La emperatriz Matilde del siglo XII sería la inspiración de la serie de ‘La Casa del Dragón’.
Redacción La-Lista
La serie de HBO, que funge como precuela de Juego de Tronos presenta una historia muy similar, con Rhaenyra Targaryen como protagonista, a la que vivió la emperatriz Matilde.
De acuerdo con Katherine Newman, historiadora experta en la época medieval, Matilde se refugió en el Castillo y Prisión de Oxford durante una larga guerra civil que se conoce como la Anarquía.
En una el libro de Fuego y Sangre, de R.R Martin, que funge como historia de fondo en la serie literaria Canción de hielo y fuego, Martin se inspira en la historia de la emperatriz Matilde del Siglo XII para crear un personaje que pelea por la corona, dando pie a Rhaenyra Targaryen.
La llamada Anarquía fue una guerra civil de más de 15 años en Inglaterra y Normandía, que provocó un derrumbe generalizado de lo que se conocía hasta entonces como la ley y el orden. En ella, la emperatriz Matilde, hija y heredera de Enrique I de Inglaterra, se enfrentó a su primo Stephen de Blois.
“Tanto Matilde como Rhaenyra demostraron ser líderes ingeniosas y brillantes”, mencionó Katherine Newman, sobre las similitudes entre Rhaenyra y Matilde, cuya lucha terminó en el ascenso de su hijo, Enrique II, al poder.
“Es ampliamente conocido que la historia de George RR Martin está inspirada en la historia de Matilde, pero lo que no ha sido reconocido ampliamente es que el Castillo y Prisión de Oxford fueran su hogar”, agregó Newman.
En palabras de la especialista en la época medieval, así como Juego de Tronos se inspiró en la Guerra de las Dos Rosas, su precuela rescata varios elementos identificables de la Anarquía.
“Esta sangrienta guerra civil fue provocada por la muerte del rey Enrique I y la controvertida cuestión de su legítimo heredero. Las similitudes son asombrosas”, indica Newman.
Entre las similitudes más visibles destaca que ambas fueron nombradas herederas por sus padres en la realeza, en un contexto histórico que rechazaba a las mujeres gobernantes. Como la sociedad inglesa no estaba dispuesta a aceptar que una mujer fuera la gobernante, el país se vio enfrascado en esta lucha bautizada como la Anarquía.
Finalmente, en 1154, el hijo de mayor de Matilde ascendió al trono como Enrique II, con la emperatriz fungiendo como su principal asesora política, mientras pasó los últimos años de su vida en Normandía, trabajando en la iglesia y fundando monasterios hasta su muerte en 1167.