Las nuevas formas de socializar demuestran que la tecnología y la creatividad pueden superar la barrera de la soledad en cualquier rincón del mundo
María del Pilar Díaz / ACyV
El problema de la soledad entre los más mayores se ha convertido en una preocupación creciente en sociedades con poblaciones envejecidas, como Japón. El aumento de la esperanza de vida, junto con el declive de las estructuras familiares tradicionales, ha dejado a muchos hombres de mediana edad y ancianos viviendo en aislamiento, lo que impacta negativamente su salud mental y bienestar.
Esta situación ha impulsado la búsqueda de soluciones creativas para brindarles compañía y apoyo, adaptándose a los desafíos que plantea el envejecimiento demográfico. Ese es el caso de la plataforma japonesa Ossan Rental, que permite a cualquier persona contratar a un hombre de mediana edad o anciano para pasar el día y compartir experiencias. El tiktoker (@landlordnick) ha contratado estos servicios y cuenta en un vídeo su curiosa experiencia.
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J. García González
La posibilidad de alquilar la compañía de un hombre mayor permite a cualquier persona contratar a un hombre de mediana edad para pasar el día y compartir experiencias. De otro modo, ambas personas jamás se hubieran conocido, ya sea por vivir en ciudades opuestas o por las diferencias de edad. La soledad en las grandes ciudades y la necesidad de establecer conexiones sociales han impulsado este peculiar negocio, que ofrece la oportunidad de pasar tiempo con alguien experimentado y con historias que contar.
Así funciona el alquiler de “hombres viejos”
El tiktoker es un extranjero que llegó a Japón con la intención de comprar una casa, dados los bajos precios de los inmuebles en algunas zonas. En su experiencia, alquilar a un ossan no solo le permitió aprender sobre la cultura japonesa, sino también recibir consejos sobre temas como la gastronomía, las relaciones y el mercado inmobiliario. Cabe destacar que “ossan” en japonés tiene un concepto muy amplio de un “hombre viejo o de mediana edad” y muchos jóvenes lo usan para referirse a sus tíos o primos mayores.
Para alquilar este servicio, el tiktoker navegó por la página web de Onsan Rental, donde había todo tipo de personas. Desde “un viejo ordinario” hasta un “amante de los coches”, pasando por un “viejo conductor de trenes” o por “un ossan con una risa pacífica”. Por 1.000 yenes, unos siete dólares al cambio, y tras contactar con varios “hombres mayores” por email, el tiktoker alquiló a un señor mayor llamado “Sakurai”.
Sakurai resultó ser un “señor” de 58 años fuera de la norma, en forma y que se había retirado antes de tiempo para dedicarse a jugar al tenis y a aprender a “cocinar comidas elaboradas para su familia”. “Me enseñó sobre la cultura japonesa, la comida, las citas y los bienes raíces”, comentó el tiktoker. Sakurai le explicó que a veces hay personas que lo “alquilan” para jugar al tenis, para ir de copas o para ir de compras. “Algunas personas solo quieren hablar. Solo escucho”, afirmó el japonés.
Su experiencia demuestra que la compañía de estos hombres puede ofrecer mucho más que una simple charla, convirtiéndose en una forma de aprender e integrarse en la sociedad japonesa y de, por qué no, hacer nuevos amigos. El éxito de este servicio refleja una realidad más amplia en Japón. La sociedad nipona enfrenta retos como el envejecimiento poblacional y la creciente sensación de aislamiento que afecta a muchas personas. Este tipo de iniciativas surge como una forma de combatir la soledad y permite a los usuarios aprender de aquellos que han acumulado experiencias a lo largo de su vida.