Si te sientes triste o cansada. Si has perdido la ilusión o te parece que no tienes un buen día, siempre existen maneras de recuperar la alegría y fortalecer la verdadera felicidad. Lo dice Harvard.
MARÍA FERNÁNDEZ DE CÓRDOVA / TELVA
Estas inteligentes frases de Tal Ben Sahar, gurú de la felicidad de Harvard son una buena ruta hacia la alegría, esa emoción que nos hace sentir bien y positivos ante la vida. La alegría, como todas las emociones, va y viene dependiendo de las circunstancias que atravesemos, de las personas que nos rodean, de nuestros pensamientos, etc. Aunque solemos asociar la alegría con la felicidad, no son los mismo. Como explica otro profesor de Harvard, Arthur Brooks, «los sentimientos son indicios de felicidad, pero no son la felicidad. Es como confundir el olor de la cena con la cena«.
Felicidad y alegría son cosas diferentes: tenerlo claro te hará sentir mejor
La felicidad no es una meta, es un rumbo, dicen los expertos. No olvides esta afirmación cuando te sientas triste, cansada, desanimada o sin ilusión. «Las emociones y experiencias negativas o desagradables nos dan la resistencia que necesitamos para fortalecernos. Una estrategia de evadir las fuentes de sufrimiento no es una forma de vivir plenamente. Incluso si fuera posible, obstaculizaría nuestro desarrollo como seres humanos y reduciría nuestra satisfacción con la vida», afirma Brooks. ¿La clave? «Agradezco lo bueno que experimento hoy, pero no temo lo malo, que es parte de estar vivo y una oportunidad de aprendizaje y crecimiento», propone Brooks.
4 ideas sencillas y eficaces para recuperar la alegría ahora, según el gurú de Harvard
En su conocido libro Más feliz a pesar de todo, el experto de Harvard Tal Ben Sahar, propone estas 5 ideas sencillas pero eficaces para recuperar la alegría (si la hemos perdido) y seguir avanzando por la ruta de la felicidad.
Si tienes un mal día… vive el presente
«La mayoría de nuestros malos momentos son el resultado de nuestra incapacidad para estar presentes. Cuanto más presentes estemos, más momentos de claridad tendremos. El monje budista vietnamita Thích Nhât dice: «Si vivimos en el pasado, estamos abiertos a la depresión; si vivimos en el futuro, estamos abiertos a la ansiedad; sólo en el presente estamos simplemente abiertos». Aquellos que practican la atención plena de manera habitual afirman sentirse más tranquilos y satisfechos; además, hay pruebas neurocientíficas de que la meditación tiene un efecto apreciable en la estructura del propio cerebro«, explica Tal Ben Shahar.
Si te sientes triste… llora
«Derrama lágrimas. Que fluyan a borbotones. Enciérrate en un cuarto y llora si es lo que necesitas hacer. Llorar ha demostrado ser tranquilizador, pues libera sustancias químicas que nos hacen sentir bien, como la oxitocina y algunos opioides que ayudan a aliviar la tristeza y el estrés», señala el experto. También puedes liberar tu tristeza escribiendo tus emociones: «Dedica diez minutos o más a escribir en un diario sobre una experiencia difícil por la que tuviste que pasar o por la que estás atravesando ahora mismo. Escribe cómo te sentiste, cómo te sientes en estos momentos, qué pensaste entonces y qué pasa por tu mente ahora. No te preocupes por la gramática (…) sólo tú lo vas a leer». En definitiva, «exprésate en lugar de contenerte, comparte en lugar de guardarlo todo en tu interior. Tan sólo hablar de las dificultades o retos a los que hacemos frente -ya sea con una amistad de confianza o en terapia- nos ayuda a aliviar la tensión y a sentirnos mejor»
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Si has perdido la ilusión… recupera el sentido de lo que haces
«Párate un momento a pensar en el sentido y el propósito de lo que tú haces, tanto si se trata de ayudar a tus hijos con los deberes, de fregar los platos, de repasar las facturas con tu pareja, de cuidar de un padre anciano, de negociar con un cliente o de sacar adelante un proyecto difícil en el trabajo. No te debería llevar mucho tiempo, tan sólo unos pocos minutos de toma de conciencia, y sin embargo puede marcar una diferencia enorme (…). Cuando lo que hacemos tiene un sentido y un objetivo, el camino para superar las dificultades se vuelve menos desalentador. A menudo, conectar con tu objetivo es la clave para distinguir entre fragilidad y antifragilidad, entre desmoronarte y crecer, entre la desesperación y el optimismo«
Si estás cansada… resetea
«La micropausa, tal y como su nombre sugiere, consiste en hacer descansos breves. Tómate una pausa de quince minutos cada dos horas para tomarte un café, meditar o dar una vuelta a la manzana. O reserva un tiempo para leer, dedica una hora a entrenar o escucha tu música favorita entre dos reuniones con clientes. Para que el descanso active tu sistema antifrágil tiene que ser real. Aprovechar la pausa de la comida para hacer unas llamadas o responder a unos correos desde el móvil no cuenta como recuperación: es tan sólo una fuente de estrés más». Además, cuídate y cuidarás tu felicidad: «Practica deporte con regularidad, medita, duerme bien, dedica tiempo a escuchar música, disfruta leyendo, o haz cualquier cosa que te ayude a recuperar fuerzas y cargar pilas».
Fuente: https://www.telva.com/bienestar/psicologia/2025/01/15/67866aa601a2f1767f8b4571.html