ácido
Fidel en compañía de tres personas siguió a Esmeralda a un baño de vapor al que solía ir. Esperó a que saliera, la acorraló y le aventó el ácido en la cara y en su cuerpo y una gran parte del líquido también se lo tragó.
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“El esófago se me cerró, ya no podía respirar. De mi ojo derecho perdí de inmediato la vista. El ácido me carcomió por dentro, me llevaron al hospital, reaccioné, pero yo morí ese día, estoy muerta en vida”, lamentó.
El ataque ocurrió en el año 2018 y el camino que Esmeralda ha tenido que transitar no ha sido nada fácil, primero tuvo que pasar el dolor de que sus hijos la vieran así, decirles que su propio padre fue el atacante, comenzaron las burlas de las personas que la veían en la calle y también el dolor físico, pues ya lleva 30 cirugías de reconstrucción.
“En el hospital estuve mal, pero salir a la sociedad fue peor. Cuando mis hijos me vieron por primera vez se espantaron, el ver que ni tus hijos se quieren acercar a ti es muy doloroso. A mi mamá le he dicho muchas veces que me quiero morir, pero si sigo aquí es por mis hijos, por justicia, porque Fidel sigue sin condena y porque no quiero que ni una mujer pase por lo que yo pasé”, comentó.
Todo cambió cuando tuvo un acercamiento con la Fundación Carmen Sánchez, la primera asociación civil en el país creada para prevenir, atender, erradicar, investigar y sancionar los ataques con sustancias corrosivas.
Luego de esto se sumó a las exigencias para que en Puebla existiera una ley para tipificar los ataques con ácido como tentativa de feminicidio. En su caso, ya no aplicarán todos los beneficios, debido a que la ley no es retroactiva, pero también porque su agresión, por ser muy letal, fue considerada como tentativa desde el primer momento.
El 2 de marzo del 2023 en el Congreso del estado de Puebla, se aprobaron la Ley Ácida y la Ley Monzón. La primera tuvo el objetivo de tipificar de manera inmediata como tentativa de feminicidio los ataques con ácido, y la segunda, arrebatar la custodia de menores a hombres señalados por feminicidio.