Dirigentes panistas declararon en una reunión del Consejo Nacional cómo participaron en el armado de la primera protesta de la ‘Marea rosa’ en 2022
ZEDRYK RAZIEL / EL PAÍS
Las marchas de noviembre de 2022 en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) fueron promovidas como apartidistas, un resurgimiento de la sociedad civil frente a la aplanadora de Morena y el presidente, Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, un documento del Partido Acción Nacional (PAN) obtenido por EL PAÍS revela que los partidos de la alianza opositora tuvieron mucha implicación en la organización de aquellas protestas en Ciudad de México y los Estados, aunque se mantuvieron en un segundo plano una vez que salieron a las calles. “Déjenme decirles de las marchas y de lo que ocurrió en el país el 13 de noviembre. No fueron espontáneas, estuvimos trabajando junto con las organizaciones de la sociedad civil horas, horas construyéndolas, negociando, desde nuestra Asamblea Nacional, que fue el sábado 12, cómo podíamos hacer para poder concluir en el mismo día y estar acompañando a las marchas que se iban a dar en todo el país”, dijo Santiago Creel en el Consejo Nacional panista en diciembre de 2022, según la minuta de la sesión en poder de este periódico.
Meses después, Xóchitl Gálvez encarnó las esperanzas de la alianza opositora y enarboló el discurso de que la sociedad civil la había aupado a la candidatura presidencial, remando a contracorriente de los partidos. La Marea rosa volverá a marchar este 19 de mayo, el mismo día del tercer y último debate presidencial. Pero ahora las cartas están boca arriba: los grupos organizadores han dicho abiertamente que apoyan la candidatura de Gálvez. La aspirante opositora tiene previsto acudir a la protesta por la mañana, al acto de arropamiento, y más tarde irá al debate.
La primera movilización que dio origen a la Marea rosa fue una marcha masiva en el corazón de Ciudad de México el 13 de noviembre de 2022. Los asistentes vistieron atuendos rosas, el color oficial del INE, en cuya defensa salieron a protestar. La marcha fue una respuesta a la iniciativa que el presidente López Obrador había enviado al Congreso para reformar el sistema electoral, y que implicaba el achicamiento de las funciones del INE, la remoción de sus integrantes y, en última instancia, la creación de una nueva institución. Organizaciones como el Frente Cívico Nacional, Sí por México y Unid@s —esta última encabezada por el empresario opositor Claudio X. González— convocaron a los ciudadanos a unirse a la protesta bajo el eslogan “El INE no se toca”.
Los dirigentes del Frente Amplio (la alianza del PAN, PRI y PRD) se sumaron a la movilización, aduciendo que acudían únicamente como ciudadanos interpelados por la convocatoria. El presidente del PAN, Marko Cortés, dijo a inicios de aquel noviembre que militantes panistas acudirían “sin colores partidistas” a marchar “en defensa de la libertad junto a la sociedad civil”. Pero hubo más que una coincidencia de principios entre los partidos y los organizadores de esa primera movilización.
Las agrupaciones volvieron a salir a las calles en febrero de 2023 y en marzo de 2024. A los motivos de la protesta añadieron la defensa del Poder Judicial, con el que el presidente ha mantenido un largo conflicto. Este periódico solicitó a Acción Nacional un posicionamiento sobre las influencias partidistas en las movilizaciones. La secretaría de comunicación social respondió que no habría un comentario sobre asuntos abordados en el Consejo Nacional, “de conformidad con nuestras reglas internas”. También se preguntó a Creel a través de su portavoz, pero este no respondió los mensajes.
Las primeras negociaciones
El 12 de noviembre de 2022 —el día anterior a la primera marcha—, el PAN, que lleva la voz cantante en el Frente Amplio, tuvo una Asamblea Nacional en la que, además de aprobar reformas a los Estatutos del partido, afinó acuerdos de cara a la protesta. Así lo revelaron Creel y otros líderes panistas en la sesión del Consejo Nacional realizada un mes después. “Estuvimos no solamente viendo las fechas y haciendo los reacomodos que eran necesarios, sino inclusive dónde iba a participar el contingente del PAN”, refirió Creel, que entonces era presidente de la Cámara de Diputados y a la postre se convertiría en jefe de la campaña de Gálvez.
El Consejo Nacional, realizado el 10 de diciembre de 2022, es el mismo donde los pesos pesados del partido expresaron su rechazo a la alianza del PAN con el PRI, y especialmente con su presidente, el camaleónico Alejandro Moreno, Alito, según dio cuenta de ello este periódico. La minuta de la sesión recoge fielmente las intervenciones de los líderes panistas. El PAN dio la batalla ante el Instituto Nacional de la Transparencia (INAI) para que no se revelase el contenido de la minuta, con el argumento de que eso pondría en riesgo sus estrategias electorales. No obstante, EL PAÍS obtuvo una transcripción que registra los discursos y el acalorado debate que tuvo lugar en aquella sesión del Consejo panista.
Creel —que por esas fechas era uno de los aspirantes del Frente Amplio a la candidatura presidencial, meses antes de que la alianza se decantara por Gálvez— dijo a los consejeros que las negociaciones incluyeron qué lugar debían ocupar los panistas entre los contingentes. “Horas y horas en la organización, con las organizaciones ciudadanas. Ahí estuvimos en la organización. Y cuando nos preguntaron en qué lugar de la marcha debíamos de ir, la propuesta de los partidos fue: al final, para que fuera toda la sociedad enfrente; el primer contingente, como ustedes saben, fue de jóvenes. Es una organización, claro que hay una espontaneidad y yo así lo entiendo, hay una espontaneidad que sale la gente a la calle al ver una organización”, detalló, volviendo los pasos sobre su afirmación inicial de que la marcha no se había generado de la nada.
