Por Luis Soriano Peregrina
Decía Einstein, “es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”, una afirmación que sigue siendo actual.
Según refieren los titulares del perfil de Twitter, Cosas de Whitexicans @LosWhitexicans, el término Whitexicans alude a una minoría privilegiada que no está al tanto del sistema de desigualdad que impera en el país y cree que todos en México tienen las mismas oportunidades, también están quienes dicen que el concepto de whitexican es racista, otros como Tenoch Huerta Mejía dicen que el racismo a la inversa no existe.
Yásnaya Elena Aguilar, lingüista mixe y columnista de EL PAÍS, indica que “para que el racismo fuera al revés tendrías que tener la situación contraria a la que se ha vivido por siglos: que la población blanca hubiera sido esclavizada, que no hubiera podido tener acceso a universidades, que se hubiera traficado con ellos y que el canon de personas fuera de personas no blancas y que los puestos de poder fueran ocupados por personas no blancas”, lo anterior lo dijo en una entrevista telefónica a la revista Verne.
Por mi raza hablará la desigualdad es un estudio fechado en julio del 2019 elaborado por Oxfam México, documento muy interesante que desnuda la realidad de nuestro México, donde describe de manera más seria lo que es el whitexican sin que hable del whitexican; a decirlo con palabras beisboleras, son aquellos que nacieron en tercera base y piensan que dieron un triple play, es decir, son aquellas persona que por el hecho de haber nacido con el color de piel con el que nació y haber nacido en una familia que ha podido acumular ventajas y privilegios lo hace estar en una posición de privilegio desde el momento en el que nacieron. Es decir, nacieron ya en tercera base, a diferencia de millones de personas que no tienen ni oportunidad de tener un bate o saber que pueden batear, pero lo grave no es lo anterior, pues nadie puede ser culpable de nacer donde nació o de aprovechar las oportunidades que la vida le dio. Lo más delicado es que los privilegiados no saben que lo son al vivir en un País como el nuestro, con una sociedad que discrimina e incentiva las conductas tóxicas como el pensar que el pobre es pobre por flojo, pues no contamos con un sistema cultural, educativo o formativo que permita romper con estos actos de discriminación que son heredados generación tras generación. El que en México no estemos cumpliendo con la implementación del programa mundial de derechos humanos, es otro motivo por el cual no tengamos en la generalidad de la población las herramientas y los conocimientos de ser empáticos con otras personas ni mucho menos el interiorizar el pensamiento de la no discriminación.
También es cierto lo que escribió Alice Krozer en la revista Nexos del 7 de marzo del 2019 que “en México, el color de piel es un atajo efectivo para ubicar a las personas en la jerarquía social: las personas indígenas (con tonos de piel oscuros) tienen cuatro veces más probabilidad de vivir en pobreza [Esquivel 2015], y una probabilidad casi seis veces menor de alcanzar la educación superior [Solís, Lorenzo y Güémez, en prensa] que las personas no-indígenas (de pieles claras). Al mismo tiempo, más del 60% de las personas blancas se encuentran en el quintil más rico del país.”
Con datos más recientes, Viridiana Ríos, periodista y doctora por la Universidad de Harvard, publicó una infografía basándose en el estudio antes citado “Por mi raza hablará la desigualdad”, elaborado por Oxfam México, donde se desprende que 1 de cada 3 personas de tez blanca pertenece al 25% más rico de México, que el 25% de la población blanca en comparación del 6.2% de personas con piel mas oscura, incluso la población con piel más oscura tiene mayor riesgo de no tener educación básica, derivando el siguiente comentario: “El éxito en un país racista y clasista como México no se debe solo al mérito, se debe también, tristemente, al tono de la piel con el que nos tocó nacer”.
Te preguntarás por qué todo esto después de tantos años está saliendo a la luz. Pues te diré que en México hasta no hace mucho tiempo se comenzaron a realizar estudios con mejores enfoques entre ellos el multidimensional para la caracterización étnico-racial, así como abriendo la puerta a que en México existe más que población blanca/mestiza y población indígena. Al visibilizar a la población afrodescendiente, también se ajustaron las variables lingüísticas a preguntar por aquellos que no hablan lenguas indígenas, aquellos que tienen padres hablantes de lenguas indígenas y a los hablantes de lenguas indígenas, cuando anteriormente solo era si hablaban o no lenguas indígenas.
Lo cierto es que a quienes se les señala como los Whitexicans son las personas que en su mayoría más discriminan. Son aquellas personas que siempre en sus redes sociales dicen que el que es pobre es pobre porque quiere, que trabajos hay muchos pero nadie los agarra por flojos, que los desempleados son personas flojas, que en México nadie se muere de hambre; son los que dice que quieren en el gobierno a gente como ellos, no nacos o que parecen indios, pero también son aquellos que a pesar de tener piel oscura se identifican con el rico o el acomodado esperando que algún día cuando despierten, tengan la piel mas blanca o la riqueza de quienes defiende. Son los que se sienten parte de la burguesía pero que viven en departamentos de Infonavit, lo llamados burgueses de Infonavit.
Lo cierto es que también están próximos a tomar protesta muchas y muchos que se les considera como los Whitexicans de la política, siendo el ejemplo más claro el próximo gobernador y su esposa en el Estado de Nuevo León, pareja blanca, heterosexual, clase alta, atractivos, delgados, que son parte de la élite del poder actual y del viejo régimen independientemente del partido al que pertenecen. Como ellos tuvimos en Puebla a Rafael Moreno Valle Rosas y esposa, también a Martha Erika Alonso y esposo; en el Estado de México y como presidente de la República a Enrique Peña Nieto y la Gaviota. De todos ellos también se desprenden herederos, familiares, políticos y prestanombres que hoy disfrutan de sus riquezas y del poder ya sean disfrazados de izquierdas o sintiéndose la esperanza para el regreso del viejo régimen. Estos ejemplos se dan con nuevas y reelectas autoridades, lo cierto es que mucha gente que llega, llega insensible, discriminando, pensando que el pobre es pobre porque quiere; otros llegan sin saber lo que realmente sucede en México y menos de lo que sucede en su demarcación. Otros llegan sin sentido de empatía, otros más con espíritu de venganza y los más graves llegan a ser sumisos de los poderes establecidos y fácticos.
Estos tres años que vienen no serán fáciles, serán muy difíciles para la población, para la ciudadanía, sin muchas oportunidades, sin claridad ni empatía de las autoridades, con fórmulas del pasado tropicalizadas al presente. Serán tres años difíciles para las familias mexicanas.
Seamos muy observadores en qué sociedad vivimos viendo nuestro reflejo en nuestras autoridades y veremos a nivel municipal, local, estatal y federal, perfiles de personas con algunas de las siguientes características, piel blanca, estatura promedio, delgados en su mayoría, públicamente se dicen heterosexuales, de nivel socio económico medio alto a alto, que son parte de la élite del poder actual o del viejo régimen independientemente del partido político al que pertenezcan.
@LuisSorianoVC