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Nicole Kidman lo desnuda todo en ‘Babygirl’ | NYT

La estrella vuelve a tomar riesgos al interpretar a una mujer que decide atender sus fantasías sexuales. La película ha estado al centro del debate en el Festival de Venecia.

Nicole Kidman a su llegada a Venecia el viernes.Credit… Ettore Ferrari/EPA, via Shutterstock

Por Kyle Buchanan / The New York Times

Reportando desde Venecia

Aunque Nicole Kidman solía ser una de las actrices que tomaba más riesgos en el cine, en los últimos años se ha convertido en la apuesta más segura de la televisión en streaming. La estrella de 57 años es ahora una presencia habitual de series limitadas como Pequeñas mentiras Nueve perfectos desconocidosThe Undoing y La pareja perfecta. Son muy vistas y hacen que Kidman siga siendo rentable, aunque se eche de menos a la actriz que solía darlo todo en películas de autor de la talla de Jonathan Glazer, Yorgos Lanthimos y Lars von Trier.

Eso es lo que hace que Babygirl sea tan estimulante. Esta película de A24, que se estrenó el viernes en el Festival de Venecia, es exactamente lo que Kidman ha evitado en los últimos años, un atrevido filme independiente que la reafirma como una de nuestras actrices más audaces. Todo el mundo que ha visto esta película picante y sexi en Venecia quiere hablar de ella, y debería suscitar un delicioso debate cuando A24 la estrene en los cines esta Navidad.

Escrita y dirigida por Halina Reijn, Babygirl comienza con Kidman fingiendo un orgasmo. Interpreta a Romy, una dura ejecutiva que parece tenerlo todo: éxito, dos hijas llenas de vida y un marido guapo (Antonio Banderas) que la adora de día y le hace el amor tiernamente por la noche. Pero ¿es ese el tipo de sexo que ella realmente desea? En cuanto su marido termina y se duerme, Romy se va a otra habitación, abre un video porno sadomasoquista en su computadora y alcanza el clímax.

Aunque su empresa tecnológica innova en el campo de la automatización, Romy anhela liberarse de su propia rutina. Por eso está tan intrigada por Samuel (Harris Dickinson), el becario de la oficina, quien a menudo le exige cosas —algunas vagamente coquetas— cuando se supone que su diferencia de poder es al revés. Se conocen por primera vez fuera del edificio del trabajo cuando una embelesada Romy lo ve calmar a un perro salvaje con solo hablarle, aunque más tarde él le dirá que simplemente le dio una galleta.

“¿Siempre llevas galletas?”, le pregunta ella.

Se miran a los ojos y él se burla de ella: “Sí, ¿quieres una?”.

No pasa mucho tiempo antes de que Romy se meta en la boca la corbata de Samuel y lama leche de un plato cuando él se lo ordena, aunque el desenfreno que debería distinguir su aventura sadomasoquista solo se ofrece de a ratos. Romy está demasiado atormentada por la culpa como para comprometerse a fondo con sus actos salvajes, no solo porque está siéndole infiel a su marido, sino porque no puede conciliar la dinámica de poder de sus fantasías con el modelo de conducta en el que se le encaja públicamente.

Aunque Kidman ha hecho películas sexualmente explícitas como Ojos bien cerrados, consideró las escenas íntimas de Babygirl un paso más allá de lo que está acostumbrada, y declaró a Vanity Fair: “Esto es algo que haces y escondes en tus videos caseros”. En la rueda de prensa de la película celebrada en Venecia el viernes por la tarde, dijo que la idea de presentarla al público la aterrorizaba.

“¡Espero que no me estén temblando las manos!”, dijo a los periodistas presentes. “Esto definitivamente me deja expuesta, vulnerable y asustada”.

Reijn la convenció para que actuara desnuda en todos los sentidos. “Sabía que no iba a explotarme”, dijo Kidman. La directora holandesa (Muerte, muerte, muerte) dijo que la verdadera pregunta que yace en la película es sobre la reconciliación: ¿Puede una persona amar todas sus capas, incluso aquellas de las que se avergüenza?

“Todos los seres tenemos una bestia dentro”, dijo Reijn. “En el caso de las mujeres, aún no hemos tenido mucho espacio para explorar este comportamiento”.

Dickinson, el actor británico más conocido por El triángulo de la tristeza, pero que sin duda suscitará un gran interés tras el estreno de Babygirl, dijo sobre las secuencias de sadomasoquismo de la película: “De cualquier modo, siempre es angustioso crear una escena, pero aquí tenías algo íntimo y es muy vulnerable”.

Aun así, Reijn insistió en que las escenas de sexo pueden ser necesarias e iluminadoras si se hacen bien, y por eso abre Babygirl con un orgasmo fingido e incluye varios reales a medida que avanza la película. “La enorme brecha del orgasmo sigue existiendo. Tomen nota, hombres”, dijo. Mirando hacia el estrado, disculpó a su protagonista masculino: “Tú no, Harris”.

Él se inclinó hacia el micrófono y pronunció un pensamiento que podría servir de tesis de la película: “Todo el mundo se merece un buen orgasmo”.

Kyle Buchanan es reportero de cultura pop y escribe The Projectionist, la columna de la temporada de premios del Times.

Fuente: https://www.nytimes.com/es/2024/09/01/espanol/cultura/babygirl-nicole-kidman-venecia.html

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