El bodeguero, de 88 años, fue uno de los impulsores de la DO Ribera del Duero. Mantenía una guerra con su familia desde hace años por el control del grupo que fundó
E. URRIETA / LOC / EL MUNDO
Alejandro Fernández, fundador de la Bodegas Pesquera y uno de los artífices de la DO Ribera del Duero, falleció este sábado en Santander a los 88 años. Fernández mantenía desde hace años un litigio judicial con su ex mujer y tres de sus hijas por discrepancias en la gestión del grupo y del negocio, una guerra familiar conocida como el Falcon Crest de Pesquera . En juego está el control de la empresa, un emporio vitivinícola que en 2017 facturó 18 millones y tiene activos por valor de unos 150 millones.
El bodeguero se encontraba en Santander con su hija menor, Eva, la única con la que mantenía relación, cuando le sobrevino la muerte. Su cuerpo fue incinerado el domingo en la intimidad.
Alejandro Fernández era una leyenda en Ribera de Duero. Tras inventar la primera cosechadora de remolacha en los años 60 hizo dinero y consiguió cumplir su sueño de hacer vino. En los 70 impulsó la denominación de origen y se convirtió en uno de los bodegueros más respetados del país. En 2016 recibió el Premio Nacional de Gastronomía Toda una Vida y un año más tarde la Medalla del Mérito al Trabajo.
La separación de su mujer, Esperanza Rivera, hace cuatro años, precipitó la ruptura familiar. Con el 50,14% de la suma de las acciones, Esperanza y sus hijas se hicieron con el control del grupo. El bodeguero pidió el divorcio para acabar con la sociedad de gananciales pero el contencioso por el reparto de los bienes no se cerró. Fernández acusó a su ex mujer y a tres de sus hijas, Lucía, Olga y Mari Cruz, de haberle echado de la empresa junto a Eva, la hija menor.
La guerra ha continuando durante este tiempo, con continuas demandas por diversos motivos, y ha dañado la imagen del grupo, uno de los más importante de Ribera de Duero. En la empresa, que lidera Lucía, una de las hermanas, han entrado también cuatro de las nietas: Inés, Elvira, Lucía y Ángela, hijas, respectivamente, de Lucía y de Olga. Con ellas se ha iniciado otra etapa, con nueva identidad corporativa y el propósito de modernizar los vinos y el grupo.
Fuente: https://www.elmundo.es/loc/famosos/2021/05/25/60accffbfdddff9b5b8b463e.html