Redacción / BBC News
Venezuela aguarda con tensión los resultados de las elecciones presidenciales de este domingo, en las que la oposición podría lograr un triunfo histórico tras 25 años del chavismo en el gobierno.
El presidente Nicolás Maduro, que dirige el país desde 2013, se mostró confiado en la victoria, al igual que la oposición, aupada por el entusiasmo por el cambio en una jornada en la que se vieron largas colas para ejercer el voto.
Ante el retraso en la comunicación de resultados, la oposición pidió a sus testigos en los centros electorales que no se retiren hasta que tengan en su mano las actas de votación y denunció que se está retrasando la transmisión de los datos por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE).
El CNE es el órgano encargado de dar los resultados oficiales, pero se desconoce cuándo los anunciará, lo que acrecienta la tensión en un país en vilo.
«Los resultados son inocultables. El país eligió un cambio en paz», escribió en X Edmundo González, un exdiplomático de 74 años que desafía a Maduro.
González ha hecho dupla política con María Corina Machado, la líder opositora inhabilitada para ejercer cargos públicos que ha traspasado su apoyo al exdiplomático,
Las cancillerías de nueve países de América Latina (Argentina, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay) pidieron un «conteo de votos transparente».
Eso generó una respuesta del canciller de Venezuela, Yván Gil.
«Venezuela denuncia y alerta al mundo acerca de una operación de intervención en contra del proceso electoral, nuestro derecho a la libre autodeterminación y la soberanía de nuestra patria, de parte de un grupo de gobiernos y poderes extranjeros».
El presidente de Chile, Gabriel Boric, también pidió transparencia.
«La entrega de los resultados de esta elección trascendental para Venezuela deben ser transparentes, oportunos y reflejar íntegramente la voluntad popular expresada en las urnas. La comunidad internacional, de la que nuestro país Chile es parte, no aceptaría otra cosa», señaló el mandatario.
Y en la misma línea, la Cancillería de Colombia, cuyo gobierno es cercano al de Maduro, señaló que «el conteo de votos debe hacerse con plenas garantías para todos los sectores».
Desde 2013, la oposición no ve tantas posibilidades de derrotar al chavismo pese a las denuncias de que la votación no tuvo condiciones justas, como la propia inhabilitación de Machado o las dificultades para el voto de los millones de venezolanos que están en el extranjero debido a la crisis económica y política que sufre el país.
Maduro, por su parte, espera que el desgaste de la crisis no impida un nuevo triunfo del chavismo, apoyado aún en un sector de población leal.
«Hay una batalla entre el bien y el mal, los que odian y quieren venganza y los que amamos y queremos a Venezuela. Hemos pasado todas las tempestades y queremos avanzar en armonía para que cada quien siga con su emprendimiento y continuar con el trabajo para nuestra recuperación económica», dijo Maduro este domingo cuando acudió a votar, agregando que el resultado será «reconocido».
El opositor González ratificó que espera que la Fuerza Armada haga respetar la voluntad de los venezolanos. «Somos un solo pueblo en busca de su libertad», dijo.
La oposición espera que los militares garanticen el respeto a la decisión de los votantes. El ministro de la Defensa, el general Vladimir Padrino, dijo que las fuerzas armadas respetarán el resultado de las elecciones.
Machado también votó y mostró esperanza en un triunfo: «El anhelo de ser libre es una certeza: vamos a ser libres».
Ambos líderes opositores destacaron la alta participación ciudadana, aunque aún no se conocen datos oficiales ni de participación.
Maduro ganó en 2018 sin enfrentarse a la oposición mayoritaria, que consideró que los comicios no eran justos y renunció a participar, estrategia que cambió ahora.
El presidente atribuye los problemas del país a las sanciones internacionales contra su gobierno lideradas por Estados Unidos, aunque las dificultades comenzaron mucho antes.
Ambos sectores se mostraron optimistas con los resultados, aunque ninguno puede dar números para no incumplir la ley electoral.
Delsa Solórzano, una de los testigos opositores ante el CNE, denunció el retraso en la transmisión de datos y que no se entregan las actas a los testigos.
El papel clave del CNE
El CNE es el órgano que debe dar los resultados oficiales.
La directiva del CNE está compuesta por cinco integrantes que fueron nombrados en agosto de 2023: Elvis Amoroso, Rosalba Gil, Carlos Quintero, Aime Nogal y Juan Delpino. Los tres primeros son considerados como representantes del oficialismo y los dos últimos de la oposición.
Dado su pasado como parlamentario del oficialista PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) y su rol en la inhabilitación de María Corina Machado cuando estaba al mando de la Contraloría, algunos líderes de la oposición cuestionaron la designación de Amoroso señalando que se trataba de una provocación que “solo busca promover la abstención”.
A mediados de junio, el rector Juan Delpino denunció que Amoroso había estado tomando decisiones unilaterales desde marzo sin convocar al resto de los rectores. Amoroso rechazó estos señalamientos como infundados.
Ante el retraso en la publicación de resultados, la oposición teme que el CNE pueda actuar en favor del oficialismo.
Fuente: BBC