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310 mil toneladas de cebada están varadas por el abuso de Heineken, que baja 20% el valor del producto | LJO

Ante la negativa de Heineken México de respetar el precio pactado por tonelada de cebada, productores de nueve estados mantienen este martes el plantón frente a la planta del municipio de Rafael Lara Grajales, en el estado de Puebla, después de ocho días de protesta indefinida, y además cerraron ayer la cervecera de Palma Gorda, en Hidalgo. 

Los cebaderos bloquearon con tractores los accesos a la planta ubicada en Palma Gorda, en Mineral de la Reforma, donde amagaron con ampliar la protesta a siete estados más: Veracruz, Nuevo León, Estado de México, Jalisco, Baja California, Sonora y Chihuahua. 

Los campesinos han sido socios comerciales de Heineken durante 40 años. En 2023, la transnacional compró 310 mil de las más de 600 mil toneladas de cebada que se producen anualmente en el país, para la elaboración de cerveza, que en promedio son las que se mantienen frenadas en este momento. 

La cervecera se mantiene firme en su oferta de comprar en 7 mil 430 pesos la tonelada de cebada, lo cual representa 1 mil 200 pesos menos de los 8 mil 680 que fueron pactados en 2022, bajo una metodología firmada ante la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).  

La metodología se basa en los costos de producción y equilibrio, rendimiento y una aritmética que considera un 20 por ciento de utilidad. 

Al respecto, los productores señalaron que el precio pactado se puede negociar, como ocurrió hace unas semanas con Grupo Modelo, empresa con la que acordaron un pago de 8 mil 252 pesos por tonelada, es decir, mil pesos más de lo que ofrece Heineken.  

El presidente nacional del Sistema Producto Cebada, Ricardo Canales del Razo, informó que miles de familias agricultoras siembran cebada en 300 mil hectáreas de los estados de Hidalgo, México, Tlaxcala y Puebla, principalmente. 

Reveló que un representante de Heineken llamó telefónicamente a los productores, para aseverarles que ya se había pactado un costo de compra con el Sistema Producto Cebada; sin embargo, señaló que se trató de un “engaño” de la transnacional, en la cual cayeron algunos agricultores a quienes les compraron en alrededor de 5 mil 600 pesos la tonelada, casi 3 mil pesos menos de lo acordado.   

Por esta razón, hizo una llamado a los productores de todo el país a sumarse a las protestas, para luchar por un precio justo para la cosecha de este año y de los próximos. 

“Nos tenemos que agrupar para defender el precio de los siguientes años, porque la otra empresa hará lo mismo; es ahora o nunca”, exhortó, al hacer referencia que Grupo Modelo también estarían en la misma dinámica de no respetar el precio pactado, si permiten recibir el pago que ofrece Heineken. 

Como parte de estas prácticas desleales, precisó que en una década la industria cervecera extranjera instalada en México promovió acuerdos de agricultura por contrato que ahora unilateralmente recorta o suspende, debido a que ahora exporta el 20 por ciento de la malta.  

En la planta de Lara Grajales en Puebla, se cumplen ocho días de protestas ininterrumpidas, donde los manifestantes han permitido del acceso y la salida de personal y de vehículos, luego de que revelaron que Heineken interpuso una denuncia en contra de los campesinos, por haber bloqueado a la cervecera. 

Hasta el momento, se desconoce a precisión quiénes y cuántos serían los cebaderos denunciados penalmente, lo cual ha generado la solidaridad de otros movimientos en Puebla, como el del Movimiento Campesino de la Cuenca Libres-Oriental, opositores de la trasnacional porcícola Granjas Carroll. 

Incluso, los campesinos poblanos hicieron público que buscarán a los cebaderos para unir fuerzas y denunciar el acaparamiento de agua que hay en la región, a la que se ha sumado Heineken México. 

Prácticas duopólicas

La cebada se siembra en 11 estados del país, y la mayor producción se concentra en la región del Altiplano, que integra Puebla, Hidalgo, Tlaxcala y el Estado de México, con la participación de unos 40 mil productores y sus familias, que se están viendo afectadas porque Heineken se niega a respetar el precio pactado. 

Los productores son clientes de Heineken y Grupo Modelo, con quienes trabajan la agricultura por contrato. Les entregan el grano y asignan la superficie. Una vez cosechada la cebada, pasan a ser proveedores de las cerveceras. 

Sin embargo, ambas transnacionales han violado los tratados comerciales, pues incurren en malas prácticas duopólicas, al ser las únicas dos empresas que venden semilla en el país, exclusiva para la producción de cerveza.  

Estas dos empresas compran más del 90 por ciento de la producción de cebada mexicana y también determinan qué variedades del grano se siembran en el campo, y hasta cuánto pagar. 

La cerveza fue el agroalimento de México más vendido en el mundo, con ventas de 16 millones de dólares diarios, el cual llega a 180 países, principalmente Estados Unidos y China, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico)

Fuente: https://www.lajornadadeoriente.com.mx/puebla/toman-campesinos-planta-de-heineken-toneladas-de-cebada/

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