Se dejaron ver el viernes juntos y de la mano en el desfile flamenco de Rocío Peralta
Marian Benito / EGOS / La Razón
De Manuel Filiberto de Saboy, personaje televisivo con fama de excéntrico y pretendiente a heredero de la corona italiana, ni siquiera se conocía su separación de la actriz Clotilde Courau, con quien contrajo matrimonio hace más de dos décadas. Sus vidas paralelas estaban bajo sospecha, eso sí. Fue anoche en Sevilla, durante el desfile de la diseñadora flamenca de Rocío Peralta, cuando se pudo confirmar que se cuece un nuevo romance, el primero (al menos a la vista) en la alta sociedad este 2025, entre él y Adriana Abascal.
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El evento congregó a numerosas celebridades de la vida social española, como Virginia Troconis, Victoria López-Quesada y su madre o la discreta mujer del extorero Miguel Báez El Litri, Casilda Ybarra. Precisamente al lado de ella estaba sentado Manuel Filiberto cuando, después de desfilar, Adriana Abascal se unió a ellos. Sus gestos de cariño y complicidad durante toda la velada confirmaron el incipiente romance. El escenario, la Fábrica de Artillería de la capital hispalense, donde la modelo mexicana abrió el desfile en homenaje a Salvador Dalí, no pudo ser más oportuno.
El nuevo amor de la modelo mexicana, de 54 años, nació en Ginebra y tiene dos años menos. Nieto del último rey de Italia, Humberto II, es un príncipe sin corona, adinerado y guaperas. Se casó en 2003 con Clotilde Courau, con la oposición de la familia, que no vio con buenos ojos la llegada de una actriz, menos aún en estado de gestación. «Me caso sólo por amor, quiero un matrimonio feliz como el que tuvieron mis padres», señaló el futuro contrayente a la prensa italiana después de que se publicase el posible embarazo de su novia.
Su singular personalidad ha motivado que sea uno de los miembros más polémicos de la realeza europea. Su afición por los asuntos del corazón y los programas de entretenimiento le sitúan a menudo en el centro de polémicas. Se define a sí mismo filogay, una persona heterosexual amante de lo homosexual y no le ha importado hablar abiertamente de sus problemas con las drogas en su juventud. Es padre de dos hijas, Victoria, de 14 años, y Luisa, de 11.
Ha trabajado como consultor financiero, empresario de moda, productor de cine, conductor de programas de cocina e incluso recorrió las calles de California en un food truck, un furgón restaurante, ofreciendo menús italianos a precios accesibles. También protagonizó un anuncio publicitario para una conocida productora de aceitunas y encurtidos que se emitió en la televisión italiana. Para no faltar a su talante prolífico e inquieto, llegó a presentarse como candidato a unas elecciones. Con poco éxito.