La gentrificación es un riesgo que se tiene en el Centro Histórico como el de Puebla, debido a que genera la expulsión de la población originaria
Edgar Guzmán Uribe / Ángulo7
La gentrificación es un riesgo que se tiene en el Centro Histórico como el de Puebla, debido a que genera la expulsión de la población originaria por el encarecimiento de la zona y, para evitarlo, es necesario tener planes de gestión que permitan que los habitantes se queden.
Así lo señaló, en entrevista con Ángulo 7 Radio, Manuel Villarruel Vázquez, director del Centro INAH Puebla, en el marco del aniversario 493 de la fundación de la Angelópolis, quien agregó que esta situación no es aislada de la capital, sino sucede lo mismo en ciudades de otros países.
Refirió que si bien en muchos de los casos, quienes compran los inmuebles lo hacen para restaurarlos, ello genera que se encarezcan las rentas y vivir en la zona, provocando que una familia con muchos años habitando ahí no pueda pagar los altos costos y tenga que salirse.
Es uno de los riesgos que se ha detectado y el encarecimiento de la vida dentro de un centro histórico implica que se expulse a la población local, la de los barrios donde ha vivido, que incluso tienen tres o cuatro generaciones, por nuevos habitantes que adquirieron vivienda”, expresó.
Precisó que la gentrificación genera la pérdida del proceso cotidiano de un barrio originario, pues las personas excluidas ya no regresan a las fiestas tradicionales que había, dando pie a la degradación de la identidad del patrimonio, pues quienes se quedan no interactúan de la misma forma.
INAH dialoga con involucrados
Agregó que, ante esta situación, el INAH trabaja, en conjunto con los involucrados, en planes de gestión que permitan generar diversos modelos, prácticas y esquemas de control administrativo, catastral y hasta de incentivos fiscales que permitan que la gente se quede y aumente, así como una población viva que no use el coche, sino otra forma de trasladarse como en bicicleta.
Comentó se tienen que desarrollar procesos de planeación adecuados y, para el caso de los centros históricos, el instituto aplica esta metodología para determinar los valores que hay que conservar, definir políticas, estrategias, metas, programas y proyectos.
Debe haber mecanismos que incentiven la participación ciudadana y la toma de decisiones colegiada y que no sean hechos por una sola autoridad, que aporten ideas para que las instituciones sepan guiar los procesos de conservación y enmarcarlos dentro de los instrumentos normativos, remarcó.
El funcionario dijo que se deben generar propuestas para el desarrollo de proyectos habitacionales, a fin de que no sean inmuebles que rompan el paisaje humano, sino que se integren dentro de la historia que tiene y que se quede para generaciones futuras.
Habrá foro sobre conservación del patrimonio
En ese tenor, Villarruel Vázquez anunció que este 18 y 19 de abril se realiza el Cuarto Foro Internacional de Innovación, Reestructuración y Conservación del Patrimonio, con la temática “Retos y desafíos en la gestión del patrimonio material e inmaterial”.
Explicó que es un espacio de reflexión para evaluar las características y los proyectos que han tenido repercusiones positivas, por lo que asisten especialistas mexicanos y extranjeros, académicos y miembros de la sociedad civil a las conferencias y mesas de trabajo que se realizan en el Museo Fuerte de Guadalupe, donde la entrada es gratuita.
Detalló que inició en el 2021, porque el 18 de abril el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, organismo asesor de la Unesco, estableció esta fecha como el Día Internacional de los Monumentos, que coincide con la de la fundación de la ciudad de Puebla, que es el 16.
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El director del INAH recordó que la fundación de Puebla, que este 2024 cumple 493 años, derivó de una ciudad que fue planeada para españoles y a 7 años de llegar a los 500, se ha tenido un proceso de evolución dentro de una región llena de patrimonio histórico y cultural.
Refirió que es un momento importante y la recuperación de la memoria histórica y la conservación de sus valores debe mantenerse, pues tan solo en 1987 Puebla fue uno de los primeros centros que se propusieron ante la Unesco y que a la fecha suma más de 5 mil inmuebles en esta zona.
Se han hecho varios procesos de conservación, pero la distinción no solo es ganar la medalla y ya, sino mantener el patrimonio para las generaciones futuras, en el INAH se tienen un catálogo que permiten cuantificarlo para tenerlos ubicados por municipios o comunidad, lo que permite una protección más eficiente, remarcó.