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CIUDAD DE MÉXICO, 26 ago (Reuters) – El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y su sucesor electo defendieron el lunes su propuesta de reforma judicial, mientras un importante lobby empresarial estadounidense sumó su voz a las preocupaciones sobre el impacto de la reforma en la inversión.
Se espera que una comisión de la Cámara de Diputados del Congreso de México realice una votación inicial sobre el plan, que incluye la elección de todos los jueces por voto popular, más tarde el lunes.
Si aprueba la medida como se espera, será considerada por el pleno, posiblemente a principios de septiembre.
Cuando se le preguntó si creía que Estados Unidos estaba interfiriendo en los asuntos internos de México, López Obrador respondió: «Sí».
El embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, calificó el jueves la reforma como una amenaza a la democracia mexicana, argumentando que expondría a su poder judicial a la influencia del crimen organizado y también pondría en riesgo la relación comercial entre Estados Unidos y México.
Estados Unidos y México son los principales socios comerciales entre sí, y las empresas estadounidenses han abierto cada vez más fábricas en el país vecino en su intento de acercar las cadenas de suministro desde China a su territorio.
En un comunicado emitido más tarde el lunes, la Cámara de Comercio Americana de México argumentó que el comercio requiere «seguridad jurídica, transparencia judicial y claridad», al tiempo que expresó las preocupaciones de las empresas privadas que representa.
«Vemos riesgos a la independencia (del Poder Judicial), un posible retroceso en la profesionalización de la judicatura especializada, mayores costos, reducción de la eficacia del sistema judicial y generación de incertidumbre para la inversión», indicó el grupo empresarial.
Reporte de Ana Isabel Martínez y Sarah Morland; editado por Cassandra Garrison, Cynthia Osterman y Jamie Freed