Una falla en el sistema de ciberseguridad CrowdStrike de Microsoft Windows provocó graves afectaciones en distintos sectores a nivel global, siendo el aéreo el más golpeado. El gigante tecnológico informó que el problema ha sido solucionado prácticamente en su totalidad y descartó que se tratara de un ciberataque. Sin embargo, este evento ha llamado la atención de expertos por la alta dependencia de los sistemas informáticos, especialmente en Estados Unidos y Europa.
Andrés Triviño V. / France 24
Poco a poco el mundo va retornando a la normalidad luego de que distintas empresas del sector bancario, aeronáutico, de medios de comunicación, de salud, entre otros, se vieran afectados por una caída en el sistema operativo Microsoft Windows, el más utilizado en el planeta.
Según informó el gigante tecnológico desde que se empezaron a presentar las fallas, este evento sin precedentes fue causado por un error en una actualización del software CrowdStrike.
Este sistema de ciberseguridad es el encargado de proporcionar la protección de la nube, los terminales, así como de estar alerta ante las amenazas y generar servicios de respuesta ante ciberataques a los productos de Microsoft Windows.
Pero la actualización fallida de CrowdStrike afectó a los controladores del sistema operativo Windows 10 desde el 18 de julio, lo que provocó que muchos equipos quedaran atrapados en una pantalla azul congelada.
George Kurtz, director general de CrowdStrike, fue el encargado de comunicar la falla que generó el colapso a nivel global.
Desde el primer momento, Kurtz insistió en que el incidente no fue un ciberataque ni una brecha de seguridad, sino un problema técnico aislado, aunque la Casa Blanca anunció investigaciones de inteligencia cibernética.
CrowdStrike proporcionó soporte inmediato a sus clientes para actualizar sus sistemas y resolver el problema.
Azure, la plataforma de almacenamiento en la nube de Microsoft, también reportó inconvenientes. Un sistema con información altamente sensible.
Kurtz se disculpó por las interrupciones y aseguró que sus ingenieros continúan trabajando en resolver totalmente el fallo.
No obstante, advirtió que algunos clientes podrían tardar algunos días en volver a la normalidad.
Desde sus inicios en 2011, Crowdstrike ha trabajado en conjunto con el Gobierno estadounidense, reportando distintos casos de ciberespionaje y ataques, muchos de ellos provenientes de servidores chinos, rusos y norcoreanos.
El apagón colapsó el tráfico aéreo a nivel mundial
Millones de pasajeros en todo el mundo fueron sorprendidos cuando intentaban tomar sus vuelos.
En los aeropuertos se veían filas interminables, caos y molestia ante la imposibilidad de las aerolíneas de despachar sus aviones.
Los operarios no sabían qué hacer ante la anomalía, pero, a medida que se iba entendiendo la situación, facturaban equipajes manualmente y entregaban tiquetes escritos a puño y letra.
Troy Hunt, experto en ciberseguridad y creador del portal de base de datos HaveIBeenPwned, calificó la situación como «el mayor apagón informático de la historia».
En Estados Unidos, más de 31.000 vuelos fueron retrasados y alrededor de 3.600 fueron cancelados. Grandes aerolíneas, como American Airlines, Delta y United, pausaron sus operaciones durante varias horas.
Europa también experimentó un impacto considerable con aeropuertos colapsados en ciudades como Londres, Roma, Ámsterdam, Berlín, Zúrich y Cracovia.
En Francia, turistas y deportistas que intentaban llegar a los Juegos Olímpicos de París (JOJ) – que serán inaugurados este 26 de julio– sufrieron retrasos y afectaciones en sus itinerarios
Estaciones de trenes en el continente europeo no pudieron vender billetes con tarjetas de crédito. Tan solo en España se reportaron más de 5.000 estaciones férreas perjudicadas.
América Latina tuvo la menor cantidad de afectaciones. Países como Argentina, Panamá, República Dominicana, Perú, Honduras y Chile reportaron afectaciones mínimas.
El impacto notable en la región fue en Brasil y México, donde las demoras y cancelaciones en vuelos internacionales fueron más frecuentes.
Bancos, hospitales y hasta la bolsa de Londres
Además del transporte aéreo, el sistema de pago de supermercados Woolworths y bancos como NAB, ANZ y Commonwealth Bank sufrieron fallos menores en sus operaciones en Australia.
En Japón se reportaron problemas en las cajas registradoras de distintos negocios.
Mientras que el sistema informático de los Juegos Olímpicos de París impidió la entrega de uniformes y acreditaciones.
Empresas en Alemania, incluyendo el Deutsche Bank y la de telecomunicaciones Deutsche Telekom, también enfrentaron interrupciones.
La compañía de ferrocarriles danesa DSB y el transporte público sueco experimentaron dificultades y la mayor cadena de farmacias de Noruega, Apotek 1, tuvo que cerrar temporalmente.
Los hospitales de Israel y la Bolsa de Valores de Londres en el Reino Unido reportaron problemas similares, un portavoz de Downing Street dijo que varias entidades del Gobierno británico sufrieron fallas en sus sistemas.
Mientras los sistemas afectados por CrowdStrike se recuperan, distintos expertos a nivel global han advertido acerca de la vulnerabilidad de las infraestructuras cibernéticas.
De igual manera, han pedido tener planes de contingencia para mitigar el impacto de futuros incidentes tecnológicos, que como quedó demostrado, pueden paralizar el interconectado planeta Tierra.
Con EFE y medios locales