Es la esperada gala Met, con su temática, sus famosos anfitriones y por supuesto con el desfile de vestidos de alta costura, que año tras año busca retar los límites de la realidad
ALEX JOVER / LA VANGUARDIA
La escalinata del Museo Metropolitano de Nueva York se ha llenado este lunes de estrellas en pro de la moda y para ensalzar el arte que encierra esta glamurosa industria. Es la esperada gala Met, con su temática, sus famosos anfitriones y por supuesto con el desfile de vestidos de alta costura, que año tras año busca retar los límites de la realidad. En esta edición lo ha conseguido
Un mundo de fantasía inspirado en cuentos de hadas como la Bella Durmiente -la exposición que inaugura esta gala se titula Sleeping Beauties: Reawakening of Fashion– pero también un sentido homenaje al paso del tiempo y la convergencia entre tecnología y naturaleza.
Entre los diseños que han impactado más en esta alfombra roja se encuentran el de Jennifer López, una de las anfitrionas de la gala, quien ha lucido espectacular un diseño confeccionado con 2.500.000 piedras de cristal o el de Elle Fanning, que juega con ventaja en la materia al haber interpretado a la Bella Durmiente en Maléfica.
A ella se han sumado los trajes de corte princesa de Uma Thurman, Ariana Grande y Jessica Biel, entre muchas otras que han optado por el concepto fantástico y glamuroso.
También en esta alfombra verde a las puertas del museo metropolitano se han avistado príncipes de época y ninfas de los bosques.
Con capa, pero sin espada, rostros masculinos de la talla de Bad Bunny han aportado un aire dantesco a la escena, pero la magia ha corrido a cargo de famosas como la cantante Karol G, que ha emulado a una ninfa de orejas puntiagudas y larga melena rubia. Como sacada de una historia lúgubre de Tim Burton, Lana del Rey ha abogado por el paso del tiempo y la naturaleza vestida como un árbol.
El acento español lo han puesto dos grandes estrellas internacionales. La actriz Elsa Pataky, acompañando a su marido Chris Hemsworth -quien actuaba esta noche como uno de los anfitriones- ha brillado con un vestido dorado de malla y una corona floral de oro. Tras varias horas, Penélope Cruz, quien fue anfitriona el año pasado, ha hecho su entrada triunfal ante los centenares de paparazzis, con un vestido bordado negro y con una larga falda.