Desoyendo el consejo de 32 médicos y de parte de su familia, la modelo y actriz australiana ha elegido “un enfoque holístico” para tratar la enfermedad que padece desde hace siete años, según cuenta en sus memorias: “Fue lo más difícil que he hecho en mi vida”
EL PAÍS
La supermodelo y actriz australiana Elle Macpherson ha cumplido 60 años este 2024, una edad redonda para sumarse al carro de los famosos que publican sus memorias. Las suyas, tituladas Elle, han llegado a las librerías este martes 3 de septiembre. “Este libro de corazón abierto revela las experiencias de la vida real que empoderaron a Elle para superar desafíos, enfermedades y conflictos internos”, describe una cita que ella misma ha usado para publicitar el libro en su perfil de Instagram, donde cuenta con 745.000 seguidores. ¿Enfermedades? ¿Qué enfermedades?, se preguntarán sus seguidores. La respuesta está en un capítulo que ha titulado Don’t Sweat the Small Stuff [No te preocupes por las cosas pequeñas], en el que revela por primera vez que hace siete años le diagnosticaron cáncer de mama. “Fue un shock, fue inesperado, fue confuso, fue desalentador en muchos sentidos y realmente me dio la oportunidad de profundizar en mi sentido interior para encontrar una solución que funcionara para mí”, ha explicado en una entrevista con la edición australiana de Women’s Weekly para promocionar las memorias.
Encontrar esa solución, al principio, no fue fácil. Según cuenta en el libro, deliberó durante varias semanas y pidió consejo a 32 médicos y expertos. Le aconsejaron someterse a quimioterapia, pero a ella la idea no le convenció y no les hizo caso. Al final se fue a una playa de Miami, rezó, meditó y tomó la decisión de no someterse al tratamiento indicado para curarse de la enfermedad. En su lugar, Macpherson, declarada públicamente como antivacunas, optó por “un enfoque intuitivo, holístico y guiado por el corazón” para tratar su cáncer bajo la guía de su médico de cabecera, que está especializado en medicina integrativa, basada en una combinación de terapias y cambios en el estilo de vida. “Elegí un enfoque holístico. Decirle no a las soluciones médicas estándar fue lo más difícil que he hecho en mi vida. Pero decirle no a mi propio sentido interior habría sido aún más difícil”, narra la australiana.Más información
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En un momento de la entrevista, la redactora de Women’s Weekly comenta a Macphershon que esta manera de abordar el cáncer le recuerda a la de Olivia Newton-John. En 2018, la cantante y actriz australiana explicó en el programa Seven Night Sunday que estaba tratando su cáncer de mama “con medicinas modernas y terapias naturales”, y que le estaba “yendo bien, muy bien”. Sin embargo, la actriz falleció cuatro años después, en 2022, a causa de su enfermedad. “Hablamos un par de veces cuando me diagnosticaron y también durante nuestro proceso de curación”, responde Macpherson a la redactora. Un proceso de curación que no curó a la actriz que saltó al estrellato mundial por su papel de Sandy en Grease. “Hicimos las cosas de manera diferente, pero compartimos experiencias y cómo nos sentimos y cómo abordamos las cosas”, añade Macphershon. Steve Jobs es otro rostro famoso y adinerado que optó por la medicina alternativa cuando fue diagnosticado de cáncer de páncreas. Su biógrafo, Walter Isaacson, reveló que el fundador de Apple había rechazado durante nueve meses una operación contra el cáncer, haciendo caso omiso de la opinión de su familia y optando por la medicina alternativa, y que cuando finalmente optó por la cirugía la enfermedad se había extendido a los tejidos que rodeaban el órgano. Jobs murió en octubre de 2011 de un paro respiratorio derivado de las metástasis del cáncer de páncreas.
Desoyendo el consejo de los 32 médicos especializados y de parte de su familia, Macpherson alquiló una casa en Phoenix (Estados Unidos) durante ocho meses para tratar su enfermedad holísticamente bajo la guía de su médico de cabecera, un médico naturópata, un dentista holístico, un osteópata, un quiropráctico y dos terapeutas. Ahora la modelo que fue apodada como The Body (El cuerpo) asegura que está en “remisión clínica”, aunque ella prefiere llamarlo “bienestar absoluto”, según apunta en la revista. “Es verdad, desde todas las perspectivas, desde cada análisis de sangre, cada exploración, cada prueba de diagnóstico por imagen… pero también desde el punto de vista emocional, espiritual y mental, no solo físico. No se trata solo de lo que dicen tus análisis de sangre, sino de cómo y por qué vives tu vida a todos los niveles”, opina.
Sus dos hijos, Arpad Flynn, de 26 años (entonces 19), y Aurelius Cy, de 21 (entonces 14), tuvieron distintas reacciones a la decisión de su madre de rechazar el tratamiento aconsejado por los médicos. “Cy simplemente pensaba que la quimioterapia te mata. Por eso nunca quiso que lo hiciera, porque pensaba que era un beso de la muerte. Flynn, que es más convencional, no se sentía cómodo en absoluto con mi elección. Sin embargo, es mi hijo y me apoyaría en todo y me amaría a pesar de mis decisiones, incluso si no estuviera de acuerdo con ellas. Mis hijos me apoyaron muchísimo, cada uno a su manera, pero yo sabía que estaban muy asustados”, reconoce ahora en la entrevista. Su expareja y padre de sus dos hijos, el financiero Arpad Busson, tampoco estaba de acuerdo con lo que estaba haciendo y su decisión de no hacer caso a los conejos médicos. “Sin embargo, me escribió para decirme lo orgulloso que estaba del coraje que estaba demostrando. Por supuesto, estaba asustado porque había decidido no tomar la vía médica convencional. Él lo consideraba extremo. Yo, en cambio, pensaba que la vía de la quimioterapia y la cirugía era extrema”, se justifica.
La quimioterapia es una herramienta fundamental en el tratamiento del cáncer de mama. Elimina las células cancerosas microscópicas, previene la metástasis, reduce el tamaño del tumor antes de una cirugía y numerosos estudios han demostrado que aumenta significativamente la supervivencia a largo plazo en pacientes con cáncer de mama, y también la calidad de vida. No tratarse cuando ha sido recomendada, o abandonarla sin una evaluación médica adecuada, puede tener consecuencias graves.
Elle Macpherson también se ha declarado contraria a las vacunas en la última década. Su vínculo con el movimiento antivacunas comenzó cuando empezó una relación con el médico británico Andrew Wakefield, autor de una investigación desacreditada que vincula la vacuna triple vírica con el autismo. La publicación de su tesis en 1998 en la revista The Lancet condujo a un abrupto descenso en los índices de vacunación y a nuevos brotes de sarampión en el mundo. Esta investigación también hizo que lo echaran del registro médico en 2010, después de que un tribunal del Consejo Médico General hallase probadas 32 acusaciones, entre ellas, cuatro de fraude y 12 de abuso de niños con discapacidad de desarrollo. A pesar de todo esto, la australiana mantuvo una relación con él entre 2017 y 2020 y lo apoyó públicamente cuando Wakefield afirmó que la pandemia era un “momento divino” para promover la campaña antivacunas.