El líder panista expuso que en las negociaciones también se dirimió quién debía ser orador del evento. Al final, el puesto recayó en el politólogo José Woldenberg, uno de los fundadores del INE, antes IFE, en la década de los noventa. “¿Quién hablaba? Eso no salió espontáneo, todos convenimos y estuvimos viendo nombres y nombres”, planteó Creel. “Ahí estuvo nuestro presidente nacional [Cortés] y muchos de nosotros tratando de ver quién nos podía representar mejor, no al PAN, a nosotros como ciudadanos. Y llegamos a la conclusión de que fuera José Woldenberg. Hasta en eso nos organizamos y sabíamos de antemano que nuestro contingente no iba a poder llegar al Monumento de la Revolución por lo nutrido de la marcha. Y aún así decidimos como partido político dar paso a la sociedad y quedarnos en los contingentes de atrás. Esa es la organización y ese es el acercamiento que tenemos con la sociedad”, indicó.
Cadena de pactos
Creel dijo en el Consejo que los acuerdos alcanzados para la marcha formaban parte de la serie de negociaciones que habían mantenido los partidos del Frente Amplio desde 2019 para formar un bloque contra el oficialismo. La alianza dio frutos en 2021, cuando Morena y sus aliados perdieron buena parte de su mayoría en el Congreso. Marko Cortés tomó la palabra y afirmó que la fuerza de la movilización en defensa del INE renovó los ánimos de los partidos de la coalición opositora, lo que posibilitó que PAN, PRI y PRD votasen conjuntamente en contra de la reforma electoral de López Obrador a finales de noviembre. Esa enmienda constitucional era el “plan A” del oficialismo; al verse truncado, el Ejecutivo y su partido, Morena, impulsaron el “plan B”, una batería de reformas a leyes secundarias, de menor alcance, que terminaron por dirimirse en la Suprema Corte, que las invalidó. “Fue un gran día, porque nunca hubo dudas de cómo se votaría. Había partidos que tenían dudas, y la marcha de la sociedad se las quitó y se logró consolidar el bloque opositor por el bien de México”, celebró el dirigente panista.
Cortés contrastó la movilización del 13 de noviembre con la manifestación convocada por López Obrador el 27 de ese mes, denominada Marcha del pueblo, una demostración de músculo político desde el oficialismo a la que acudieron miles de personas de todos los Estados (la oposición acusó que los gobernadores morenistas movilizaron a la gente para llenar el acto político del presidente). “Noviembre fue un gran mes porque fue la gran marcha [en defensa del INE] y de nuevo el PAN no titubeó, en el momento en que se anunció la marcha del 13 de noviembre, el PAN anunció que estaría en la marcha y así fue, no sólo acompañando, sino convocando, promoviendo que estuviera la gente y el contingente del PAN en la marcha principal de Ciudad de México. Daba orgullo”, dijo el líder partidista. “Había uniformidad, no había banderas, todos presentes como ciudadanos. ¿Y saben cuántos reclamos hubo hacia el PAN en la marcha? Ninguno. Aplausos, respaldo, apoyo de la gente”, destacó.
Uno de los panistas más prominentes, Carlos Medina Plascencia, exgobernador de Guanajuato, exdiputado y exsenador, refirió que “le tocó desde la secretaría general [del PAN] participar en la organización de la marcha del día 13 en colaboración con Juan Carlos Martínez Terraza [exdirigente del partido en Morelos] y de la mano y haciendo equipo con la sociedad”, según la minuta. Medina precisó que él y otros exmandatarios del PAN formaban parte de Unidos Por México, una de las asociaciones fundacionales de Unid@s, la agrupación que Claudio X. González constituyó el 11 de octubre, un mes antes de la marcha por el INE. Los dirigentes del Frente Amplio han reconocido que el empresario jugó un rol clave para facilitar que Cortés, Alito Moreno y Jesús Zambrano —líder del PRD— se sentasen a platicar con miras a formar la alianza opositora. “Nos da mucho gusto a un grupo de 12 gobernadores del PAN que venimos trabajando desde hace tres años, porque somos parte de Unidos, ahí hemos impulsado, con nuestro conocimiento y 70 años de experiencia de gobernadores —que, por cierto, tienen el plumaje limpio, no es fácil— a que tuviéramos la opción de cómo construir esta alianza con otras cinco organizaciones, de impulsar este movimiento de Unidos. Y sí, fuimos los promotores y los impulsores de la marcha en Ciudad de México el día 13 de noviembre”, asentó Medina.
Una vez que Cortés superó las resistencias de los consejeros del PAN a aliarse con el PRI, la coalición opositora se sumergió en nuevas negociaciones: el método para definir su candidatura presidencial. El Frente Amplio había abierto la puerta a las postulaciones de ciudadanos sin partido, pero al paso del tiempo esa posibilidad se fue cerrando. Varios aspirantes se retiraron de la contienda y al final las dirigencias se decantaron por Gálvez, con base en mediciones de encuestas. Los estrategas de Gálvez decidieron que la cromática de su campaña fuese el rosa, el color que identifica al INE.