Willem Dafoe, quien esta semana estrena Kinds of Kindness, dirigida por Yorgos Lanthimos, se casó con la actriz, directora y productora italiana en 2005, con quien vive en una granja repleta de animales cerca de Roma.
JUAN CLAUDIO MATOSSIAN / Vanity Fair
“Actuar hace que me sienta vivo”, declaró Willem Dafoe (Appleton, Wisconsin, EE UU; 1955) el año pasado en una entrevista para Grazia. Así justificaba que a sus casi 69 años y con casi 150 películas en su haber, mantenga la misma pasión por trabajar en el cine que un recién llegado.
El año pasado tomó parte en nada menos que siete películas, de acuerdo a IMDB, y no precisamente en roles alimenticios: al igual que ha hecho a lo largo de su dilatada carrera, que echó a andar a principios de los años 80, se suele decantar por ponerse a las órdenes de directores de prestigio y en papeles que le supongan un reto. En 2024 por ejemplo repitió con su adorado Wes Anderson en Asteroid City y sobre todo puso todo su cuerpo y alma (sometiéndose a interminables sesiones de maquillaje) para encarnar a Godwin Baxter en Pobres criaturas (Poor things), esa inolvidable revisión del doctor Frankenstein por la que fue nominado a un Globo de Oro (los Oscar tiene por cierto una asignatura pendiente con él: ha sido nominado cuatro veces pero todavía no ha ganado la estatuilla).
En ese filme fue dirigido por Yorgos Lanthimos, quien le ha vuelto a reclutar ahora para Kinds of Kindness, su nuevo trabajo que llega esta semana a los cines tras su paso por el Festival de Cannes, donde fue muy bien recibida (y Jesse Plemons se llevó el premio a mejor actor). Es una comedia negra bastante inclasificable, como toda la filmografía de Lanthimos, y que el realizador define como una “fábula tríptica”, ya que está dividida en tres historias a lo largo de sus 165 minutos de metraje (y que obliga a Dafoe, al igual que al resto de sus intérpretes, a encarnar a tres personajes distintos).
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A Willem (su nombre real es William, pero luego decidió adoptar su mote del colegio para desmarcarse de su padre, que se llamaba igual) le ha acompañado siempre cierta aura de excentricidad, en gran parte por lo que transmite en pantalla, pero lo cierto es que, especialmente en esta última etapa de su vida, lleva una vida muy tranquila y alejada de los cánones de Hollywood.
Vive muy lejos en cuanto distancia de la meca del cine de hecho, y en ello tuvo mucho que ver su mujer, la actriz, directora y productora italiana Giada Colagrande.
“Viví en Nueva York durante más de 40 años, me casé con una italiana, ella no quería renunciar a vivir en Roma y no tuve objeción”, dijo el actor en 2019 en el programa televisivo Live with Kelly and Ryan.
En Roma fue precisamente donde se conocieron, mientras él rodaba en 2004 The Life Aquatic with Steve Zissou (una vez más, a las órdenes de Wes Anderson). Fue un flechazo instantáneo y en menos de un año ya eran marido y mujer.
“Nuestra boda fue muy impulsiva y romántica”, relató Dafoe a The Guardian en 2009. “Estábamos comiendo juntos un día y le dije: ‘¿Quieres casarte conmigo mañana?’… Nos casamos al día siguiente en el ayuntamiento con solo dos testigos, nuestros mejores amigos: mi mánager y su editor».
El hecho de contraer matrimonio de esa manera tan expeditiva contrasta mucho con su anterior relación con la directora Elizabeth LeCompte, con quien estuvo desde 1977 hasta 2004, pero con la que nunca se llegó a casar.
“Ella es la madre de mi hijo, pero no nos casamos porque para ella el matrimonio representaba poseer a alguien, y yo respeté su decisión”, siguió contando en The Guardian. “Pero después con el paso del tiempo fui yo el que tuve interés por casarme”.
El hijo al que hace referencia es su único vástago, Jack Dafoe, que nació en 1982 y con quien está muy unido. Este siempre ha mantenido una vida alejada de los focos y ha seguido un camino muy distinto al de su padre: es un abogado especializado en política medioambiental, formado en las universidades de Yale y Michigan, y que actualmente trabaja para la división de Recursos Naturales de la Oficina del Fiscal General de Maine, de acuerdo a su perfil de Linkedin.
De su progenitor sí que parece haber heredado sin embargo su pasión por proteger el medioambiente: Willem Dafoe ha aprovechado su condición de figura pública para hacer activismo, como cuando en 2018 firmó una carta escrita por la actriz Juliette Binoche, publicada por Le Monde –y rubricada por un total de dos centenares de artistas (Bradley Cooper, Ethan Hawke, Ralph Fiennes, Marion Cotillard o Jude Law también se sumaron)– y en la que se hacía un llamamiento a los gobernantes mundiales para que actuaran con firmeza para frenar el cambio climático y evitar el colapso de la biodiversidad.
En el ámbito privado, Dafoe es vegetariano y “no como carne porque las granjas de animales son una de las causas principales de la destrucción del planeta”, según aseguró a Foodiamo. Curiosamente, él mismo tiene una granja con animales (y huerto) en las afuera de Roma, donde vive (ha adquirido también la doble nacionalidad italiana-estadounidense a través de su matrimonio con Colagrande), pero los cría no con la ambición de que luego se consuma su carne, sino por el “placer de disfrutar de su compañía y darles una buena vida, lo que puede parecer ingenuo”, según explicó el año pasado a The Guardian.
Así, en su granja tiene, entre otros animales, pavos, gallinas, ovejas, cabras y alpacas, algo que trascendió porque durante una visita de Mark Ruffalo, su compañero de reparto en Pobres criaturas, quien publicó en sus redes una foto de ellos dos junto a una pequeña alpaca que se hizo instantáneamente viral. “Son preciosas, con cada alpaca desarrollas una relación única y llegas a conocer su forma de ser”, dijo Dafoe sobre esta afición.
Volviendo a Giada Colagrande, el vínculo que le une a ella también se extiende al ámbito profesional: en 2005, el mismo año en el que se casaron, se estrenó en el Festival de Venecia la película Before It Had a Name, dirigida por ella y coescrita y coprotagonizada por ambos. Y luego volvió a dirigir a su marido en A Woman (2010) y en Padre (2016), en la que él compartía cartel con Franco Battiato y Marina Abramović. Parece que congenian bien en el entorno laboral, porque tienen pendiente de estreno una nueva colaboración, Trópico, que cuenta como protagonista con el actor de moda del momento, Pedro Pascal.
Fuente: https://www.revistavanityfair.es/articulos/willem-dafoe-mujer-giada-colagrande-granja-italia-hijos