Presentado por Antony Blinken, el capítulo sobre México del reporte del Departamento de Estado presenta una situación gris sobre la defensa de los derechos humanos en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
J. Jesús Esquivel / Proceso
WASHINGTON (apro) – “En México no hubo cambios significativos en la situación de derechos humanos en México”, así inicia el apartado sobre el caso mexicano en el informe anual correspondiente a 2023 sobre los derechos humanos en el mundo, del gobierno de Estados Unidos.
Elaborado por el Departamento de Estado, el reporte anota que el año pasado en México se registraron “casos creíbles de asesinatos arbitrarios, extrajudiciales, desapariciones forzadas, tortura cruel o inhumana, tratamientos degradantes o castigos por parte de las fuerzas de seguridad; detenciones y arrestos arbitrarios”.
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Presentado a la prensa por Antony Blinken, secretario de Estado, el capítulo sobre México presenta una situación gris sobre la defensa de los derechos humanos en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Matiza que hay “serios problemas de independencia judicial, serias restricciones sobre la libertad de expresión y libertad de prensa; incluyendo violencia contra periodistas”, en las que anota al presidente López Obrador como estigmatizador de los medios de comunicación.
“Corrupción gubernamental seria, amplia violencia de género” resalta el informe que aunque considera como “positivas” a algunas de las reformas laborales bajo el gobierno de AMLO, anota que sigue habiendo “restricciones significativas y restricciones a derechos de trabajadores”.
Pasos creíbles
El informe al que está obligado a elaborar el Poder Ejecutivo de los Estados Unidos para entregarlo al Congreso federal, sin incluir una autoevaluación de lo que pasa en materia de derechos humanos al interior de su país, hace otro reconocimiento al gobierno de AMLO.
“El gobierno (mexicano) generalmente tomó pasos creíbles para identificar y castigar a funcionarios que haya cometido abusos de derechos humanos”, se lee en las páginas del informe del Departamento de Estado dedicadas a México.
Como otras entidades que violan los derechos humanos, el reporte señala a los cárteles del narcotráfico, a las pandillas y en general a todos los que integran grupos del crimen organizado.
“Fueron perpetradores significativos de crímenes violentos como homicidios, torturas, secuestros, extorsiones, tráfico de personas, cohecho, intimidación y otras amenazas que dieron como resultado altos niveles de violencia y explotación”, indica el informe.
La mayoría de las denuncias “ni se investigan ni procesan”
Lo grave que enfatiza el Departamento de Estados, es que “algunas” de las denuncias sobre violaciones de derechos humanos y de sus perpetradores de esto, “son investigados por el gobierno pero solo algunos son procesados y la mayoría de las denuncias ni se investigan ni procesan”.
Como uno de los grandes casos pendientes en materia de derechos humanos en México, el gobierno de Joe Biden subraya al caso de la desaparición de los 43 estudiantes de la normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, ocurrida en Iguala en septiembre de 2014.
“Continúa el descrédito a periodistas. Políticos, incluido el presidente López Obrador que públicamente desacredita y critica a periodistas, presentándolos como tendenciosos, partidistas y corruptos. Su gobierno sigue exponiendo el segmento semanal de ‘Quién es quién en las mentiras’ durante las conferencias presidenciales matinales para exhibir a reporteros que se dice reportan noticias falsas”, añade el reporte del Departamento de Estado sobre violaciones a la libertad de expresión.