Diego López Colín / ACI Prensa
La Iglesia Católica anunció que implementará una serie de acciones para enfrentar la crisis de violencia generada “por la presencia permanente de los cárteles de la droga” y la inacción gubernamental.
Mons. Jaime Calderón Calderón, Obispo de Tapachula, diócesis ubicada en la frontera de México con Guatemala, denunció el 24 de julio la “desesperante” situación de violencia que sufre la región, especialmente en la Foranía Sierra, una área pastoral diocesana que abarca 10 parroquias en la Sierra Madre del estado de Chiapas.
Acciones concretas para ayudar “a todos los hermanos en necesidad”
En un nuevo comunicado difundido el 28 de julio, Mons. Calderón Calderón destacó que, además de “expresar nuestra palabra entretejida de dolor, súplica y esperanza en Dios”, la diócesis está enfocada “en llegar a acuerdos para poder ayudar a todos los hermanos en necesidad”.
Entre las medidas anunciadas, el obispo convocó a todas las parroquias a realizar “una colecta de caridad” el primer domingo de agosto, con el objetivo de recolectar fondos que serán enviados “de manera inmediata para que nuestra Cáritas Diocesana tenga los recursos para poder apoyar a los más necesitados”.
Además, Mons. Calderón Calderón instó a organizar «jornadas de oración,» preferiblemente los jueves, dado que es un día común para estas actividades, “pero ahora con esta intención: pedir la paz para Chiapas”.
También solicitó a los sacerdotes y fieles que recen por la paz al final de cada Misa y coloquen lonas en las iglesias, con mensajes de paz para la región.
Mons. Calderón Calderón exhortó a “procurar más cercanía”, lo que implica realizar “llamadas y visitas a nuestros sacerdotes y familias parroquiales de la Foranía Sierra, que se encuentran especialmente en estas zonas de mayor necesidad”.
El obispo también informó que algunos párrocos y el responsable de Cáritas diocesana están trabajando para entregar despensas a las zonas afectadas. Sin embargo, expresó su preocupación de que los «filtros» establecidos por el crimen organizado “impidan hacerles llegar la ayuda humanitaria” a los más necesitados.
En su comunicado del 24 de julio, Mons. Calderón Calderón había denunciado que los pobladores son “obligados por turnos para estar en los retenes que impiden el libre tránsito llamados filtros –so pena de ser multados y agredidos si no cumplen con este deber impuesto”. Además, señaló que también son forzados “a participar como escudos humanos en los enfrentamientos de los cárteles de la droga”.
De acuerdo con el medio de información Insight Crime, el control de la región —el estado de Chiapas, en la frontera con Guatemala— lo disputan los grupos criminales conocidos como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa (CDS).
Este conflicto ha generado un flujo migratorio hacia Guatemala. Recientemente, el Instituto Guatemalteco de Migración identificó que más de 500 personas, incluyendo mujeres, hombres, niñas, niños y adultos mayores, “se han desplazado de manera forzada hacia Guatemala por la violencia que azota el sur del vecino país”.
En su conferencia de prensa el viernes 26 de julio en Palacio Nacional, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció que “son circunstancias” que ocurren.
“Ha habido enfrentamientos últimamente en esa región, de dos grupos, y para refugiarse se cruzaron a Guatemala. Y están en albergues. Y le agradecemos mucho al gobierno de Guatemala porque los está ayudando. Y también están brigadistas nuestros apoyándolos”, dijo López Obrador.
Al ser cuestionado sobre si la estrategia de seguridad del gobierno había fracasado, el presidente de México defendió que en el país “hay, como en todas partes, conflictos, pero no es asunto como lo quieren ver nuestros adversarios, de que haya ingobernabilidad, que predomine la violencia, que sea un caos, que se esté destruyendo el país”.
Sin embargo, el gobierno de López Obrador, fundador del partido Morena, al que también pertenece Claudia Sheinbaum, la presidenta electa que triunfó en las elecciones del 2 de junio de este año, ha enfrentado críticas por no lograr mitigar la violencia.
Durante el sexenio de López Obrador se han registrado 193.273 homicidios desde diciembre de 2018, convirtiéndolo en el más violento en la historia moderna de México. En Chiapas —estado gobernado por Rutilio Escandón Cadenas, también de Morena—, ha registrado 3.386 homicidios, según el informe MX: La Guerra en Números, elaborado por T-ResearchMX.