Nuevas investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) arrojan luz sobre la obscura red criminal que opera en los límites de Puebla y Tlaxcala, liderada por el grupo conocido como «Los Inmaculados».
Redacción
Las nuevas investigaciones de la Fiscalía revelan la mecánica delictiva utilizada por los invasores en terrenos ubicados en las colonias “El Conde”, “Agrícola Zaragoza”, “Barranca Honda”, “San Aparicio”, “Camino a Tlaltepango”, entre otras.
Además, se ha confirmado la inminente ampliación de la invasión de las 12 hectáreas restantes en los terrenos de “La Covadonga”.
Se ha identificado que la banda conocida como los “Inmaculados”, emplea prestanombres para despojar a los legítimos propietarios de sus terrenos en esa zona. Los testaferros, al ser descubiertos y acorralados por la justicia, son reemplazados por otros, quienes también se valen de documentos falsificados obtenidos a través de funcionarios corruptos de oficinas registrales y catastrales.
Este modus operandi les permite simular ser los propietarios de los terrenos y continuar engañando a compradores ingenuos de buena fe.
La proliferación de delitos contra el orden de desarrollo urbano y de despojo se debe a la lentitud en la procuración de justicia, así como al descuido, influyentismo y corrupción de los jueces.
El caso más notable es la invasión de los terrenos que pertenecieron a la fábrica “La Covadonga” en la colonia Emilio Carranza. Donde inicialmente, Jorge N. se hizo pasar como propietario, pero al evidenciarse la falsedad de sus escrituras, fue sustituido por José Luis N., quien, con una sentencia de usucapión de San Pablo del Monte, Tlaxcala, pretende justificar la propiedad de los mismos terrenos de “La Covadonga”.
Las investigaciones también revelan los vínculos de estos testaferros con los autores financieros de esta agrupación, Eymard N. y Omar N., quienes utilizando su misma practica delincuencial, también patrocinaron a Jorge N. en la promoción de una información testimonial en el expediente 807/2023 del Juzgado 4° de lo Civil de Puebla, con el objetivo de despojar otro predio.
Es urgente que las autoridades actúen con celeridad para desmantelar esta red criminal, proteger a los legítimos propietarios y garantizar la justicia. La ciudadanía debe estar alerta y evitar caer en engaños al comprar terrenos.