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#PorSoleares | Violencia y amenazas, preámbulo de la elección en Puebla. ¿Seguirá el robo de urnas, la judicialización, la anulación?

Por Jesús Manuel Hernández

Era de esperarse la aparición de hechos cada vez más violentos en el proceso electoral de Puebla. Para unos y para otros, la plaza constituye un espacio de dominio territorial importante en la aportación nacional de votos.

Pero la confrontación de los dos principales polos, ahora recibe una inyección de otras fuerzas, quizá no políticas, o quizá de otros ámbitos políticos con un objetivo muy definido: sembrar el miedo y la desconfianza en los resultados electorales.

Las acciones registradas por medios de comunicación y redes sociales generan percepciones según el ángulo desde el que se mire, en alusión a Campoamor: “En este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”.

La amenaza vivida por Mario Riestra, “tu cabeza tiene precio” fue calificada por los de enfrente como un “montaje”. El allanamiento a una casa vecina de Lalo Rivera, correrá la misma suerte, hay dos detenidos y el aviso del gobernador Céspedes de solidaridad con Rivera y ordenó que la investigación se haga hasta donde tope.

Este último hecho se suma a una lista de violencia político-electoral que abarca los estados Chiapas, Yucatán y ahora Puebla, escenarios muy importantes para las dos principales fuerza políticas que compiten en las elecciones.

Para algunos cercanos de Lalo Rivera vino a la memoria aquella persecución al vehículo de su esposa en tiempos del morenovallismo, en un auto que debía estar en un corralón por haber sido denunciado por robo y cuyos ocupantes eran judiciales estatales.

Curiosamente la tarde del sábado circuló por WhatsApp la versión de que Pepe Chedraui había cancelado dos eventos y que la razón, había sido el arribo de golpeadores a los sitios donde se realizarían, pero en ningún momento la oficina de campaña del morenista comunicó algo sobre el supuesto.

La experiencia vivida en Puebla en escenarios electorales del viejo PRI dejan a los adultos el recuerdo de los fraudes, del robo de urnas, de la violencia, de sembrar el miedo para evitar que en la zonas urbanas la gente contraria salga a votar.

Vistas las cosas con la frase de Campoamor, según se observe para unos el fraude lo cometerán los otros y para los otros los unos harán lo imposible para sacar a la gente a votar.

¿Qué está en juego? Varios asuntos, no solo la Presidencia México, a todas luces distante para Xóchitl, están en juego las Cámaras, los gobiernos estatales, los Congresos de los Estados y por supuesto, en el caso local, la capital de Puebla, plaza, por demás está decir, clave en el ejercicio del poder los próximos seis años.

Los datos ofertados por las encuestadoras, también pueden acomodarse a la visión de Campoamor, pero al interior, los dos bandos saben muy bien dónde están parados, y ambos reciben recomendaciones sobre cómo mantener la diferencia o acortarla, y ciertamente el tema de la “violencia”, la amenaza, la intromisión y lesiones a inocentes, constituyen un marco muy eficiente en eso de “tirarse al piso” dirían unos, montaje acotarían otros, o vulnerabilidad real de la garantía de tener un proceso en paz.

Bajo esos factores se vislumbran varios escenarios para el 3 de junio:

Los optimistas consideran posible que la diferencia para gobernador será de 2 dígitos despejando con ello cualquier duda.

Los pesimistas ven que la diferencia será de un dígito y las consecuencias pueden ser mayores si la oposición al movimiento oficial se queda con la capital y otras ciudades clave y gana diputaciones federales y el Congreso.

Otros factores ajenos a los bandos meterían también el tema del INE, la renuncia masiva de funcionarios de casillas, la sustitución emergente, con las interpretaciones posibles de cada bando.

Si uno suma todo lo que oye y lo que ve o lo que percibe, la respuesta a qué pasará después del 2 de junio, recuerda las escenas de cuando la elección de Martha Érika Alonso y Miguel Barbosa, el robo de urnas, la violencia en distritos claves y la manipulación de funcionarios electorales para los fines convenidos al morenovallismo, aunque ahora serían en el otro bando.

Personajes del pasado muy pasado, tricolor primero y luego azulado, están en boca de todos, se conocen sus métodos, sus grupos y por supuesto se especula con los resultados.

Desgraciadamente los pesimistas agregan otro tema, la elección de Puebla puede ser muy importante para la oposición en el orden nacional si llegara a la judicialización y lo peor, la anulación de los comicios por muchas irregularidades.

Y entonces se repetirán los escenarios del pasado, gobernadores electos bajo cuestionamiento, sea de uno o de otro lado, y lo peor, inconsistencia en la gestión inmediata. Algo que nadie debería tolerar, ni promover, menos aceptar si hay evidencias.

Y cabe preguntar ¿acaso el 3 de junio se programa otro montaje como el del MM?

O como escribiera Ramón de Campoamor, el decimonónico poeta: “En este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”

O por lo menos así me lo parece.

losperiodistas.com.mx@gmail.com

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