Chicago será uno de los primeros objetivos y se enviarán hasta 200 oficiales para llevar a cabo la operación, dicen personas familiarizadas con la planificación.
Por Michelle Hackman / Joe Barrett / Paul Kiernan / The Wall Street Journal
La administración entrante de Trump está planeando una redada migratoria a gran escala en Chicago la próxima semana, según cuatro personas familiarizadas con la planificación, el primer paso en la prometida campaña de deportación masiva del presidente electo Donald Trump .
Se espera que la redada comience el martes por la mañana, un día después de la investidura de Trump, y dure toda la semana, dijeron las personas. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos enviará entre 100 y 200 agentes para llevar a cabo la operación.
Trump se postuló a la presidencia con una promesa audaz: llevar a cabo la mayor deportación masiva en la historia de Estados Unidos.
El equipo de Trump pretende atacar a los inmigrantes que se encuentran en el país ilegalmente y que tienen antecedentes penales, muchos de cuyos delitos, como infracciones de tránsito, los hicieron demasiado menores para que la administración Biden los persiga. Pero, advirtieron las personas, si alguien más que se encuentra en el país ilegalmente está presente durante un arresto, también será detenido.
El equipo de transición había estado considerando ciudades a las que apuntar en una operación desde el primer día como una forma de dar un ejemplo de las llamadas ciudades santuario, que adoptan políticas que limitan la cooperación con las autoridades federales de inmigración. Se decidieron por Chicago tanto por la gran cantidad de inmigrantes que podrían ser posibles objetivos como por la disputa de alto perfil del equipo de Trump con el alcalde demócrata de la ciudad, Brandon Johnson .
Aunque no está claro a cuántas personas se dirigirá realmente la operación, el equipo de Trump planea trabajar con varios medios de comunicación de tendencia derechista para amplificar sus esfuerzos.
Tom Homan , el nuevo jefe fronterizo de la administración, pareció ofrecer una vista previa de la operación durante una visita a Chicago el mes pasado.
“Vamos a empezar aquí mismo, en Chicago, Illinois”, dijo Homan en una fiesta navideña en el lado norte de Chicago. “Y si el alcalde de Chicago no quiere ayudar, puede hacerse a un lado. Pero si nos impide el paso, si a sabiendas alberga u oculta a un inmigrante ilegal, lo procesaré”.
En respuesta a los comentarios de Homan en ese momento, el gobernador de Illinois , el demócrata JB Pritzker , dijo: «Me aseguraré de cumplir con la ley. Me preocupa que la administración Trump y sus lacayos no cumplan con la ley».
El equipo de transición de Trump y ICE no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios el viernes, como tampoco lo hicieron los representantes de Pritzker o Johnson.
Los grandes centros de inmigrantes, como Nueva York, Los Ángeles, Denver y Miami, también están en la mira de la administración entrante, y podrían producirse redadas más específicas. Para ayudar a llevarlas a cabo, el equipo de Trump está sopesando una amplia combinación de cambios para dar más poder a los alguaciles , con recompensas para las jurisdicciones que cooperen y sanciones financieras para las que se resistan, dijeron anteriormente personas involucradas en la planificación. Homan, por ejemplo, ha amenazado públicamente con arrojar a la cárcel al alcalde de Denver, que ha protestado en voz alta contra los planes de inmigración de Trump.
El Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles dijo en un comunicado que los funcionarios locales prohibieron en 2020 la cooperación con las autoridades federales de inmigración, a quienes se les prohíbe utilizar la propiedad, las bases de datos y el personal del condado sin una orden judicial federal. “Estamos aquí para proteger a las comunidades a las que servimos, no para hacer cumplir las leyes de inmigración”, dijo el departamento.
Los asesores de Trump han dicho que tienen la intención de penalizar a las ciudades santuario recortándoles lo que podrían ascender a miles de millones de dólares en subvenciones federales.
En los últimos días, ante la inminente investidura de Trump, se han difundido rumores en las redes sociales sobre redadas del ICE. Una organización, la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles, dijo que ha realizado más de 140 talleres desde la elección para informar a los inmigrantes sobre sus derechos, recursos legales y cómo responder si se les acercan agentes del ICE.
“Si la intención es infundir un sentimiento de terror y persecución, eso es lo que la administración Trump está haciendo muy bien”, dijo el portavoz de CHIRLA, Jorge-Mario Cabrera.
Con el envejecimiento de la población estadounidense, la economía de ese país se ha vuelto cada vez más dependiente de la mano de obra inmigrante , particularmente en las industrias de alimentación, construcción y servicios.
Desde finales de 2020, unos 10 millones de personas han migrado a Estados Unidos, descontando a quienes se fueron, incluidos los que llegaron tanto legal como ilegalmente. Las llegadas han aliviado la escasez de mano de obra y han ayudado a impulsar un crecimiento económico más rápido.
Los economistas y líderes empresariales dicen que las deportaciones en la escala que Trump ha sugerido equivaldrían a un shock para la economía, afectando a industrias cruciales con escasez de mano de obra.
Muchos votantes sintieron que las políticas fronterizas del presidente Biden presionaban a las ciudades y escuelas de todo el país. En las elecciones de noviembre, la inmigración fue una de las principales preocupaciones de los votantes, seguida únicamente por la economía, según mostraron las encuestas.
Chicago se convirtió en un punto de conflicto político durante la presidencia de Biden, cuando el gobernador de Texas, Greg Abbott, comenzó a enviar autobuses llenos de migrantes que buscaban asilo en la frontera sur hacia Chicago y otras ciudades del norte. Desde agosto de 2022, han llegado más de 51.000 migrantes, según cifras de la ciudad de Chicago.
Fasika Alem, directora de programas de la Organización Africana Unida en Chicago, dijo que su grupo y otros se han movilizado para garantizar que las personas con las que trabajan conozcan sus derechos y tengan planes para que alguien cuide a sus hijos si se separan.
“Estamos preparando a nuestra comunidad para que esté lista”, dijo. “Así es como lo estamos planteando”.
El Departamento de Policía de Chicago remitió cualquier pregunta sobre acciones de control de inmigración pendientes al gobierno federal.
En un comunicado, el CPD citó la Ordenanza de Ciudades Acogedoras de Chicago, según la cual el departamento “no documenta el estatus migratorio” ni comparte información con las autoridades federales de inmigración. “No intervendremos ni interferiremos con ninguna otra agencia gubernamental que realice sus funciones”, agregó.
Escriba a Michelle Hackman a michelle.hackman@wsj.com y a Joe Barrett a Joseph.Barrett@wsj.com
Apareció en la edición impresa del 18 de enero de 2025 como ‘Se prepara una redada de deportación a gran escala para comenzar en Chicago’.