Un nuevo informe de la Mayo Clinic revela los numerosos factores que afectan a la glucosa, con especial atención al impacto de las bebidas azucaradas
Bienestar / VozPópuli
Mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de los límites recomendados es fundamental para la salud, especialmente para las personas con diabetes. Sin embargo, diversos factores pueden influir en la glucosa, provocando fluctuaciones a veces drásticas. La Mayo Clinic, en su afán de concienciar a la población, ha publicado recientemente un completo informe que analiza estos factores, haciendo especial hincapié en el impacto negativo de los refrescos y otras bebidas azucaradas.
De acuerdo con este documento, los carbohidratos son los nutrientes que más impactan en los niveles de azúcar en sangre, ya que el cuerpo los descompone en azúcar, incrementando la glucosa. El problema radica en que las bebidas azucaradas suelen tener un alto contenido de carbohidratos simples y calorías vacías, provocando un rápido aumento de la glucosa en sangre.
Más allá de la alimentación: otros factores que afectan al azúcar en sangre
Si bien es cierto que la alimentación juega un papel crucial en el control de la glucosa, no es el único factor determinante. La Clínica Mayo destaca la importancia de otros aspectos como:
● Ejercicio: la actividad física regular ayuda a los músculos a usar la glucosa como energía y mejora la sensibilidad a la insulina, contribuyendo a la reducción de los niveles de azúcar.
● Medicamentos: la insulina y otros fármacos para la diabetes deben administrarse en la dosis y el momento adecuado para ser efectivos. Es importante informar a tu médico sobre cualquier problema con la medicación.
● Enfermedad: durante un proceso gripal o resfriado, el cuerpo libera hormonas que pueden elevar el azúcar en sangre. Es vital contar con un plan de acción para estos periodos, que incluya pautas para la medicación, la alimentación y la monitorización de la glucosa.
● Alcohol: el consumo de alcohol puede interferir con la capacidad del hígado para regular el azúcar en sangre, pudiendo provocar hipoglucemia. La moderación y la supervisión médica son clave en este aspecto.
● Menstruación y menopausia: los cambios hormonales durante estos ciclos pueden influir en los niveles de glucosa. Un seguimiento cuidadoso de las fluctuaciones y un ajuste del plan de tratamiento son recomendables.
● Estrés: las hormonas liberadas en respuesta al estrés pueden elevar el azúcar en sangre. La gestión del estrés a través de técnicas de relajación, ejercicio y apoyo psicológico resulta fundamental para mantener un buen control de la glucosa.
En definitiva, el informe de la Mayo Clinic nos recuerda la importancia de un enfoque integral para el control del azúcar en sangre. No se trata únicamente de evitar los refrescos, sino de más bien regular su consumo y prestar atención a todos los aspectos que afectan a nuestra salud. La información y la concienciación son las mejores armas para una vida más saludable.